• El tribunal belga que decidirá si ejecutar o no la euroorden de detención y entrega de Puigdemont ha concedido un nuevo plazo al expresidente de la Generalitat para que prepare su defensa.
• La vista en la que se decidirá si el político fugado de la justicia española en 2017 regresará o no al país con la colaboración de las autoridades belgas.
• Lo ha adelantado el diario el diario El Paísen la mañana de este martes: es la primera vez que la Fiscalía belga acepta los argumentos de la Justicia española.
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El expresidente de la Generalitat de Cataluña, Carles Puigdemont, sabrá a mediados de diciembre si será extraditado o no a España. Este martes ha comparecido a puerta cerrada en el tribunal belga que dirime sobre la euroorden que impulsó el juez instructor de la causa soberanista en el Tribunal Supremo, Pablo Llarena.

Después de que a mediados de octubre el Supremo publicara la sentencia sobre el procés, con penas de entre 9 y 13 años de cárcel para varios de los acusados por delitos de sedición y malversación, Llarena impulsó una nueva orden europea e internacional de detención y entrega contra el político fugado desde 2017.

Puigdemont declaró acompañado de sus abogados días después, y rechazó su entrega a España. La salvedad es que en esta ocasión, la Fiscalía belga ha aceptado los argumentos de la Justicia española, y Europa Press adelantó que el Ministerio Fiscal apoyaría la entrega del político.

No obstante, este martes el tribunal belga de instrucción que dirime si entregar o no a Puigdemont a las autoridades españolas le ha concedido un plazo de varias semanas, hasta el 16 de diciembre, para que las defensas preparen su respuesta.

Así lo ha confirmado el propio Puigdemont asistido por sus letrados al salir del tribunal belga, según ha adelantado esta mañana el diario El País.

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No es la primera vez que la Justicia española solicita una euroorden de detención y entrega contra Puigdemont desde que se fugase del país en octubre de 2017. Sobre el expresidente, que reside en una mansión en Waterloo, ya pesó una euroorden instada por la Audiencia Nacional.

En aquel caso, la Fiscalía belga aceptó extraditar a Puigdemont por rebelión y sedición, pero no por prevaricación.El Supremo suspendió la euroorden al considerar que Puigdemont podría regresar a España pero la acción de la Justicia española se vería limitada, y sería un agravio para el resto de procesados.

Ahora que la sentencia del Supremo sobre el procés ya ha dejado condenas únicamente por sedición y malversación, la posibilidad de entregar a Puigdemont a las autoridades españolas tiene el camino despejado.

Todo, siempre y cuando la Justicia española remita sus autos y escritos en inglés: la Fiscalía belga ya solicitó hace unas semanas al Supremo que tradujesen la euroorden que remitieron a Bélgica en español.