El boom de los negocios de empanadillas: ¿por qué cada vez encuentras más locales de este tipo en tu ciudad?

Renovarse o morir es un lema a seguir a la hora de emprender un nuevo negocio. Si bien es cierto que el sector de la hostelería permite una mayor flexibilidad para experimentar cambios de tendencia. 

En una sociedad cada vez más globalizada y en la que se buscan nuevos sabores y experiencias, sumados al buen servicio, la calidad del producto y el rápido consumo, el negocio de las empanadillas argentinas se ha convertido en una opción muy rentable.

En un principio se pensaba que podía ser una estrategia económica efímera, que tendría los días contados. Pero su paulatina evolución, la irrupción de nuevas marcas, la apertura de nuevos locales y su presencia en los canales sociales, demuestra que este sector ha sabido adaptarse a las nuevas tendencias gastronómicas y a las necesidades de los consumidores.

No obstante, si no quiere dejar de ser rentable y convertirse en una burbuja que acabe desinflándose con el paso de los años, tal y como le ha ocurrido a otros negocios gastronómicos peculiares como los yogures helados o los postres con formas sexuales, lo ideal será que se reinvente y opte por productos de mayor calidad (tipo Premium) y colaboraciones con grandes chefs. Pero en cualquier caso, no deberá perder su sello y convertirse en un simple ‘bar de pintxos’ de España.

Desde que en 2016, la firma Chipa llegase al territorio nacional con un concepto revolucionario en materia gastronómica, el negocio de las empanadillas argentinas no ha dejado de crecer. Rara es la gran ciudad que no cuenta en sus principales arterias con alguna tienda de estas características.

A Chipa le han seguido otras tiendas como Malvón, Las Muns o La Tita de Buenos Aires, entre otras. Las empanadas argentinas, elaboradas al método tradicional, están de moda debido a su exquisitez y amplia variedad de sabore. Incluso han conseguido abrirse hueco como negocio delivery, siendo una alternativa real.

Las empanadillas, un producto rentable

El precio de las empanadillas argentinas es plenamente asequible. Sin ir más lejos, cada pieza de las empanadas Malvón pesa unos 100 gramos y su precio medio ronda los 3,20 euros (32 euros el kilo). 

Si se compara con el coste de una empanada de atún tradicional en comercios clásicos gallegos, su precio es elevado, pues el de esta suele rondar entre los 10 y los 24 euros el kilo. 

Por tanto, lo que hace triunfar a las empanadillas argentinas es precisamente su formato, rápido, ágil y sencillo. 

En el estilo de vida actual en el que priman las prisas, pero comer bien y barato, las empanadas argentinas cumplen esos requisitos. De ahí que se vaticine un futuro optimista para este negocio.

Por qué triunfan los negocios de venta de empanadillas

Las claves del éxito del negocio de las empanadillas, que demuestran que su boom es sinónimo de rentabilidad y no de burbuja, son la facilidad de transporte y consumo, los bajos costes de producción y la oportunidad real que supone emprender un negocio sin grandes inversiones económicas.

Es un negocio rentable porque es fácilmente escalable. Presenta una baja inversión en infraestructura, maquinaria y licencias, ya que con un simple horno de regeneración se puede empezar a trabajar. Tampoco precisa de grandes superficies, por lo que pueda centralizar toda su producción en uno o varios obradores y distribuirla por diferentes locales. 

La primera clave por la que triunfan los negocios de empanadillas argentinas es el producto. Es casero y variado, eliminando la opción de recurrir a empanadas congeladas. Cuanto más se investigue en la combinación de nuevos sabores y proporciones, más éxito se conseguirá entre los clientes.

Otro factor determinante es el local. Esto negocios de empanadillas son rentables y viven un auténtico boom debido a que son una opción cómoda y rápida para comer en cualquier momento, recurriendo a ellos porque se ubican en zonas de amplio tránsito de personas. No hacen falta grandes dimensiones, sino un buen servicio personalizado.

También hay que tener en cuenta los recursos indispensables que hacen triunfar a este negocio. Aquí se hace alusión a la inversión inicial en herramientas y mobiliario para cocinar las empanadas argentinas. La rentabilidad se obtendrá a corto-medio plazo.

Además, el negocio de las empanadillas argentinas triunfa porque se ha adaptado a las plataformas de delivery. No obstante, valoran muy bien previamente factores como las comisiones o los tiempos de preparación de pedidos para alcanzar la máxima rentabilidad posible y optimizar la división de pedido a domicilio.

La expansión de las empanadillas

Malvón llegó en 2017 y logró doblar su número de tiendas en 2021 y 2022, llegando a nuevas ciudades como Cartagena, Jerez de la Frontera o Bilbao, entre otras. Las Muns lograron en 2022 abrir una decena de nuevos locales y en 2023 prevén nuevas aperturas. En 2024 prevén una facturación de 10 millones de euros. Por su parte, La Tita de Buenos Aires, con siete tiendas en Madrid y una en Málaga, atraviesa un gran momento de forma en la actualidad. 

Por su parte, la franquicia Tío Bigotes vende unas 100.000 empanadas argentinas al mes en sus 18 establecimientos, mientras que Sabores Express factura unos 7 millones de euros en España en solo diez meses desde su irrupción.

Todo ello demuestra que se trata de un sector en expansión, sin límites y altamente rentable. No obstante, nunca debe perder su sello de calidad, artesanía y servicio rápido y personalizado si no quiere morir de éxito.