"Menos Rosalía, más comida cada día": así ha sido la manifestación de las dependientas de Inditex de todo Galicia

Al grito de "Menos Rosalía, más comida cada día" –en referencia a la reciente visita de la cantante a las oficinas centrales de Inditex– ha arrancado este domingo la manifestación de las dependientas de todas las cadenas del grupo en Galicia para mejorar sus condiciones laborales. 

Así, convocados por la Confederación Intersindical Galega (CIG) y a los que se ha unido la central UGT, 2.500 trabajadores, en su mayoría mujeres, estaban llamados a desfilar por las calles de La Coruña, corazón del grupo.

Y han cumplido: a las 12:00 de la mañana, más de 1.000 trabajadores del centenar de tiendas que el grupo opera en Galicia partían de la céntrica Plaza de Lugo, una de las arterias comerciales de la ciudad y donde a escasos metros confluye una de las tiendas más importantes del grupo textil: el Zara de la calle Compostela.

Igual de simbólica es la zona donde ha finalizado la concentración de las 'niñas' de Inditex —como se llama dentro del grupo a las dependientas–: cerca del muelle de La Coruña, en concreto, en Porta Real, a escasos metros de la vivienda donde reside Amancio Ortega, donde los cánticos no han cesado. 

La movilización se produce tras el "infructuoso" encuentro producido el pasado miércoles entre la patronal y sus fuerzas sindicales, lo que ha empujado que la guerra laboral escale posiciones y anticipe una imagen que no por repetirse deja de ser trascendental.

De esta forma, las 'niñas' vuelven a la carga contra el gigante de la moda, y lo hacen 12 meses después de que produjera un acuerdo estatal al calor del salario mínimo Inditex tras meses de movilizaciones que dejaron la primera huelga masiva de su historia.

¿Por qué estalla el conflicto de nuevo? 

El origen, como ya ha sucedido en el pasado, se ubica en Galicia, la casa del grupo. No obstante, las fuentes apuntan a que su afección ya tiene implicación en todo el país. 

¿Qué ha pasado exactamente? El conflicto estalla, esta vez, de nuevo ante "la falta de acuerdo" en los procesos de negociación que la empresa tiene abiertos con su personal de tienda y que quedaron pendientes tras el cierre del último enfrentamiento. 

En febrero, e impulsados por la Ciga, se abrieron las negociaciones y, a pesar del escaso camino recorrido, los primeros escollos no tardaron en aflorar: "Se ha atascado todo nada más empezar", explicaron a Business Insider España fuentes cercanas a la central gallega. 

A mediados de marzo, se produjo una nueva reunión con varios puntos sobre la mesa. Inditex solo parecía dispuesto a negociar dos puntos: establecer una posible reducción de la jornada anual para trabajadores de a partir de 58 años y una prima de vinculación. 

Esto, inciden desde la UGT, supone una afectación residual, puesto que la plantilla con esta antigüedad es muy poca y a eso hay que sumarle que en muchos convenios colectivos ya existen estos conceptos, por lo que se absorbería y no afectaría.

En cualquier caso, la reclamación que ha dinamitado todo es la petición de recuperar el plus de antigüedad —120 euros por cada 4 años de antigüedad—, un punto sobre el que la empresa ya ha mostrado su negativa.

Los sindicatos entienden que se trata de una medida necesaria y asumible, pero desde el grupo textil —en palabras que han trasladado estas organizaciones— deslizan que no pueden atender estas peticiones por "una cuestión de presupuestos". 

Tras el encuentro mantenido este miércoles y vinculado a la formalización de la mesa, las posiciones siguen en las antípodas: Inditex, explican, sigue "anclado" en esta misma propuesta del 19 de marzo- La única salvedad, y es reseñable, es que todo lo que se negocie tendrá aplicación estatal. 

Con todo, el ambiente de movilización ha vuelto este domingo. Mañana, lunes 8 de abril, el grupo tendrá una nueva cita con los sindicatos para arrimar posturas, pero el posicionamiento de una parte está claro: "No queremos limosnas, queremos una negociación real", reclama Carmiña Naveiro, dependienta y presidenta del comité de Zara en La Coruña.