Ahora son las grandes empresas las que compran en el sector tecnológico en detrimento del capital riesgo, lastrado por la incertidumbre de la guerra

Satya Nadella, director ejecutivo de Microsoft.
Satya Nadella, director ejecutivo de Microsoft.

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  • Un informe de Alastra destaca cómo de las 25 mayores operaciones corporativas del año, el 60% la protagonizan grandes empresas.
  • Los fondos de capital riesgo pasan a un segundo plano debido a la volatilidad de las valoraciones y el encarecimiento de la financiación.

Está siendo una etapa convulsa. Las tecnológicas anuncian dolorosos recortes, con miles de despedidos. Al mismo tiempo, los datos constatan que en el mundo empresarial el dinero que se ha destinado este 2022 a operaciones corporativas —merge & acquisitions, M&A— ha crecido un 23%.

Fondos de capital riesgo están paralizando algunas operaciones cuando ven cómo la incertidumbre desbarata muchos de sus planes y la financiación se encarece por culpa de la invasión de Ucrania, y sin embargo algunas también reconocen que podrán aprovecharse de la casuística.

Ahora es Alantra, una firma de origen español especializada en servicios financieros, banca de inversión y gestión de fondos, la que retrata con un nuevo informe lo que está sucediendo en el mercado de las operaciones corporativas del sector tecnológico. Entienden que lo que se está viviendo en este mercado es "un ambiente darwiniano".

La era de levantar dinero fácil y rápido con una tecnológica ya ha terminado. Aquellas firmas que sigan priorizando su crecimiento por encima de la rentabilidad están en problemas. Por eso Alantra resume que son ahora aquellas grandes compañías "que siguen logrando atraer capital" las que usan esa financiación para "atraer el talento" de sus competidoras, cuando no comprarlas.

El papel de los fondos de inversión pasa ahora a un segundo plano. Las grandes tecnológicas vuelven a salir de compras y a protagonizar la mayoría de adquisiciones.

Varios datos que así lo revelan: de las 5 mayores compras de 2022, solo una —la adquisición de Twitter por Elon Musk— no la protagoniza una gran compañía. Además, han sido estos peces gordos corporativos los que han protagonizado el 60% de las 25 mayores compras del año.

Si la tabla se reduce a las 20 mayores operaciones del año, 12 las protagonizaban empresas y 8 fondos. En el top 10, los pujantes eran 6 empresas y 4 fondos.

Miguel Hernández, CEO de Banca de Inversión de Alantra, lo explica así: "Aunque en la mayoría de sectores se ha visto cómo los fondos de capital riesgo mantenían la cuota de mercado ganada en 2021, el sector tecnológico se ha convertido en 'terreno fértil' para grandes compañías, que han aprovechado la coyuntura para incrementar un 23% su inversión en M&A respecto a 2021".

Basta echar la vista atrás. Microsoft anunció la compra de Activision por 70.000 millones de dólares. La operación todavía no ha sido aprobada y no está exenta de polémica, la Unión Europea escrutará bien las consecuencias que una adquisición de ese calibre puede tener sobre la industria del videojuego.

Pero las colosales dimensiones del ejemplo sirven para hacerse una idea de lo que está sucediendo desde hace meses.

 

Una tendencia de 2021 que se ha consolidado en 2022

El papel que han asumido las grandes tecnológicas en la adquisición de compañías del sector no es algo inédito de 2022. Ya el año pasado, cuando solo habían pasado 9 meses del curso, estas multinacionales habían gastado 264.000 millones en pequeñas startups, registrando lo que entonces fue un récord. 

Ahora 2022 es el año de la consolidación de esta tendencia. Lo demuestran el anuncio de Microsoft sobre Activision en enero, la compra de VMWare por parte de Broadcom por 66.800 millones en mayo, el anuncios de Adobe sobre Figma por 20.000 millones o el intento de AppLovin sobre Unity por 15.000 millones, ambas en septiembre.

Son ejemplos de estos 'vientos de consolidación' que llegaron atenuados a España, pero llegaron, confirman desde Alantra. Este mismo año una joint venture entre Accenture y Microsoft compró una consultora tecnológica española, Kabel; y la española Qustodio fue adquirida por la australiana Family Zone también este mismo año.

Al mismo tiempo, los fondos se han visto obligados a paralizar operaciones por valor de 10.000 millones solo en España. El diario Expansión recogía como ejemplo los casos de Cepsa Química, Exolum, Planasa, Fini, Flex, GTT, Frías o In-Store Media: muchas de estas firmas debían haber transaccionado durante 2022.

La mayoría de estas compras las protagonizaba el capital riesgo, muy perjudicado por la inflación, el endurecimiento y encarecimiento de la financiación y la volatilidad de las valoraciones de muchas de estas firmas.

A río revuelto, ganancia de pescadores

En 2022 las grandes multinacionales tecnológicas se han abierto paso en el mercado de las M&A superando así el rol que desempeñaban hasta ahora los fondos de inversión. 

Desde Alantra identifican varias posibles razones: desde la disminución de actividad de los fondos frente a 2021 "fruto del encarecimiento" de la financiación, a la menor disponibilidad de alternativas para financiar compras de compañías apalancándolas —emplear instrumentos de deuda que ir pagando con los ingresos y beneficios que obtengan las firmas adquiridas—.

Otras razones se encaminan más a la volatilidad de las valoraciones y la presión en sus portfolios. Ya no es solo la incertidumbre macroeconómica y cómo ha afectado esto al sector financiero: la tormenta perfecta también azota en la industria tecnológica con las grandes compañías despertándose del sueño empresarial que les supuso el confinamiento durante la pandemia.

Aunque las tecnológicas estén ahora despertándose de ese sueño, siguen teniendo "abundantes posiciones de liquidez y acceso al capital", con lo que ahora están pudiendo acceder a "oportunidades de consolidación" a "valoraciones más atractivas que ahora hace un año". A río revuelto, ganancia de pescadores.

"La corrección en las valoraciones y en mayor coste del capital ha reducido la competencia en las operaciones tecnológicas", recuerda Hernández, de Alastra. "Esto genera oportunidades para ciertos grupos que tienen distintas vías de financiación y una sólida posición de balance".

Mientras que para los fondos el M&A es una forma de inversión, para los grandes conglomerados multinacionales son "una vía rápida para incorporar talento especializado o nuevas tecnologías y así acelerar sus procesos de innovación, incorporar nuevos negocios o proteger sus flujos de ingresos", desgrana el especialista.

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