'Grooming': cómo detectar que tu hijo sufre acoso de un adulto en internet

niña preocupada móvil
  • El grooming es una conducta delictiva de acoso en  la que un adulto contacta con un niño o niña con el fin de ganarse su confianza para involucrarle en una actividad sexual.
  • Para prevenirlo conviene que los padres lleven a cabo una supervisión parental adecuada de los dispositivos y sepan entablar confianza con sus hijos.

Que tu hijo esté sentado en el sillón mirando el móvil o en su cuarto con el portátil no significa que esté seguro. Puede parecer exagerado, pero es importante ser consciente de los riesgos que puede conllevar navegar por internet.

El bullying suele extender su violencia hasta la redes sociales. En el mundo online es fácil hacerse pasar por cualquiera, ya que muchas veces para abrirse un perfil solo es necesario una cuenta de correo. Lo que ha permitido que aparezcan otras formas de acoso infantil.

El grooming es una práctica en la que un adulto intenta establecer un contacto con niños y adolescentes que dé pie a una relación de confianza, pasando después al control emocional y, finalmente al chantaje con fines sexuales, definen desde INCIBE, el Instituo Nacional de Ciberseguridad.

Según los últimos datos del Ministerio del Interior en 2022 se presentaron 954 denuncias por delitos sexuales cibernéticos los cuales tenían como víctima a un niño, niña o adolescente. Las denuncias que tienen como víctima a la infancia y adolescencia representan el 84% del total de este tipo de delitos, recoge el informe Grooming 2023 elaborado por Save The Children. 

Cómo ocurre

Redes sociales, plataformas de videojuegos o comunicades online suelen ser los espacios de internet en los que los acosadores buscan a sus víctimas para este tipo de acoso.

El atacante suele utilizar el engaño para facilitar ese primer contacto, creando perfiles falsos con edades y gustos similares a los del menor, de manera que le resulte atractivo e interesante, para que acepte su solicitud de amistad. 

En palabras de la Asociación Española de Pediatría (AEP), el menor suele ser ingenuo y no se da cuenta de que interactúa con un adulto. En algún momento, cunado el vínculo se estrecha, el acosador acaba confesando su edad y pidiendo secretismo: "Les convence que no deben decirlo a los padres pues no lo entenderían". 

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Puede llegar a proponerle seguir conversando en privado por mensajería instantánea o videollamada, como por ejemplo WhatsApp o Skype. El objetivo es hacer que el menor se sienta cómodo y comprendido, advierten desde INCIBE. Poco a poco podrán intimar, subir el tono de las conversaciones y conseguir que el menor baje la guardia, para que le confíe una imagen o vídeo comprometido, o algún secreto privado. Esto se utilizará como arma de chantaje para ir más lejos después.

El grooming suele darse en 3 fases, establece la AEP:

  • Fase de amistad: se establece el contacto para conocer gustos, preferencias y crear una relación de amistad y confianza. 
  • Fase de relación: incluye confesiones personales e íntimas entre acosador y menor, estableciéndose una mayor confianza que hace que el acosador obtenga cada vez más información. 
  • Fase con componente sexual: hay petición a los menores de su participación en actos de naturaleza sexual, grabación de imágenes o toma de fotografías. 

El perfil de la víctima en online grooming representa el 57,4% chicas y 42,6% son chicos recoge el estudio de Save The Children. En relación con la edad la media se coloca en los 13 años, sin diferencias entre chicas y chicos.

Señales de alerta que no pasar por alto

El objetivo principal del acosador de grooming es llevar a cabo peticiones de naturaleza sexual.No dudará en utilizar manipulación, amenazas, chantaje o coerción para que la víctima acceda a enviar material sexual o se de un encuentro físico. 

Es común que el acosar amenace con enviar a los padres o a amigos alguna imagen comprometedora que ha obtenido previamente de la víctima. En esta situación, las víctimas tienden a ocultar las consecuencias por sentimientos de vergüenza o culpabilidad.

Esto puede llevar al menor a aislarse de amigos y familiares, a tener pensamientos negativos y a sentirte culpable, enumeran desde UNICEF. "También es habitual sentirse solo y abrumado, y sufrir dolores de cabeza, náuseas o dolores de estómago frecuentes".

Ansiedad, cambios de humor, problemas de sueño son otras señales que alertan de que algo le pasa a tu hijo. Si notas que deja a un lado su vida en internet es adecuado que le preguntes si algo pasa. Hazlo siempre desde el respeto y dejando claro que goza de toda tu confianza sin juicios.

Ten en cuenta que este acoso es un delito, por lo que se debe poner en conocimiento de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado. Ante cualquier duda o sospecha puedes contactar con la Línea de Ayuda en Ciberseguridad de INCIBE, 017. Es un servicio gratuito y confidencial.

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