Las entrevistas de trabajo suelen seguir una estructura común: primero el reclutador realizará una serie de preguntas al entrevistado, charlarán durante unos minutos y le explicarán su puesto, sus responsabilidades, los valores y la posición de la empresa en el mercado. 

Muchos entrevistadores dejarán también unos minutos al final para que las personas puedan realizar preguntas. Esta fase, aunque no lo parezca, puede ser una de las más importantes de cara a conseguir un puesto.

Nolan Church, antiguo reclutador en DoorDash y Google, es actualmente director ejecutivo de mercados en Continuum y ha revelado el tipo de preguntas que no le gustan a los entrevistadores, según ha informado CNBC Make It.

Evita preguntas superficiales

Church ha explicado que uno de los errores más graves de los entrevistados en la fase de preguntas es elaborar cuestiones demasiado superficiales.

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Algunas de las preguntas más comunes son "cuál es la parte más compleja de mi trabajo" o "cuál es el proyecto más complejo". El rol del empleado en la empresa es importante, así como sus responsabilidades, pero puede denotar cierta dejadez o falta de preparación.

Preguntar una información que previamente ha expuesto el reclutador

Durante la charla entre ambas partes, el reclutador puede aportar información relevante: departamento en el que trabajará, personas a su cargo, rango salarial, etc.

El entrevistado debe estar especialmente atento para evitar repetir información que ya le han proporcionado. Esto daría una sensación de desinterés y denota poca profesionalidad, asegura Church.

Comparar varios roles antes de hacer la entrevista

Es recomendable acudir a una entrevista de trabajo con la mayor información acerca de la empresa. "Tómate un tiempo para examinar el sitio web de la empresa y su página de LinkedIn", aconseja Church. 

El reclutador ha asegurado que es importante conocer el puesto dentro de la empresa de la persona que te está entrevistando, así como tener una breve idea de su trayectoria profesional.

Esta preparación previa permitirá que el entrevistado pueda realizar preguntas con mayor profundidad. El reclutador pensará que es una persona minuciosa y preocupada por hacer bien su trabajo, lo que le hará ganar puntos frente a otros candidatos, ha explicado Nolan Church a CNBC Make It.