El COVID prolongado puede causar fatiga y afectar al funcionamiento diario de una persona más que algunos tipos de cáncer

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  • Un estudio señala que la fatiga causada por COVID pronlongado puede afectar al funcionamiento diario de una persona en mayor grado que algunos tipos de cáncer. 
  • La incapacidad de las tareas diarias asociada a este síndrome, que afecta a 2 millones de personas en nuestro país, fue comparable al de pacientes que han sufrido un ictus o padecen la enfermedad de Parkinson.

Se estima que, uno de cada 10 contagiados por COVID tiene después COVID persistente. Es decir que sigue experimentando síntomas tiempo después de haber superado la enfermedad. Lo que se cifra en unos 2 millones de españoles y más de 17 millones de personas solo en la región europea de la Organización Mundial de la Salud.

También conocido como long COVID o COVID prolongado, se manifiesta como un conjunto sintomático multiorgánico que se extiende más allá de las 4 e incluso 12 semanas de la enfermedad. De hecho, algunos síntomas podrían aparecer hasta entre 6 meses y un año después

De lo que se conoce hoy, se sabe que puede afectar a los recuperados, independientemente de la gravedad de su caso y de las comorbilidades previas. Una radiografía más detallada muestra que principalmente se da en mujeres y en pacientes con una media de 43,3 años de edad. 

Los síntomas más frecuentes entre son la fatiga, el malestar general y la disfunción cognitiva. Sin embargo se ha llegado a relacionar con más de 200 afecciones.

"La fatiga parece ser el síntoma dominante que afecta a la capacidad de funcionamiento cotidiano de los pacientes con COVID prolongada y, por tanto, es un aspecto importante para la atención clínica y el diseño de los servicios de rehabilitación", afirma Henry Goodfellow del departamento de Atención Primaria y Salud de la University College en The Conversation.

Su investigación, publicada en BMJ Open y financiada por el Instituto Nacional de Investigación Sanitaria y Asistencial (NIHR) de Reino Unido, examina el impacto de este síndrome en las vidas de más de 3.000 pacientes remitidos a una clínica de COVID prolongado.

Tras analizar sus primeros datos, el estudio ha descubierto que el COVID prolongado puede causar fatiga y afectar al funcionamiento diario de una persona más que algunos tipos de cáncer.

La calidad de vida relacionada con la salud es peor que la de personas con cánceres metastásicos avanzados

Para la investigación se pidió a los pacientes que rellenaran cuestionarios en un aplicación sobre cómo les estaba afectando el COVID persistente, teniendo en cuenta el impacto en sus actividades cotidianas, niveles de fatiga, depresión, ansiedad, disnea, niebla cerebral y su calidad de vida.

William Henley y Sarah Walker, de la Universidad de Exeter, analizaron los datos de los cuestionarios cumplimentados por los 3.754 primeros pacientes que utilizaron la aplicación.

"Descubrimos que muchos de los pacientes con COVID prolongado se encontraban gravemente enfermos y, a menudo, sus síntomas les impedían realizar actividades cotidianas como tareas domésticas sencillas o cuidar de otras personas", señala Goodfellow en el artículo.

 

El grado de afectación en este sentido era comparable al de los pacientes que habían sufrido un ictus o padecían la enfermedad de Parkinson.

De todos los síntomas estudiados, la fatiga fue el que más interfirió en la vida diaria de los pacientes, con puntuaciones medias de fatiga similares o peores que las de las personas con anemia relacionada con el cáncer o enfermedad renal grave. Por término medio, los pacientes con COVID prolongado presentaron puntuaciones de calidad de vida relacionado con la salud inferiores a las de las personas con cánceres metastásicos avanzados, como el cáncer de pulmón en estadio 4.

En torno a la mitad de los pacientes con COVID permanente también sufría ansiedad, depresión, disnea y niebla mental. Sin embargo estos síntomas no estaban tan asociados a la incapacidad para realizar las actividades cotidianas como lo estaba la fatiga.

Los autores además recalcan cómo es posible que estas consecuencias pueden tener un " importante efecto económico y social". 

De los 3.754 pacientes incluidos en el estudio, el 94% estaba en edad laboral y el 51% declaró haber faltado al trabajo al menos un día durante el mes anterior debido a sus síntomas.  Además, el 20% declaró que no había podido trabajar en absoluto durante el mes anterior. Cabe destacar que el 71% de los pacientes que declararon síntomas fueron mujeres.

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