La deuda pública baja al 107% del PIB por el crecimiento de la economía y de la recaudación

España cierra 2023 con la deuda pública por debajo de lo esperado. Una buena noticia, si se tiene en cuenta que este año entran en vigor las reglas fiscales europeas y tocará apretarse el cinturón. Pero no tan buena si se mira al volumen: en términos absolutos, la deuda no deja de crecer y de batir récords históricos.

La deuda de las Administraciones Públicas ha pasado de estar en el entorno del 110% a bajar al 107,7% del PIB en 2023, según los últimos datos publicados por el Banco de España. Un retroceso de 4 puntos respecto al año anterior que además mejora el objetivo del propio Gobierno, incluido en el Plan Presupuestario. El Ejecutivo esperaba cerrar 2023 con una deuda en el 108,1%, cuatro décimas por encima del resultado final.

"La fortaleza y positiva evolución de la economía española, con un crecimiento del 2,5% en 2023, así como la mejora de los ingresos públicos, son las causas fundamentales de la reducción de la ratio", ha celebrado el Ministerio de Economía.

Aun así, la lectura no es del todo positiva. La deuda baja si se mira con relación al PIB. Básicamente, gracias al crecimiento de la economía y de los ingresos tributarios (si el PIB crece, el peso de la deuda sobre el PIB será menor, incluso aunque esta aumente). Y de hecho, eso es lo que está ocurriendo.

Aunque en términos relativos la deuda haya bajado, en términos absolutos (es decir, en dinero contante y sonante), la deuda española ha aumentado en un 4,8% respecto a 2022, hasta alcanzar los 1,57 billones de euros, un nuevo máximo histórico.

2023 es el tercer año seguido en el que la ratio de deuda sobre el PIB se reduce gracias a un crecimiento robusto de la economía, dejando así atrás los picos (que llegaron a superar el 120%) alcanzados durante la pandemia, aunque se mantiene en máximos históricos en términos de volumen.

"Para este año 2024 esperamos que esta senda descendiente siga avanzando", ha afirmado el ministro de Economía, Carlos Cuerpo. "Esto demuestra claramente que la responsabilidad fiscal es por supuesto compatible con un crecimiento sostenible y justo".

Ahora, el objetivo del Gobierno será reducir la deuda para cerrar el año en el entorno del 106%; según las estimaciones incluidas en el Plan Presupuestario enviado a Bruselas. Esto dejaría a España entre los países con deuda excesiva, que tendrán que comprometerse a ajustes: el nuevo Pacto de Estabilidad fija para estos países una reducción de media de la deuda del 1% anual (si supera el 90% del PIB, como es el caso de España). 

Los objetivos actuales de deuda todavía están muy por encima de los límites fijados por el Pacto de Estabilidad europeo, que entrará en vigor este año y que pueden suponer mayores ajustes por parte del Gobierno para poder ceñirse a las expectativas de Bruselas.