¿Si no es un gasoducto, por qué transporta gas? Varios expertos cuestionan el BarMar, el corredor de energía verde entre España y Francia

Emmanuel Macron y Pedro Sánchez, presidentes de Francia y España, respectivamente.
Emmanuel Macron y Pedro Sánchez, presidentes de Francia y España, respectivamente.

Pool Moncloa / Fernando Calvo. La Moncloa, Madrid

  • Los expertos en energía y economía del Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero plantean muchas dudas sobre el gasoducto BarMar.
  • Si el H2Med —denominación actual del BarMar— es un conducto de hidrógeno verde, debe construirse con ese propósito y no con el de llevar gas natural.

Es un corredor de energía verde que transportará gas. O un gasoducto que llevará energía verde. La contradicción es intrínseca a la explicación y, aunque los países defensores del proyecto BarMar se afanen en darle lógica al asunto, está verdaderamente cogido con alfileres. 

De hecho, en un nuevo análisis de los expertos en energía y economía del Instituto de Economía Energética y Análisis Financiero (IEEFA, por sus siglas en inglés) se preguntan si esto no es un gasoducto disfrazado.

El BarMar —ahora denominado H2Med— unirá España y Francia (concretamente Barcelona y Marsella), y se espera que comience a funcionar en 2030, aunque los países implicados no han confirmado un calendario del proyecto. 

¿Es un gasoducto?

El calendario no es la única preocupación, apuntan desde IEEFA, porque han surgido importantes incertidumbres en relación con la finalidad, la demanda, la tecnología, los costes, la financiación y la necesidad general del mismo.

A pesar de que su nombre sugiere que se trata de un proyecto de hidrógeno, se espera que el H2Med comience a funcionar transportando gas natural a Alemania y Europa Central a través de Francia como "una fuente de energía temporal y transitoria". 

Esta estructura también ayudará a compartir las capacidades de gas natural licuado (GNL) entre los países europeos. A largo plazo, Francia, España y Portugal tienen la intención de adaptar el H2Med para el transporte de hidrógeno verde, aunque el calendario es incierto.

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En un intento de asegurar el apoyo al proyecto, los defensores del H2Med lo describen como un "corredor mediterráneo del hidrógeno" que podría incluir también a Italia y, potencialmente, a otros países vecinos. 

Muy claro al respecto de la viabilidad de este gasoducto es el profesor de Ingeniería Mecánica de la Universidad de Cambridge, David Cebon. Para él, "vincular la justificación de las nuevas infraestructuras de gas al futuro uso del hidrógeno, antes de que tengamos claro de dónde vendrán tanto la demanda como el suministro de hidrógeno, es irresponsable".

Cebon sostiene que hay que "desvincular las infraestructuras de gas de las futuras infraestructuras de hidrógeno. El gas y el hidrógeno son moléculas completamente diferentes, que no siempre se utilizarán para los mismos usos finales y no son intercambiables, así que no tratemos sus infraestructuras de esta manera".

El H2Med como corredor de gas hacia Alemania: ¿es necesario?

Alemania, recuerdan en el análisis, ha sido una firme defensora del H2Med, al considerarlo una solución para mejorar su propia seguridad energética. Pero, se cuestionan, ¿ayudará este gasoducto a aliviar la presión sobre el mercado alemán del gas?

En los últimos meses, afectados por la reducción del suministro de gas y los elevados precios de la energía, Alemania ha registrado un menor consumo de gas en comparación con años anteriores.

Esto es debido a la destrucción de la demanda de gas, a un clima inusualmente suave, a la reducción y/o sustitución voluntaria del consumo de gas, así como a la electrificación de algunos sectores, como la instalación de bombas de calor en zonas residenciales. En consecuencia, las importaciones alemanas de gas se han reducido drásticamente. 

 

Además, es importante señalar que Alemania dispone actualmente de capacidad excedentaria en toda su infraestructura existente. 

Un reciente comunicado de ACER muestra que, aunque el gasoducto entre Bélgica y Alemania se encuentra al 100% de su tasa de utilización, hay un 45% de capacidad sobrante en el gasoducto entre los Países Bajos y Alemania y un 20% de capacidad sobrante en la conexión entre Noruega y Alemania.

