La deuda pública española alcanza niveles históricos: rebasa los 1,6 billones y se sitúa como la cuarta más alta de la UE

La deuda pública continúa creciendo, y con ella el riesgo para la economía española: ha vuelto a tocar máximos y ya es la cuarta más alta de la Unión Europea.

La deuda cerró febrero en un nuevo máximo histórico de 1,6 billones de euros, según los últimos datos publicados hoy por el Banco de España. Se trata de una subida del 1,2% respecto a enero, que marca un hito preocupante: por primera vez en la historia, la deuda pública española supera la marca de los 1,6 billones de euros, superando el récord previo de 1,58 billones de euros alcanzado en enero.

La enorme losa de la deuda lleva tiempo siendo uno de los grandes problemas de la economía española. Si en 2019 la deuda suponía el 95,5% del PIB de España, para marzo de 2021 se había disparado al 125,3%, y actualmente roza el 108% del PIB.

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Pero a pesar de que en 2023 mostró una ligera mejora con respecto a las previsiones del Gobierno, la deuda española sigue siendo una preocupación importante en el panorama europeo: 

España es el cuarto país con la deuda más alta de la UE, según los datos también publicados hoy por Eurostat. Solo le superan de Grecia (161,9%), Italia (137,3%) y Francia (110,6%). Además, el déficit alcanzó el 3,6%, superando el límite del 3% establecido por la Unión Europea. 

El continuo crecimiento de la deuda pública en España se ha visto impulsado en gran medida por los mayores gastos para hacer frente a los costes de la pandemia y de la crisis de precios derivada de la guerra en Ucrania. En el último año, la deuda pública ha aumentado un 5,4%, sumando 82.416 millones de euros. 

En cuanto al gasto público, se observa una ligera reducción del 47,4% a finales de 2022 al 46,4% en 2023, mientras que los ingresos del Gobierno experimentaron un leve repunte del 42,6% al 42,8%. 

Aunque los datos de deuda y déficit son mejores que los que había en 2022, cuando la deuda pública alcanzó el 111,6% del PIB y el déficit llegó al 4,7%; siguen estando por encima de los niveles acordados con Bruselas en el Pacto de Estabilidad que entra en vigor este año, y que marcan un máximo del 60% para la deuda y del 3% para el déficit.

A partir de 2024, los países europeos tendrán que volver a cumplir las reglas de estabilidad fiscal marcadas por Bruselas, y España no está precisamente bien posicionada.

Básicamente, España tendrá que asegurarse el crecimiento en tiempos de desaceleración, y al mismo tiempo garantizar la reducción de la deuda con una senda de ajuste creíble que convenza a los mercados y que cumpla con los deberes marcados por las reglas fiscales de Europa.