Los fundadores de startups israelíes van a la guerra: "Luchamos por nuestro hogar"

Alistair Barr,
Madeline Renbarger,
Samantha Stokes,
Tasmin Lockwood,
Riddhi Kanetkar
| Traducido por: 
Business Insider España
Empresas isrealíes

Noy Leyb; Ben Yellin; Itamar Friedman; Jenny Chang-Rodriguez/Insider

  • Israel ha declarado la guerra al grupo terrorista palestino Hamás tras violentos ataques en Gaza.
  • Más de 300.000 israelíes han sido llamados al servicio militar, entre ellos muchos trabajadores del sector tecnológico: Business Insider ha hablado con algunos de ellos.

Oren Kandel descuelga el teléfono a las 22:12, hora de Israel, aturdido. 

"No estoy seguro de que hoy sea miércoles", dice cuando Business Insider se pone en contacto con él por teléfono, haciendo una pausa para comprobar cuánto tiempo había pasado desde que Hamás atacó su país. "Sí, cuatro días. Ahora mismo no estamos funcionando en horario normal".

Kandel, de 46 años, es consejero delegado y cofundador de Munch, una startup con sede en Israel que utiliza la IA para encontrar y editar los fragmentos más atractivos de las secuencias de vídeo. 

En la madrugada del 7 de octubre, se despertó sobresaltado por el sonido de las sirenas. Vive en Gedera, una pequeña ciudad a unos 40 kilómetros al norte de Gaza, por lo que estos avisos se producen de vez en cuando. Como es habitual, se refugió en un lugar seguro. 

"Luego oímos otra sirena, y otra, y nos dimos cuenta de que se trataba de algo inusual", recuerda Kandel. "Entonces empezaron a sucederse las imágenes. Tantos actos inhumanos. Es incomprensible".

El domingo 8 de octubre, Kandel estaba dispuesto a presentarse voluntario y apoyar al ejército israelí, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI). Dice que cientos de miles de israelíes están haciendo lo mismo, incluidos otros fundadores de startups y CEO

Business Insider ha hablado con 15 emprendedores, inversores y empleados de startups cuyas vidas cambiaron de la noche a la mañana cuando Hamás lanzó un ataque terrorista contra Israel. Al día siguiente, Israel había declarado la guerra a Hamás tras uno de los días más mortíferos de su historia. Miles de israelíes y palestinos han muerto en los días posteriores al ataque inicial de Hamás mientras la guerra se intensifica.

Montones de emprendedores y trabajadores de diversas empresas han regresado a Israel desde sus hogares en el extranjero para tomar las armas y defender a su país. Otros han interrumpido o abandonado por el momento sus actividades empresariales, dedicando su energía a recaudar fondos y prestar otro tipo de apoyo al ejército y a los israelíes que están en el conflicto. 

"Hay que ser sensible a lo que está ocurriendo", dice Isaac Gili, CEO de la empresa de vídeo de inteligencia artificial generativa Shuffl, que se incorporó al servicio activo en el ejército israelí tras el ataque de Hamás. "La gente ha perdido familiares y amigos. No puedes volver y trabajar como si nada, no puedes programar cuando alguien ha muerto". 

Milicianos de Hamás en una imagen de archivo de 2018.

La llamada del deber

En Israel, el servicio militar es obligatorio para todos los ciudadanos mayores de 18 años. Los hombres deben servir en las FDI durante 32 meses y las mujeres durante 24 meses. Después, la mayoría de los israelíes pasan a la reserva militar hasta que cumplen 40 años y pueden ser llamados en casos de emergencia, como la actual guerra con Hamás.

Debido a la alta concentración de trabajadores tecnológicos en Israel, muchos de los más de 360.000 reservistas que han acudido al frente suelen dedicar su vida diaria a construir empresas tecnológicas e invertir en ellas. Pero como los trabajadores tecnológicos de Israel suelen ser jóvenes, muchos de ellos son los reservistas llamados al servicio activo, afirma Jon Medved, CEO de la empresa israelí de capital riesgo OurCrowd. 

"La realidad en Israel es que al menos una persona en cada empresa ha sido llamada a filas", dice David, un inversor de capital riesgo con sede en Israel que ha pedido no compartir su apellido por la seguridad de su familia. 

Cuando se produjo el ataque el sábado, David respondió a la llamada del comandante de su unidad esa misma mañana y llegó a la base a la 1 de la tarde para prestar servicio como médico, dice. 

"Te das cuenta de que esto no es normal", comenta. "Comprendes que algo está pasando. La respuesta del comandante de mi unidad fue no hacer nada durante una hora, quedarse quieto. La escalada fue muy rápida". 

Ese mismo día, Noy Leyb, de 32 años, estaba en Nueva York, ocupado en el desarrollo de su nueva empresa, BachPlace, una plataforma para organizar despedidas de soltera, junto con su cofundadora y socia desde hace tiempo, Danielle Eisenberg. El sábado por la tarde, Leyb ya estaba en un avión de vuelta a Israel para unirse a la lucha armada. 

"Es bastante extraño pasar de trabajar todas las horas que estás despierto a no preocuparte por nada más en el mundo", dice. Sus dos hermanos también han respondido a la llamada para servir como soldados. 

Mientras Leyb ha sido llamado a filas, Eisenberg ha interrumpido todas las operaciones de la empresa durante esta semana para recaudar fondos y buscar donaciones para los soldados y ciudadanos israelíes afectados por los atentados. 

"La semana que viene tengo un pitch del que me voy a retirar porque mentalmente no puedo estar allí sin él", explica. "El apoyo que he recibido me ha emocionado, honestamente". 

