El infierno de 'Love Is Blind': los concursantes del 'reality' de Netflix acusan a los productores de no dejarles comer ni dormir y no permitirles abandonar el programa

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El infierno de 'Love is blind'.

Sarah Maxwell para Business Insider

  • ¿Puede el amor ser ciego? Esa es la pregunta que intentó responder 'Love is Blind', el programa de Netflix. Sin embargo, según los testimonios de algunos de los participantes, la experiencia fue una pesadilla más que un cuento de hadas.
  • Aunque algunos concursantes encontraron el amor, otros confiesan a Business Insider que se sintieron manipulados y maltratados por la producción del programa.
  • Los concursantes denuncian que los productores les privaban de comida y sueño, les daban alcohol a todas horas incluso cuando pedían agua, se aprovechaban de sus ansiedades y se negaban a dejarles abandonar.

Briana Holmes tenía problemas para respirar.

La joven de 25 años estaba rodando el reality de Netflix Love Is Blind, en el que jóvenes solteros se comprometen sin haberse visto en persona. El hombre con el que Holmes salía acababa de admitir que no estaba seguro de querer casarse con ella. 

Desesperada por escapar de las cámaras, Holmes salió corriendo del plató de Atlanta y se desplomó en las escaleras de la caravana de peluquería y maquillaje, temblando y sollozando. Estaba sufriendo un ataque de pánico. 

Los productores y un operador de cámara no perdieron detalle. "Literalmente me echaron del plató y me llevaron donde las caravanas, con las cámaras en la cara. Esto es demasiado. No quiero esto. No quiero estar aquí. No quiero hacer esto", cuenta Holmes. 

Holmes dejó el programa ese mismo día. Las jornadas de rodaje de 20 horas, unidas a la presión de comprometerse con alguien en menos de 2 semanas, eran demasiado. "Es demasiado para mí. Nada está escrito. Todo lo que ves es real. Son las vidas y emociones reales de la gente", resume Holmes.

Love is blind se estrenó en Netflix el 13 de febrero de 2020, un mes antes de que la pandemia obligase a confinar a miles de millones de personas en todo el mundo. Los espectadores quedaron cautivados por los extraños momentos que se vivían (como cuando una concursante dio vino tinto a su perro). Tenía todas las características para convertirse en un fenómeno cultural, con apariciones de estrellas de otros programas y apoyos en Twitter de famosas como Kim Kardashian y Chrissy Teigen.

Los reality shows son conocidos por llevar al límite a sus concursantes, pero Love Is Blind (cuyos presentadores son Vanessa y Nick Lachey) prometía algo diferente. Era un reality "bueno", un experimento social que valoraba la auténtica conexión emocional por encima de la apariencia física. En él, 30 concursantes (15 hombres y 15 mujeres) pasan 10 días teniendo citas a ciegas en habitaciones separadas, donde se sientan en sofás de terciopelo, beben vino en copas de oro y hablan con sus citas por altavoces. Al cabo de los 10 días, los miembros del reparto deben decidir si quieren comprometerse con otro concursante a ciegas o irse a casa. Las parejas comprometidas pasan unas breves vacaciones antes de regresar a sus ciudades de origen para planificar sus bodas, que se celebran solo unas semanas después.

El concursante de la segunda temporada Nick Thompson dijo que 'Love Is Blind' no atendió correctamente a los concursantes, ni durante ni después del rodaje.
El concursante de la segunda temporada Nick Thompson dijo que 'Love Is Blind' no atendió correctamente a los concursantes, ni durante ni después del rodaje.

Evan Sheehan para Business Insider

Pero aunque los telespectadores no se cansan de ver el programa, algunos miembros del reparto afirman que participar en Love is blind ha sido una experiencia traumática. Estaban tan agotados que a veces se quedaban dormidos durante las citas. A muchos rara vez se les veía sin una bebida alcohólica en la mano. Durante los 10 días de rodaje en un plató sin ventanas, los concursantes solo veían la luz del sol cuando utilizaban el baño en un remolque exterior. Tres miembros del reparto han confesado a Business Insider que sufrieron ataques de pánico durante el rodaje, y una de ellas dice que los productores la presionaron para que siguiera en el programa incluso después de que les confiara que tenía pensamientos suicidas. En junio de 2022, un miembro del reparto de la segunda temporada, Jeremy Hartwell, demandó a Netflix y a la productora del programa, Kinetic Content, acusándoles de incumplir la legislación laboral y de someter al reparto a condiciones de trabajo "inseguras e inhumanas" al privarles de sueño, no suministrarles suficiente comida y agua y proporcionarles alcohol en exceso. (Kinetic ha negado las acusaciones de Hartwell, afirmando que "no tienen fundamento").

