El mantra "a largo plazo, el mercado siempre crece" se puede repetir hasta la saciedad. Pero, a corto plazo, a la hora de la verdad, las caídas pueden ser repentinas y vertiginosas. No todo el mundo está preparado para ese momento, menos si no tiene experiencia en el maravilloso mundo de la inversión. 

¿Por qué? Simplemente, no es habitual que te quieras quedar a ver como pasa sobre tu cabeza el ojo del huracán. 

Con la primera noticia en el telediario, sales a hacer compras para abastecerte, te preparas para una corta cuarentena y te recluyes en casa hasta que haya pasado. Eso es instinto, es la naturaleza humana. Y es todo lo contrario a lo que tienes que hacer cuando inviertes.

"La inversión es un proceso antinatural. Dicho de otra manera, lo que la naturaleza le pide al ser humano es que cuando las cosas van mal, se retire o se quite de en medio. En el mundo de la inversión no es así", ejemplifica Víctor Alvargonzález, socio fundador de Nextep, firma de asesoramiento financiero independiente. 

"Si cuando hay una pelea, queremos huir del problema, ¿por qué íbamos a querer invertir de forma natural cuando la bolsa está cayendo un 30%? Eso va contra la naturaleza humana. Por eso necesitas un coach, un entrenador personal, un asesor financiero", añade.

El momento en el que la bolsa cae o los mercados se encuentran en alguna encrucijada, la mayoría de los inexpertos lo que hacen es pausar sus inversiones e incluso retirarlas, llegando a perder dinero de su capital inicial si hace falta. 

Sin embargo, por norma general, en esos casos deberías mantener e incluso aumentar tus inversiones para comprar más barato que en ocasiones normales o de subida de la bolsa.

"Es vender y comprar al revés. Un fallo muy sencillo que parece que está en nuestro ADN. Cuando baja, te da miedo y vendes, y cuando sube, estás lleno de euforia y quieres comprar. Entonces estás vendiendo barato y comprando caro. Es un error bastante habitual", señala Miguel Camiña, cofundador y CEO de Micappital.

Los sentimientos no sólo influirán en los peores momentos. Hay quienes en una subida se motivan y quieren meter más y más dinero en sus inversiones. Todo dependerá de su estrategia, pero lo que es seguro es que está comprando en el momento más caro del mercado.  

En definitiva, si quieres entender tus finanzas, tendrás que pensar activamente en tus emociones y evitar que interfieran. A no ser que tengas una relación tóxica con el dinero y necesites la ayuda de un profesional de la salud mental (psicólogos o psiquiatras), un asesor financiero podría ayudarte a hacer frente a los miedos que aparecen a la hora de invertir.

"Controlar las emociones en mitad de la tormenta es complicado, pero sí podemos planificar nuestros objetivos financieros en función del horizonte temporal de cada uno, y así evitar dejarnos llevar por nuestros sesgos y miedos", explicaba en una entrevista con Business Insider España Eduardo Peralta. 

En estos casos, el asesor financiero también puede actuar como un coach o entrenador personal. 

"Te anima a ir escalando, a hacer esfuerzos que por ti sólo no harías", dice Alvargonzález. Aunque, a diferencia de los otros dos expertos, un asesor financiero puede gestionar tu patrimonio por ti y ahorrarte los sustos del día a día. "Al final, el cliente no tiene que saber cómo invertir", añade. 

No obstante, el experto con más de 25 años de experiencia en el sector cree que los clientes deberían tener unos conocimientos mínimos sobre las finanzas personales y la gestión del dinero para poder trabajar con un asesor, entender el mercado y al propio experto.