Para la investigadora de Clima y Energía del Instituto para el Desarrollo Sostenible y las Relaciones Internacionales (IDDRI por sus siglas en inglés), Ines Bouacida, "el hecho de que el BarMar sea un proyecto a largo plazo también sugiere que tendría poco interés en el transporte de gas natural para diversificar las fuentes de gas y que sólo sería relevante para el transporte de hidrógeno". 

Todavía no está claro, agrega, si será atractivo transportar hidrógeno entre la Península Ibérica y Francia. La producción de hidrógeno con bajas emisiones de carbono es actualmente casi inexistente, y los canales de consumo están todavía en parte por construir, aunque parece claro que el hidrógeno se utilizará principalmente para la eliminación del carbón en la industria

Por lo tanto, "las zonas de producción y de consumo están aún en fase de definición, lo que dificulta la planificación de las infraestructuras de transporte", destaca.

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Bouacida sostiene también que, aunque el BarMar es similar en apariencia al MidCat, el proyecto plantea cuestiones diferentes, lo que sugiere que el BarMar se completará más tarde de lo que se habría implementado el MidCat

Este es significativamente más largo y el hecho de que pase por debajo del mar plantea importantes problemas técnicos y de biodiversidad y muy probablemente aumenta los costes de realización. 

Por lo tanto, aclara, "todavía no se sabe si el proyecto seguirá adelante, lo que dependerá de las evaluaciones de viabilidad técnica y financiera de los países implicados (el MidCat fue rechazado por los reguladores franceses, entre otras cosas, por considerarlo poco rentable)". 

El gasoducto BarMar, ¿un costoso activo varado?

Tanto España como Francia, señalan, prevén que la construcción del H2Med llevará al menos entre 7 y 8 años y podría estar lista en 2030. Con este calendario, el H2Med no constituirá una solución a la actual crisis energética

Si el consumo de gas en Alemania y otros países europeos sigue reduciéndose, como ha sucedido en los últimos meses, los flujos de gas que transiten por el gasoducto H2Med no serán necesarios y es probable que el proyecto se convierta en un costoso activo varado.

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Se espera que la demanda de gas prevista en la UE para 2030 se reduzca al menos un 30% respecto a los niveles de 2019 si se aplican todas las medidas de Fit-for-55 y las propuestas de REPowerEU. Si este es el caso, la demanda alemana de gas no debería ser una consideración real para la construcción del gasoducto H2Med. 

Para más inri, indican, la adaptación del H2Med para transportar hidrógeno verde a Francia a largo plazo se basa en el supuesto de que España y Portugal podrán producir suficiente hidrógeno renovable para satisfacer la demanda interna y tener un excedente para la exportación.

 Ambos países han aumentado su generación de energía renovable, pero esto podría no ser suficiente. 

Si el H2Med es un conducto de hidrógeno verde, debe construirse con ese propósito

El H2Med, comentan en el análisis de IEEFA, tendrá que adaptarse técnicamente para pasar de transportar gas a transportar hidrógeno verde, lo que podría ser costoso y muy específico, ya que debe hacerse caso por caso. 

Si la intención es mezclar hidrógeno verde con gas natural, las investigaciones sugieren que sólo podría mezclarse con seguridad un 20% de hidrógeno, y en este caso las emisiones se reducirían entre un 6% y un 7%. 

Si la intención es que el H2Med sea un conducto de hidrógeno verde, y no un gasoducto, entonces debería construirse con ese fin.

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Los estudios han revelado que los combustibles a base de hidrógeno deberían utilizarse principalmente en sectores como la aviación o los procesos industriales que no pueden electrificarse. 

El uso de combustibles a base de hidrógeno en lugar de alternativas de electrificación directa requiere de 2 a 14 veces la cantidad de generación de electricidad dependiendo de la aplicación y de las respectivas tecnologías.

Los expertos también sugieren que transportar hidrógeno a grandes distancias es potencialmente peor para el clima que quemar gas natural y, por lo tanto, es mejor producir hidrógeno cerca de donde se encuentra la demanda. 

Producir hidrógeno localmente ayudará a reducir la dependencia energética y mejorará la seguridad del suministro allí donde más se necesita.

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