Disney+ decide probar suerte con los estrenos en bloque que tan bien le han funcionado a Netflix

Kevin Feige, presidente de Marvel Studios, se dejó caer esta semana en los TV upfronts  (presentaciones para anunciantes que se celebran estos días en Nueva York) con la nueva programación de Marvel para Disney+. Las próximas series de la célebre propiedad intelectual ya tienen fecha. La segunda temporada de Loki se estrenará en el servicio el próximo 6 de octubre y Echo, spinoff de Hawkeye, lo hará el 29 de noviembre. 

Esta última con una particularidad: todos los capítulos se estrenarán a la vez el mismo día, una fórmula habitual en Netflix y que Disney siempre había descartado en favor de la entrega semanal. 

Algo parece haber cambiado. La pregunta es por qué ahora y por qué precisamente con Echo. 

Cuando Disney anunció sus planes de poner en marcha una plataforma directa al consumidor propia con producción original dejó claro que la entrega semanal iba a ser uno de los puntales de su modelo de distribución. Como compañía propietaria de varios canales de televisión estaba plenamente habituada a esta fórmula y era perfectamente consciente de que no tenía demasiado sentido quemar su producción, cara y reducida, en unas pocas semanas. 

Con la entrega semanal, además, siempre han creído asegurar la continuidad de la suscripción, ya que el ciclo de vida de la serie cubre, al menos, dos meses y permite una mayor adherencia tanto a los personajes como a la historia. La fórmula, no obstante, no es infalible. Hoy la fidelidad del cliente es más endeble que nunca y ello comporta riesgos, como dejar a parte de la audiencia por el camino si la serie no conecta o fomentar las suscripciones puntuales para ver en maratón lo más interesante.  

Echo, el spinoff de Hawkeye, será la primera serie con la que Disney dará carpetazo a su fórmula de estreno canónica. Se podrá ver del tirón desde el día de su estreno, algo insólito para una compañía que solo había flirteado con los estrenos de dos o tres episodios, nunca al completo. 

Desde el anuncio han proliferado las conjeturas con respecto a los motivos de esta decisión. 

Muchos dan por sentado que Disney no debe tener excesiva confianza en que la serie enganche lo suficiente como para mantener el interés. Detrás de la decisión, para otros, hay una clara vocación de impulsar el engagement hacia la serie. Los estrenos en bloque, como ha demostrado Netflix en reiteradas ocasiones, generan mejores índices de fidelización en el caso de títulos nuevos.

Netflix no tiene intención de abandonar el estreno en bloque con sus series, pero ¿realmente compensa fomentar el maratón y apostar por éxitos efímeros?

Uno de los motivos más plausibles tras esta decisión de adoptar el modelo del estreno en bloque es la necesidad de aligerar la carga de estrenos. En declaraciones a EW a principios de año, Kevin Feige declaró que Marvel quería ser más cuidadoso con respecto a los proyectos del MCU que se estrenan para que unos estrenos no erosionasen a otros. “Es más difícil conseguir impacto cuando hay tanto producto ahí fuera (…). El ritmo al que vamos a estrenar contenidos en Disney+ va a cambiar para que cada uno tenga la oportunidad de brillar”. 

Según esta teoría, por tanto, el estreno en bloque de Echo formaría parte de una reestructuración global del calendario de estrenos para emplazar con este nuevo criterio la fase 5. 

Disney está reescribiendo el manual de instrucciones del negocio directo al consumidor. Y el nuevo no tiene normas fijas. Después de los experimentos con el ventaneo y con las licencias le ha tocado el turno con la fórmula de estreno. El tiempo dirá si sacan algo en claro. 

¿Qué consigue mejores resultados: la entrega semanal o el estreno en bloque?  

• Según un reciente estudio de SambaTV, ambos modelos tienen ventajas a la hora de maximizar las cifras de audiencia. 
• La entrega semanal alimenta el éxito a fuego lento, ya que la conversación que rodea a cada nuevo episodio permite “contagiar” a nuevos espectadores potenciales. El estreno en bloque, sin embargo, concentra su pico de audiencia en la primera semana y el interés decae rápidamente, de ahí que le resulte más difícil generar nuevas audiencias.
• Los estrenos en bloque tienen mejor estadísticas de retención comparado con lo que ocurre con la entrega semanal, que presenta un riesgo de abandono más elevado. 
• Los estrenos de temporadas en volúmenes (como lo que hizo recientemente Netflix con la última temporada de Stranger Things) ganan enteros como la fórmula más apropiada de estreno, ya que impulsa los tres marcadores de éxito: captar suscriptores, fidelizar y conseguir mayores cifras de audiencia.