Varios concursantes han contado a Business Insider que sufrieron depresión y acudieron a terapia después del rodaje. Una incluso dejó su trabajo porque se sentía incapaz de volver a su antigua vida. Los concursantes defienden que Netflix y Kinetic Content los trataron como si fueran objetos desechables y no les proporcionaron suficientes servicios de salud mental durante el rodaje y después del programa.

Netflix no ha contestado a la solicitud de Business Insider para comentar lo sucedido. Kinetic Content, por su parte, ha respondido lo siguiente: "El bienestar de nuestros participantes es de suma importancia para Kinetic. Tenemos protocolos rigurosos para cuidar de cada persona antes, durante y después del rodaje."

"Nos metéis en esta situación sin ningún apoyo, y todo se amplifica. Arruina vidas, literalmente", cuenta Nick Thompson, concursante de la segunda temporada.

Netflix

La telerrealidad siempre se ha movido en la cuerda floja en lo que respecta a la ética. Hay programas como Supervivientes en los que los concursantes sufren físicamente. Otros, como Love Island (emitido tanto en EEUU como en España), se han aprovechado de las vulnerabilidades de los miembros del reparto, que a menudo se revelan a los productores durante el proceso de selección. Pero a medida que se reivindica cada vez más socialmente la salud mental, también lo hace la comprensión de lo dañinos que pueden ser estos programas. En 2018 y 2019, dos exconcursantes de Love Island UK se suicidaron. La primavera pasada, Business Insider publicó una investigación sobre America's Next Top Model, en la que exconcursantes afirmaban haber sufrido ataques de pánico en el set, así como lesiones mientras filmaban en condiciones inseguras.

Muchos miembros del reparto creían que Love Is Blind estaría por encima de otros programas. Kelly Chase se preguntaba: "¿Realmente puedes enamorarte de alguien sin verlo? Qué concepto tan bonito".

Los concursantes fueron seleccionados por profesionales del mundo del casting en Instagram, LinkedIn e incluso Tinder. Antes de ser elegidos, tenían que entrevistarse con los productores y pasar un control de antecedentes penales, así como un examen psicológico en el que hablaban de sus relaciones anteriores. Varios concursantes, sin embargo, consideran que la selección era superficial.

"Yo bromeaba con que no querían que estuvieras demasiado loco, sino solo lo suficiente", afirma Danielle Drouin, concursante de la primera temporada.

Danielle Ruhl, que se casó con Nick Thompson en la segunda temporada, dice que le sorprendió pasar la prueba psicológica, ya que había revelado que en el pasado había sufrido enfermedades mentales y que incluso se había intentado suicidar. Ahora cree que no deberían haberle dado el visto bueno. "Echando la vista atrás, creo que solo hacen la prueba por protocolo. Les da lo mismo", sentencia.

Una vez que los concursantes son elegidos, firman un contrato por el que se comprometen a ser grabados las 24 horas del día, los 7 días de la semana, durante un máximo de 8 semanas, a cambio de un salario semanal de 1.000 dólares, con un tope de 8.000 dólares. En su demanda, Hartwell alega que Kinetic Content "deliberadamente clasificó erróneamente" a los concursantes como autónomos en lugar de trabajadores por cuenta ajena, lo que implicaba cobrar un sueldo neto de menos de la mitad del salario mínimo de California, donde rodaron. Meses después de que Hartwell interpusiera su demanda, descubrió que Kinetic le había enviado un W-2, el formulario fiscal utilizado para declarar los salarios de los empleados.

