Llega el fin de las mascarillas pero hay algunas excepciones en las que seguirán siendo obligatorias

3 años después de la aparición del COVID-19 en marzo de 2020, el Consejo de Ministros aprobó el el marte el fin de la finalización de la situación de crisis sanitaria ocasionada por la COVID-19. Y con ello de todas las medidas extraordinarias acordadas para abordar esa situación de emergencia. Lo que conlleva por tanto el fin del uso de la mascarilla en los espacios donde aún seguía vigente. 

La medida entra en vigor hoy 5 de julio con la publicación del real decreto en el Boletín Oficial del Estado (BOE). Según se recoge en la Orden SND/726/2023 ya no será obligatorio llevar mascarilla en lugares que hasta la fecha seguían requiriendo su uso, como centros de salud, hospitales, farmacias y centros sociosanitarios.

La mascarilla ha sido una de las principales medidas de prevención durante la pandemia, al ayudar a reducir contagios. De ahí que su retirada haya sido progresiva, en base a  la situación epidemiológica del COVID-19. Primero se retiraron en espacios al aire libre, para después dejar de ser obligatoria en la mayoría de interiores como bares, restaurantes o tiendas, tras esto fue el turno del transporte público.

Dónde seguirá siendo obligatoria la mascarilla

Las mascarillas seguirán siendo obligatorias en aquellos espacios que ya lo eran antes de la crisis del COVID. Esto incluye zonas hospitalarias con pacientes críticos o inmunodeprimidos, quirófanos y Unidades de Cuidados Intensivos (UCI).

No obstante el acuerdo del Consejo de Ministros insta a la ciudadanía y a las autoridades sanitarias a mantener la cultura de responsabilidad adquirida en los últimos años. 

"La utilización de las mascarillas, así como de otras medidas higiénicas que se pusieron en marcha, deben seguir presentes en nuestras vidas, en el día a día, para todas aquellas personas que tengan síntomas de infección respiratoria", reiteró el ministro de Sanidad, José Miñones, durante la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.

No significa que sea obligatorio, sino que se anima o aconseja su uso ante síntomas de infección respiratoria cuando se está en espacios compartidos para reducir el riesgo de contagio a otras personas.  Las recomendaciones de los expertos también incluyen a los profesionales que atienden a casos sintomáticos además de a las personas que trabajan en las UCI y en unidades con pacientes vulnerables.