Los gastos que te puede exigir el casero si vives de alquiler y los que le corresponde a él

Alquiler de vivienda

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  • Si optas por alquilar o no puedes comprarte una vivienda, asegúrate de que queda claro en el contrato, qué paga y de qué se responsabiliza el propietario y tú como inquilino.
  • Aunque todo está especificado en la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU), no está de más dejarlo por escrito en el contrato, donde puedes negociar otros aspectos con el casero de cara a futuras dudas y eventualidades.
  • Toma buena nota de qué impuestos, gastos y responsabilidades son tuyas como inquilino, y cuáles las del propietario. 

Si no te queda más remedio que vivir de alquiler al no poder permitirte hipotecarte y comprar una vivienda, o prefieres esta opción, debes de saber todos los derechos que te amparan como inquilino, sobre todo en lo que a gastos y obligaciones se refiere. Por eso es importante que tengas claro lo que te corresponde a ti y lo que es responsabilidad del casero. 

Al alquilar una vivienda, es crucial prestar atención a las cláusulas del contrato, especialmente aquellas relacionadas con las reparaciones y responsabilidades. A menudo, como inquilino, te centras en el precio y la duración del contrato, pero te olvidas de las obligaciones y derechos.

Lo que corresponde al propietario en mantenimiento y reparación

Según la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) de España, los propietarios de viviendas de alquiler tienen la obligación de mantener la propiedad en condiciones habitables y realizar todas las reparaciones necesarias para garantizar su habitabilidad. Esto significa que el propietario debe asumir los gastos de reparaciones en situaciones que no sean causadas por el inquilino. 

Estas reparaciones incluyen problemas estructurales, averías de electrodomésticos que no sean resultado de negligencia del inquilino y otras cuestiones que afecten la habitabilidad de la vivienda. Sin embargo, hay situaciones en las que el inquilino podría ser responsable de los gastos de reparación, si las ha provocado él por acción u omisión. 

Comunicación y reparaciones urgentes

Tanto el inquilino como el propietario tienen ciertas obligaciones cuando se trata de reparaciones en la vivienda de alquiler. Como inquilino debes de notificar al propietario sobre cualquier reparación necesaria de manera oportuna y permitir que el propietario verifique el estado de la vivienda o el elemento que requiere reparación.

La LAU también establece que, en situaciones de reparación urgente para evitar daños inminentes o molestias graves, puedes realizar las reparaciones de inmediato y exigir el reembolso al propietario. Es importante que mantengas un registro de todas las comunicaciones y gastos relacionados con las reparaciones.

Reparaciones y gastos específicos

La LAU establece también un umbral para las "pequeñas reparaciones" causadas por el uso normal de la vivienda. En general, las reparaciones cuyo costo no exceda los 150 euros se consideran "pequeñas reparaciones" y deben ser responsabilidad del inquilino. Estas reparaciones incluyen elementos que experimentan desgaste debido al uso cotidiano, como cambiar bombillas o arreglar persianas.

Además, debes de considerar la ubicación de la reparación en la vivienda. Las reparaciones generales que afectan a la estructura de la vivienda en sí, como problemas en la tubería o el tejado, deben ser asumidas por el propietario. Las reparaciones de elementos interiores y bienes de la vivienda que se desgastan debido al uso frecuente o mal uso (por ejemplo, electrodomésticos) son responsabilidad del inquilino.

Qué impuestos y facturas paga el arrendador

Salvo que un texto firmado diga lo contrario, en acuerdo de ambas partes, el casero se tiene que hacer cargo del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI), comunidad de vecinos, tasa de basuras, seguro de la casa y seguros de mantenimiento, averías de electrodomésticos (excepto una mínima, como podría ser cambiar un filtro) cuando no sea por negligencia del inquilino.

Como inquilino, debes de asumir todo lo que pueda medirse con contadores individuales (gastos de agua, electricidad, gas, teléfono, etc), daños que causes tú o tus visitas (por ejemplo, romper una lámpara tras una fiesta), o gastos derivados del uso cotidiano (cambiar bombillas, arreglar la persiana o la cadena del baño, etc).

Gastos adicionales como inquilino

Como inquilino debes de estar preparado para asumir ciertos gastos adicionales al alquilar una vivienda. Además de la renta mensual, estos pueden incluir el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales (por la constitución del contrato de arrendamiento), un mes de renta como fianza, y garantías adicionales (si se pactan).

Si no quieres sustos, ten en cuenta que cuanto más completo sea en contrato, especificando las regulaciones legales y los acuerdos contractuales, establecerán más claramente las responsabilidades y garantizarán un contrato de alquiler sin problemas ni sustos por las dos partes.

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