La guerra de Elon Musk con Brasil divide la opinión política del país y el debate sobre la libertad de expresión

Hannah Getahun
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Business Insider España
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La cruzada de Elon Musk por la libertad de expresión está apuntalando a la extrema derecha del país.
La cruzada de Elon Musk por la libertad de expresión está apuntalando a la extrema derecha del país.Beata Zawrzel/NurPhoto via Getty Images // SERGIO LIMA/AFP via Getty Images
  • El Tribunal Supremo de Brasil emitió una orden para prohibir determinadas cuentas X.
  • Elon Musk afirma que ignorará la orden y exige que Brasil defendiera los principios de la libertad de expresión.

Elon Musk se encuentra inmerso en una guerra con Brasil por las órdenes de la corte suprema del país de prohibir ciertas cuentas X, antes Twitter, que ayudaron a difundir información errónea sobre las elecciones.

Mientras el país latinoamericano se enfrenta a un debate sobre el equilibrio entre la libertad de expresión y las amenazas a su democracia, la voz de Musk, que está envalentonando a un ala antidemocrática de la extrema derecha, no está ayudando nada.

El CEO de Tesla ha publicado que se opondría a una orden de Alexandre de Moraes, un juez superior de la Corte Suprema de Brasil, para prohibir un número desconocido de cuentas en X relacionadas con la extrema derecha de Brasil. Todo ello después de que una cuenta oficial de esta red social dijera inicialmente que la compañía remaría a favor de la justicia.

En respuesta, el juez afirmó en una decisión judicial que Musk sería investigado por obstrucción a la justicia, organización criminal e incitación e incluso calificó las publicaciones de una "campaña de desinformación", según Associated Press

Con todo, según la justicia brasileña, Musk se enfrenta a una multa de alrededor de 20.000 dólares por día por cada cuenta bloqueada restablecida en Brasil.

Las acciones del juez forman parte de una iniciativa más amplia del país para combatir el discurso de odio y la información falsa, y de Moraes encabeza esta cruzada.

Este juez comenzó una investigación en 2019 sobre lo que llamó milicias digitales o grupos que difunden desinformación online y en 2022, prohibió durante un tiempo. Sus acciones saltaron a la palestra cuando en 2023 parte de la extrema derecha irrumpieran basándose en afirmaciones falsas hechas por el entonces presidente Jair Bolsonaro de que las elecciones habían sido robadas.

Fue entonces cuando De Moraes ordenó una investigación sobre el papel de Bolsonaro en el intento de golpe que descubrió movimientos coordinados en redes sociales para socavar los sistemas electorales de Brasil, lo que también constituye una violación de las propias normas de X.

La publicación brasileña Estadão encontró que se ordenó bloquear algunas de estas cuentas en X. Los nombres en la lista incluían a personas influyentes en la desinformación electoral y al menos una persona influyente nazi.

No se sabe bien qué cuentas se van a suspender en nombre de la seguridad nacional brasileña y la transparencia brilla por su ausencia, por lo que el juez enfrenta críticas por extralimitación en el poder.

Un país dividido

La izquierda del país sostiene que la información falsa está erosionando la democracia brasileña, y señala el intento de golpe como prueba; mientras que la derecha, incluido Bolsonaro, califica las acciones de De Moraes de excesivas.

Las acciones de Elon Musk no hacen más que dividir este debate: cómo garantizar la libertad de expresión de los usuarios en internet y equilibrar los derechos en la moderación de contenidos.

La guerra que ha iniciado Musk contra el gobierno de Brasil difiere de su postura anterior de cumplir con los límites gubernamentales de la libertad de expresión. 

Todo ello deja ver un patrón con el CEO: el derecho a expresarse sin obstáculos se convierte en una preocupación cuando están involucrados miembros de sus círculos ideológicos o comerciales.

Un ejemplo reciente fue cuando X apoyó las demandas de dos usuarios que fueron despedidos de sus trabajos debido a publicaciones realizadas en esta red. 

Una de estas demandas incluyó a un ex empleado de Block, cofundado por Jack Dorsey, quien dijo que fueron despedidos, entre otras cosas, por publicar insultos transfóbos y capacitistas en una de sus cuentas seudónimas. Habiendo hecho Musk previamente insultos de este estilo.

Cuando se trata de él o sus empresas, rápidamente combate los discursos críticos y en cuento alguien pone en duda alguna de estas cuestiones como las políticas de X, el magnate acude a los tribunales, aunque ello implique dividir y crear más tensión en la situación política de un país.

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