Eisenberg planea reanudar su startup la próxima semana. Antes, organizará una recaudación de fondos junto con otros 12 fundadores de startups el 21 de octubre: ha llamado a este gesto Proyecto de Ayuda a Israel. 

Un palestino se hace un selfie delante de un vehículo militar israelí en llamas tras ser alcanzado por tiradores palestinos infiltrados en zonas del sur de Israel,

Empresas que operan desde una zona de guerra

Para otras startups, el negocio ha continuado incluso cuando algunos empleados se dirigen al frente de batalla. "Por término medio, entre el 10% y el 25% de los empleados de una empresa han sido llamados a filas", explica Medved. 

Los emprendedores y empleados de startups están utilizando habilidades que emplean a diario como la resolución de problemas, la multitarea y el liderazgo durante la batalla. Algunos incluso atienden llamadas de Zoom en mitad del conflicto.

"Algunos son superhéroes porque van a luchar y luego, en sus descansos, están escribiendo emails o haciendo su programación o hablando con clientes", describe Medved. 

Incluso los que no están en servicio activo encuentran formas de ayudar. Kandel, que sirvió en el ejército israelí cuando era joven, decidió ofrecerse como voluntario. 

"Llamé a todos mis conocidos y les pedí que se unieran. Si te quedas en casa, no podrás concentrarte en tu trabajo igualmente, así que tienes que ayudar", explica. "Cuando llegué, había muchas otras personas en mi misma situación. Así es Israel. Luchamos por nuestro hogar".

Kandel trabajó en Microsoft en Israel durante una década, y después se incorporó a una de las agencias gubernamentales del país. En su perfil de LinkedIn figura una importante etapa como CTO en la oficina del primer ministro de Israel. Hace tres años, lo dejó para probar en el mundo del emprendimiento.

Kandel y otros voluntarios, entre ellos otro CEO de una startup y un socio de una empresa de capital riesgo, han puesto en marcha cinco proyectos diferentes para apoyar a los militares israelíes sobre el terreno.

Se niega a revelar el carácter de estos proyectos porque no quiere revelar información militar sensible. Sin embargo, dice que el trabajo implica tecnologías como el procesamiento de datos complejos y la ciberdefensa.

"Se sabe que en tecnología estamos muy avanzados en algunas áreas: en ciberinteligencia y recopilación de datos tecnológicos, por ejemplo. El resto lo pueden imaginar. Estamos aprovechando todo lo que está a nuestro alcance, y es mucho", comenta Kandel. 

Mientras presta ayuda a la respuesta militar de Israel, Kandel se apoya en su cofundador para dirigir la empresa con sede en Tel Aviv, que cuenta con 15 empleados, todos ellos en Israel. "Tengo la suerte de ser cofundador y no fundador único, así que confío en mi socio", explica Kandel. "Ellos lo dirigen y yo me quedo en un segundo plano".

Al final de cada jornada, antes de dormirse, Kandel se pone al día de todo lo que se ha hecho en Munch ese día, da su opinión y toma las decisiones que haya que tomar.

Soldados israelíes en la ciudad de Sderot, el 11 de octubre de 2023.

Para Or Shoval, cofundador y consejero delegado de la startup de tecnología sanitaria Remepy, la decisión de responder a la llamada a la lucha fue fácil.  "Nos llaman la nación startup, y esto es porque desempeñamos un doble papel: somos como la gente normal, pero al mismo tiempo somos defensores de Israel, tenemos esta responsabilidad", afirma. 

Mientras Shoval se dirige al frente en el sur de Israel, sus compañeros de equipo en Tel Aviv trabajan "día y noche" para garantizar que las operaciones sigan desarrollándose sin contratiempos. 

OncoHost, una empresa de biotecnología con sede en Binyamina, ya ha desplegado a varios empleados, entre ellos el jefe de Investigación y Desarrollo del equipo, Ben Yellin, según su CEO, Ofer Sharon. 

"El hecho de que tengamos un equipo con sede en EEUU nos ayuda mucho, pero aquí en Israel hemos tomado la decisión de seguir trabajando", dice. "Lo hacemos entre sirenas y cohetes y a pesar de las atrocidades que vemos y oímos cada día". 

La vida continúa en tiempos de guerra 

Mientras las familias lloran la pérdida de sus seres queridos y continúa la búsqueda de los que siguen perdidos, la vida sigue.

Itamar Friedman, cofundador de CodiumAI, de 41 años, ya había respondido a la llamada para servir en el ejército cuando se enteró de que su mujer iba a dar a luz a su tercer hijo. Se le concedió un permiso especial para abandonar su unidad para el nacimiento de su hijo, que nació el jueves por la mañana temprano, según explica. 

"Fue la primera vez que sonreímos desde el sábado", relata. "Creo que el médico dijo que yo era el primer padre que había ido a la sala de parto con un arma, una pistola, a un nacimiento". 

Nadie puede predecir cuánto durará esta guerra ni hasta qué punto afectará el conflicto al sector tecnológico israelí.  

Pero desde el sábado, la comunidad internacional de capital riesgo ha mostrado una avalancha de apoyo al país. Más de 200 empresas de capital riesgo han firmado una declaración conjunta en apoyo de Israel, y varias otras han manifestado su apoyo en redes sociales, entre ellas Lightspeed Venture Partners. GGV Capital e Insight Partners, entre otras grandes empresas, han empezado también a recoger donativos. 

"Es increíble ver cómo la gente se está uniendo", dice Eisenberg.

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