La mitad de la población española ha recortado sus gastos en alimentación y energía por la inflación

Más del 50% de la población en España está insatisfecha con su situación económica y ha tenido que recortar sus gastos en cosas como la energía o la alimentación, según la última encuesta de Oxfam Intermón. Más del 40% no está contenta con su vida laboral. 

Estos dos malestares desaparecen a medida que aumenta el nivel socioeconómico de la persona entrevistada. Hay hasta 40 puntos de diferencia en las dos métricas en las personas que están en el estrato más alto y aquellas que se encuentran en el estrato más bajo. 

La encuesta ha sido realizada con la colaboración de la empresa de encuestas 40dB. Han entrevistado a más de 4.000 personas por sus carencias, su percepción, sus cambios en el comportamiento económico a raíz de la inflación y más. 

Un 27% de las personas aseguran que su nivel de ingresos no les permite tener una vida digna. Una de cada cuatro personas. La inflación, la subida del precio de los alimentos en el supermercado y el coste general de la vida, ha aumentado la desigualdad entre los españoles. Los salarios no han evolucionado al alza al mismo ritmo que la inflación y eso ha erosionado el poder adquisitivo de la población, que ha tenido que reducir su consumo. 

El informe de Oxfam arroja otro dato interesante: la mitad de las personas con hipoteca y más del 60% de las personas que viven de alquiler dedican más del 30% de sus ingresos al pago de la vivienda en la que habitan. Entre los que alquilan, 1 de cada 5 gasta más del 50% de sus ingresos solo en pagar la renta. Casi la mitad de la población, un 46%, ha reducido sus gastos de electricidad, calefacción y agua debido a la inflación. 

"Estos resultados reflejan una conciencia generalizada sobre las desigualdades en España y la esperanza de que se puedan abordar con compromiso", ha asegurado Franc Cortada, director de Oxfam Intermón. "La desigualdad va más allá de las estadísticas y habla de los miedos y angustias de miles de hogares que no llegan a fin de mes, y de la lucha diaria de millones de personas por su salud, las oportunidades y la dignidad", aseguraba Cortada en una nota. 

Más del 40% de la población ha renunciado a algún gasto en salud por no haber tenido el dinero suficiente para costearse el tratamiento. Aquí entran dentistas, gafas nuevas, audífonos para mejorar la audición, fisioterapia o la imposibilidad de ir al psicólogo privado ante la falta de recursos.