España aumentó en un 55% las importaciones de gas ruso y en un 113% las procedentes de Estados Unidos en 2022

Un buque de Gazprom en el mar Báltico cerca de Kaliningrado.

Reuters

  • Las compras de gas ruso por parte de España pasaron de 36.197 GWh en 2021 a 56.021 en 2022, según las estadísticas de la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores).
  • También aumentaron las importaciones desde Estados Unidos, a la vez que disminuían considerablemente las provenientes de Argelia. 

La dependencia española del gas ruso era inferior a la que tenían países como Alemania, Chequia, Eslovaquia, Hungría o Italia. De ahí que siempre se haya dicho que un hipotético corte total del grifo por parte de Putin sería más fácilmente superable por España. 

Lo que no es óbice para que también haya que hacer esfuerzos en pos de reducir las compras a Rusia. Sin embargo, a tenor de las cifras de importaciones de gas natural por países en 2022, que acaba de hacer públicas la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (Cores), este empeño —en caso de que se esté llevando a cabo— no está dando sus frutos. 

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En 2022, España importó 56.021 GWh de gas ruso, lo que supone un aumento del 54,8% respecto a los 36.197 que se compraron en 2021. 

Desde el Gobierno de la nación, como ya se apuntó en Business Insider España, dejan claro que son acuerdos a los que llegan empresas privadas y que el Ejecutivo no tiene competencias en ese asunto, aunque reconocen que no les "hace gracia" y recuerdan que la ministra Teresa Ribera ya le ha pedido a las empresas que tengan cuidado. 

Subrayan, no obstante, desde el Ministerio para la Transición Ecológica, que no se van a tomar medidas: "Nosotros no podemos decirle a las empresas lo que tienen que hacer".

Aumentan las importaciones de Estados Unidos y disminuyen las de Argelia

Si las compras de gas ruso han tenido un notable incremento, mucho más han crecido las importaciones procedentes de Estados Unidos: de los 60.646 GWh de 2021 a los 128.917 del año pasado, es decir, un aumento del 112,6%.

En total, España ha importado 446.208 GWh de gas natural, lo que implica un aumento del 7,4% respecto a 2022. Las compras a Rusia y Estados Unidos han aumentado considerablemente, por lo tanto, ¿a quién le ha dejado España de comprar gas? Como era de prever, a Argelia. En el año recién terminado, las compras de gas argelino descendieron en un 40,2% (de 177.990 a 106.499 GWh). 

 

A nadie se le escapa que uno de los motivos es el deterioro de las relaciones institucionales entre ambos países a raíz de la carta enviada por Pedro Sánchez al rey de Marruecos, Mohamed VI, apoyando la propuesta de que el Sáhara Occidental se convirtiera en una autonomía marroquí.

De hecho, desde el Gobierno reconocen que el cierre del gasoducto del Magreb, por la inestabilidad política entre España y Marruecos, ha afectado. Actualmente, señalan, el gas que llega de Argelia lo hace por el Medgaz. Además, el del Magreb se ha reabierto, pero en sentido contrario: es España quien envía gas a Marruecos.

Del gas natural al licuado

El cambio de proveedores no solo afecta al origen del gas natural que llega a España, sino también a la forma en la que este se recibe. A diferencia del que viene de Argelia, que en su mayoría es gas natural en estado gaseoso, el gas ruso y el proveniente de Estados Unidos es, en su totalidad, licuado. 

Esto ha hecho que las compras de gas natural licuado de España hayan aumentado un 40,8% en 2022, mientras que las adquisiciones en estado natural han disminuido en un 32,7%.

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Y todo ello a pesar de que, como afirma María Ángeles Ruiz Ezpeleta, profesora en EAE Business School, el licuado sea más caro y contaminante: por el proceso de licuado, por el transporte y por la regasificación posterior. 

No tiene sentido, asegura, que España compre tanta cantidad, "Alemania lo necesita, porque dependía de Rusia, pero España no, solo se hace por seguir los dictados de Europa". Todo esto, agrega, hace que se siga apostando por los combustibles fósiles, cuando hay que hacerlo por las energías renovables. 

Yolanda Moratilla, presidenta del Comité de Energía del Instituto de la Ingeniería de España (IIE), recuerda, como hace el Gobierno, que son contratos que firman las compañías: "El de Argelia se ha firmado hace poco y nos han subido el precio, pero eso era algo esperable". 

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El gas que envía este país, explica, tiene que estar dentro de unos rangos, y Argelia se está yendo a la parte inferior de la horquilla, pero siempre dentro de lo acordado. "Debido a las malas relaciones con España, ahora su socio preferente es Italia". 

Esto ha provocado que la demanda de gas en España sea mayor de lo que nos llega por gasoducto, y eso obliga a buscarlo en otros países, sobre todo, en Estados Unidos. 

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