La farmacéutica Lilly consigue retrasar el deterioro cognitivo del alzhéimer un 35%: así beneficia este medicamento experimental a los pacientes

alzheimer, cerebro, médico
  • La farmacéutica Lilly ha publicado los datos completos de la fase 3 de un nuevo medicamento contra el alzhéimer, el donanemab.
  • El tratamiento, que se centra en las placas amiloides, desaceleró el deterioro cognitivo e en un 35 % en pacientes en etapas tempranas. También redujo en un 40% deterioro en la capacidad para realizar las actividades de la vida diaria.
  • Sin embargo también se registraron efectos secundarios graves y en última instancia la enfermedad no se logra detener.

La farmacéutica Lilly señala la efectividad de su fármaco experimental donanemab contra el azlhéimer. Según los resultados de su estudio de fase 3, que aún no se han publicado ni han sido revisados por pares, el tratamiento retrasó en un 35% el deterioro clínico de pacientes en fase inicial de la enfermedad.

El ensayo se realizó en más de 1.700 pacientes durante 18 meses. De acuerdo con lo publicado, el 47% de los participantes que recibieron el medicamento no sufrieron un empeoramiento de la gravedad de la enfermedad, en comparación con el 29% del grupo placebo. Asimismo donanemab redujo en un 40% el deterioro de la capacidad para realizar actividades de la vida diaria. 

A tenor de estos resultados, la compañía asegura que procederá a la presentación de solicitudes reglamentarias a nivel mundial "lo antes posible". Prevé presentar una petición de aprobación a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) este mismo trimestre.

Sin embargo, los resultados preliminares de donanemab también revelan serios efectos secundarios a tener en cuenta frente a los modestos beneficios que plantea el fármaco. Durante el ensayo se produjeron 3 muertes, 2 de las cuales se atribuyeron a inflamación cerebral o a microhemorragias que podrían estar vinculadas al medicamento.

La proteína amiloide, diana de algunos de los fármacos más prometedores contra el alzhéimer

Donanemab se centra en la hipótesis de la proteína amiloide: una teoría según la cual la acumulación de beta-amiloide en el cerebro podría ser la responsable de que se desencadene el alzhéimer. En los últimos años este ha sido el objetivo de algunos de los tratamientos más prometedores contra la enfermedad.

"Los efectos son muy similares a los de otros ensayos recientes con fármacos que actúan sobre la misma diana, y muestran una notable coherencia en la capacidad de ralentizar el deterioro cognitivo en la enfermedad de Alzheimer temprana en torno al 30-35% con fármacos que reducen los niveles de amiloide", asegura Tara Spires-Jones, subdirectora del Centre for Discovery Brain Sciences de la Universidad de Edimburgo, en declaraciones a Science Media Center España.

El medicamento se administra mediante infusión una vez al mes. Según el comunicado, la capacidad de donanemab para eliminar la proteína amiloide permitió que el 52% de los pacientes del ensayo dejara de tomar el medicamento al año, y el 72% lo hiciera a los 18 meses.

En el ensayo, los investigadores dividieron a los participantes en 2 grupos, separados por los niveles de una proteína cerebral conocida como tau

A diferencia de la beta amiloide, que forma placas fuera de las células cerebrales, la tau lo hace dentro de las neuronas, vinculando su presencia a un estado más avanzado de la enfermedad. El equipo de Lilly predijo que las personas con niveles más elevados de tau responderían peor al tratamiento con anticuerpos. 

 

Se observó una ralentización del 35% en el deterioro cognitivo y funcional en el grupo con niveles intermedios de tau. Es decir que en esos 18 meses de estudio, la enfermedad no progresó tanto, por lo que los pacientes conservaron durante más tiempo sus habilidades para hacer actividades como mantener una conversación, gestionar sus finanzas o conducir. 

Cuando se tuvo en cuenta el grupo con niveles más altos de tau, la reducción del deterioro pasó a ser del 29%, cifra similar a los resultados  mostrados a finales de año por otro fármaco prometedor, el lecanemab.

Los resultados deben ser observados con cautela

Sin embargo, estos resultados alentadores deben ser asumidos con cautela, según algunos expertos. Como enfatiza Jina Swartz Directora médica de Exciva en Science Media Centre Reino Unido, es importante entender que estas terapias "no impedirán la progresión de la enfermedad en última instancia"

También es clave ver en la práctica qué significa para el paciente esa ralentización del deterioro cognitivo y cuál es su magnitud clínica. “En enfermedades degenerativas no se habla de mejoría porque es una enfermedad progresiva", matiza a El País Albert Lleó, jefe de Neurología del Hospital Sant Pau de Barcelona. 

Para hacerse una idea, "con el lecanemab, que reducía un 27% el deterioro cognitivo, se decía, para que se entendiese mejor, que es como que retrasa la evolución de la enfermedad seis meses”, apunta el neurólogo.

A lo que cabe sumar el potencial riesgo que conllevan los anticuerpos dirigidos contra la amiloide. Lecanemab se ha relacionado con varias muertes y casos de daño cerebral grave, así como con inflamación y hemorragia cerebrales menos serias.

En su comunicado Lilly informó que una forma de inflamación cerebral conocida como ARIA-E se detectó en el 24 % de los pacientes que recibieron su medicamento, y alrededor del 6% informó síntomas. 

Una afección más grave que implica microhemorragias, conocida como ARIA-H, afectó al 31,4 % de aquellos que tomaron  donanemab, frente al 13,6 % de los grupos de placebo. La compañía también reconoce que la incidencia de ARIA "grave" fue del 1,6 %.

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