Kelly Chase, de la primera temporada, dijo que le intrigaba la idea de enamorarse de alguien sin saber cómo era: 'Qué concepto tan bonito e increíble'.
Kelly Chase, de la primera temporada, dijo que le intrigaba la idea de enamorarse de alguien sin saber cómo era: 'Qué concepto tan bonito e increíble'.

Rita Harper para Business Insider

Los concursantes también deben aceptar que aparecer en Love Is Blind puede destruir su reputación. El contrato recoge que aparecer en el programa puede exponer información "personal, privada, difamatoria, denigrante, embarazosa o desfavorable" y exponerlos al "ridículo público, la humillación o la condena". 

"No había nada en el contrato que pudiera haber preparado a nadie para la experiencia por la que nos hicieron pasar", explica Hartwell, que participó en las citas de las cabinas —donde las parejas hablan a ciegas para conocerse— pero finalmente no se emparejó con nadie.

Al llegar al plató, los miembros del reparto quedaron aislados del mundo exterior. Cuentan a Business Insider que les confiscaron los teléfonos y los pasaportes durante los 10 días que estuvieron en las habitaciones y que ni siquiera les permitieron escuchar música en los trayectos en autobús del hotel al plató. Rara vez veían la luz del sol y a menudo perdían la noción del tiempo, según 3 concursantes. Kinetic Content dictaba cuándo podían dormir y dónde y cuándo comían.

Los ayudantes de producción acompañaban a los miembros del reparto a todas partes, incluso al baño. Tenían incluso prohibido hablar con los concursantes. "Nos dijeron que si una chica subía al autobús y se sentía cohibida o mal con su cuerpo, no respondiéramos", relata un ayudante de producción de las temporadas 2 y 3, que ha pedido permanecer en el anonimato por motivos profesionales.

En la primera temporada del programa, que se rodó en Atlanta, algunas concursantes se sorprendieron al descubrir que debían dormir en literas situadas en caravanas durante los 10 días que duraban las citas. Las 15 mujeres debían alojarse en un remolque de una sola habitación y los 15 hombres en otro. 

Drouin comenta que cuando vio los remolques por primera vez, pensó que era una broma. "No había intimidad, hacía frío y no era cómodo", afirma. Un miembro del reparto de la primera temporada dice que durmió en un colchón en el suelo porque no se fiaba de que las literas fueran estables. 

La gota que colmó el vaso fue cuando vieron cucarachas por el suelo.

Tras una avalancha de quejas, trasladaron al reparto a un hotel. Los ayudantes de producción montaban guardia en los pasillos para asegurarse de que los concursantes no salieran de sus habitaciones durante las pocas horas que tenían para dormir.

A menudo era difícil conciliar el sueño. Durante los 10 días que duró la fase de citas, los miembros del reparto tuvieron que grabar hasta 20 horas diarias de citas, entrevistas confesionales y charlas en la sala de estar, según relatan varios concursantes. Algunos se dormían en mitad del día e intentaban echar una cabezadita en los descansos, pero dormir en el plató era casi imposible debido a la intensa iluminación y al ir y venir continuo de personas.

"La privación de sueño era real. Creo que lo hacen a propósito porque intentan quebrarte. Te quieren llevar al límite", opina Drouin. 

La comida y el agua también eran motivo de preocupación. Varios exconcursantes dicen que las comidas eran insuficientes y que les daban poca agua. "Se quedaban sin comida. Recuerdo que cada vez que llegábamos a la cocina, había un huevo duro y era como una pelea para ver quién lo conseguía", afirma Ruhl. La demanda de Hartwell dice que los concursantes tenían que trabajar durante sus descansos para comer y que "se les negaba regularmente la comida tanto en el plató de producción de los demandados como en sus habitaciones de hotel". Los lavabos de los salones del plató no funcionaban, por lo que los concursantes tenían que pedir a los ayudantes de producción que les dieran agua embotellada. Un ayudante de producción cuenta que, cuando pedían agua, un productor sugería llevarles alcohol.

(En una declaración a Variety, Kinetic respondió a la demanda de Hartwell diciendo que no había "absolutamente ningún fundamento en las alegaciones del Sr. Hartwell" y que se defendería "enérgicamente contra sus afirmaciones").

