Personas que vivieron experiencias cercanas a la muerte durante una parada cardiaca contaron sus experiencias a los investigadores. Algunos de sus relatos eran como los que se ven en las películas, mientras que otros parecían más bien una pesadilla.

Un paciente que sufrió una parada cardiaca declaró lo siguiente a los científicos de la Facultad de Medicina Grossman de la Universidad de Nueva York que realizaron un estudio sobre el tema: "A mi alrededor había cosas como demonios y monstruos. Sentía como si intentaran arrancarme partes del cuerpo".

Los autores del estudio, publicado en la revista Resuscitation este 14 de septiembre, definieron la parada cardiaca como "ausencia de latidos y respiración, que requiere reanimación cardiopulmonar".

Los relatos procedían de 28 entrevistas con supervivientes de paradas cardiacas, junto con testimonios de 126 supervivientes que relataron por sí mismos experiencias cercanas a la muerte. La mayoría de los participantes eran estadounidenses o británicos.

El objetivo del estudio era comprender mejor el abanico de experiencias lúcidas que pueden tener las personas en parada cardiaca y sometidas a reanimación cardiopulmonar.

Según el estudio, la tasa de supervivencia a una parada cardiaca es baja y solamente el 10% de los pacientes consigue volver a la vida. De los 28 supervivientes entrevistados, uno de cada cuatro afirmó que, a pesar de no mostrar signos físicos de estar lúcido ante el mundo exterior, había experimentado algún nivel de conciencia o experiencia onírica durante la RCP.

Los equipos de investigación también midieron la actividad cerebral de algunos pacientes durante la reanimación cardiopulmonar y detectaron ondas gamma, delta, theta, alfa y beta, lo que, según ellos, sugiere la presencia de alguna función mental.

"Lo que somos capaces de demostrar es que hasta el 40% de las personas tienen realmente la percepción de haber estado conscientes hasta cierto punto".

Los supervivientes tuvieron conciencia de la reanimación cardiopulmonar o un recuerdo onírico

Los relatos de los pacientes que tenían algún recuerdo se organizaron en cuatro categorías: estar consciente durante la reanimación cardiopulmonar, estar consciente en el periodo posterior a la reanimación, tener experiencias oníricas o parecidas a sueños y tener experiencias cercanas a la muerte, como ver a seres queridos fallecidos.

Las dos primeras consistían principalmente en ser consciente de algo que ocurría a su alrededor durante la RCP, sentir algo en el pecho o recordar a familiares que decían su nombre.

"Sentía que alguien me hacía algo en el pecho. No sentía las compresiones en sí, pero notaba que alguien me frotaba bastante fuerte. Fue bastante doloroso", dijo uno de los participantes.

Las experiencias oníricas que relataron los participantes eran a veces aterradoras y a menudo se referían a figuras sin rostro, a que les señalaban con el dedo o a que se encontraban en un lugar cualquiera, como la casa de un desconocido.

Muchas de las experiencias cercanas a la muerte relatadas reflejaban cómo las vemos representadas a menudo en la cultura popular. Por ejemplo, un participante tuvo la sensación de atravesar un túnel y experimentar una abrumadora sensación de calma y consuelo.

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"Todas mis... preocupaciones, pensamientos, miedos y opiniones habían desaparecido", relató.

"Ya no estaba en mi cuerpo. Flotaba sin peso ni apariencia física. Estaba por encima de mi cuerpo y directamente debajo del techo de la sala de terapia intensiva", relató un superviviente.

Otro paciente dijo a los investigadores: "Me preguntaron si quería volver a casa o quería volver aquí. Les dije que mis dos hijos me necesitaban y que tenía que volver. De repente me encontré de nuevo en mi cuerpo, sintiendo que me dolían las articulaciones. Realmente no recuerdo lo que pasaba a mi alrededor en ese momento, solo que me dolía".

Otra persona explicó lo siguiente: "Recuerdo un ser de luz que estaba de pie cerca de mí. Se cernía sobre mí como una gran torre de fuerza, pero solo irradiaba calidez y amor... Vislumbré mi vida y sentí orgullo, amor, alegría y tristeza, todo vertiéndose en mí."

"Me pareció oír a mi abuela, que ya había fallecido, decir 'tienes que volver'", fue la historia de un superviviente.

Desde que se inventó la reanimación cardiopulmonar en 1960, millones de personas han relatado experiencias cercanas a la muerte, según declaró Parnia a la CNN. En los últimos 60 años, muchas personas han relatado experiencias similares, como ver una figura divina, contemplar su cuerpo y su entorno desde arriba y revisar moralmente su vida.