Un capellán cristiano de hospital que asesora regularmente a pacientes en su lecho de muerte comparte con Business Insider las cosas que más preocupan a la gente antes de morir.

Se llama Joon Park y es capellán del Hospital General de Tampa (Florida) desde hace ocho años. En una entrevista para la CNN, se definió a sí mismo como un "terapeuta", porque está presente en todas las muertes del hospital y proporciona alivio y compañía a las personas en sus últimos momentos.

Debido a su trabajo, él también experimenta "ansiedad ante la muerte", o miedo a perder a sus seres queridos. Sin embargo, esto le ha permitido estar plenamente presente cuando pasa tiempo con familiares y amigos, porque sabe que podría ser su última conversación.

Park también ha sufrido traumas: de niño sufrió abusos verbales y físicos, y una vez fue hospitalizado tras un intento de suicidio.

"Siempre había deseado entrar en un campo en el que pudiera ser la voz y la caja de resonancia de otros que sufrieron traumas como yo. Solo la capellanía me dio un lugar real para ello", dijo.

Estas son las cosas comunes que suelen pensar la mayoría de los pacientes moribundos.

Arrepentirse de no haber vivido plenamente

Park destaca que el arrepentimiento es una emoción común entre sus pacientes moribundos: suelen pensar que hicieron lo que los demás querían, no lo que ellos verdaderamente querían hacer.

La gente se arrepiente de "haber escuchado la visión que los demás tenían de su vida, excepto la suya propia", explica a Business Insider.

"La gente al final no puede evitar imaginar una 'vida fantasma' de posibilidades sin explotar. Somos tan buenos por naturaleza para imaginar, inventar y soñar, que a veces puede curvarse hacia nuestro interior e imaginamos millones de otras vidas paralelas fantasmas sin vivir", afirma.

También puede haber otras razones por las que la gente se arrepienta. Investigadores de la Universidad de Towson (Maryland) preguntaron a 124 enfermeras de cuidados paliativos cuáles eran las reflexiones más comunes de las personas al final de su vida. 

Su estudio reveló que el 42% de las enfermeras decían que las reflexiones más comunes eran las de arrepentimiento por trabajar en lugar de pasar tiempo con la familia y relajarse, perder oportunidades o no lograr cumplir más sueños.

Dejar atrás a los seres queridos

Además de lamentarse por el pasado, Park afirma que sus pacientes también se preocupan por el futuro. Según él, sufren casi un "duelo empático anticipatorio", en el que "el moribundo experimenta indirectamente cómo vivirán su propia muerte los seres queridos que le quedan. Es casi una culpa, una carga, una herida a través de la empatía".

"Los moribundos se preocupan por necesidades muy específicas que solamente ellos conocen de sus seres queridos. Creo que lo que puede ser más duro que morir es el miedo a la separación y a no poder seguir cuidando de los que quedan", destaca.

"Incluso mis pacientes que están más en paz con su muerte siguen ansiosos por cómo su propia muerte afectará a su familia", anota a la CNN.

Los investigadores de la Universidad de Towson descubrieron que más de la mitad de las enfermeras informaron de que sus pacientes se preocupaban por sus seres queridos. De forma más concreta, pensaban en pasar tiempo con sus amigos y familiares, en lo que les ocurrirá a sus seres queridos después de morir y en la posibilidad de separarse de ellos cuando mueran.

El estudio también descubrió que la espiritualidad es uno de los temas más comunes en las reflexiones de las personas al final de la vida, según los enfermeros, razón por la cual capellanes como Park pueden "proporcionar consuelo a los pacientes y a sus seres queridos", así como "atender sus necesidades espirituales", tal y como declaraba a la CNN.