Danielle Drouin dijo que el examen de salud mental de 'Love is blind' le parecía superficial. 'Bromeo con que no quieren que estés demasiado loco, sino solo lo suficiente', contó.
Danielle Drouin dijo que el examen de salud mental de 'Love is blind' le parecía superficial. 'Bromeo con que no quieren que estés demasiado loco, sino solo lo suficiente', contó.

Bryan Regan para Business Insider

Un día, durante una cita, Ruhl estaba bebiendo champán cuando se desmayó. Dijo que no había comido, dormido ni bebido suficiente agua, pero un miembro del equipo insistió en que se hiciera una prueba de coronavirus. El resultado fue negativo, pero en lugar de que Ruhl recibiera atención médica, los productores la obligaron a hacer una entrevista ante las cámaras inmediatamente después de desmayarse. "Eso fue todo", dice Ruhl. "Tuve que volver a meterme de lleno".

Varias personas han dicho a Business Insider que la producción no tenía en cuenta los intereses de los concursantes. Holmes, miembro del reparto de la primera temporada, señala que le llamó la atención la gran cantidad de alcohol que había. Afirma que evitaba beber, pero que un día bromeó con el alcohol y el personal de producción le trajo no una, sino 4 botellas. "Me pregunté si era una broma. "Quizá intentaban hacerlo para ser amables. Pero no lo creo", se pregunta.

El ayudante de producción dice que los productores ordenaban rellenar constantemente las bebidas alcohólicas de los concursantes. "Especialmente para las citas, rellenábamos constantemente sus vasos", dice el asistente de producción. Un miembro del reparto de la segunda temporada cuenta que los productores la animaron a tomarse un chupito de whisky justo antes de conocer a su prometido cara a cara por primera vez, diciéndole que todos los demás habían hecho lo mismo. Más tarde, descubrió que era la única que se había tomado un chupito. "Tuve cuidado de no emborracharme, pero me hicieron parecer una fiestera".

Netflix eligiendo pelicula

El agotamiento físico de los concursantes se vio intensificado por lo que uno de ellos denomina la "guerra emocional" del rodaje. 

Durante las entrevistas individuales, los productores se aprovechaban de la ansiedad de los concursantes, empujándoles a hablar de sus inseguridades y traumas más profundos. Hartwell contó a Business Insider que, durante una de sus entrevistas, los productores dedicaron más de 20 minutos a indagar en una dolorosa relación pasada con "detalles atroces".

"Estaba llorando a mares. Fue realmente angustioso. Provocaban cualquier respuesta emocional que querían, y eran muy, muy buenos en eso", señala.

Por su parte, Ruhl, la concursante de la segunda temporada, explica a Business Insider que, antes de empezar el rodaje, le confió a su productor sus problemas pasados con su peso. Dice que se sintió cómoda porque el productor le dijo que había perdido 18 kilos y que entendía cómo eso podía afectar en las citas. 

Ruhl se sintió consternada cuando los productores convirtieron su imagen corporal en una trama central. En las entrevistas ante las cámaras, los productores le preguntaban si se sentía digna de ser amada o si creía que su prometido, Thompson, seguiría queriéndola si engordaba. "Utilizaban estas cosas para mermar tu ánimo día a día. Las entrevistas eran horribles", relata.

No paraba de decirles: 'No confío en mí misma. Ya he intentado suicidarme antes. No creo que pueda seguir con esto'.

Una concursante de la primera temporada dice que se sintió "asqueada" después de una cita en la que los productores se negaron a dejar que ella y su cita terminaran una conversación emotiva sobre la muerte de sus padres. "A estas alturas, ni siquiera se nos considera seres humanos. Entiendo que están grabando un programa. Pero somos personas. Tuvimos un momento de dolor genuino y no lo respetaron", afirma.

Varios exconcursantes cuentan que era necesario contar con un terapeuta, al igual que sucede en otros realities en los que la gente está aislada. En 2019, ITV, la productora detrás de Love Island UK, anunció que aumentaría los esfuerzos para proteger la salud mental de los concursantes después del rodaje. "Deberían hacernos chequeos", señala Holmes, que trabajó en el sector de la salud mental antes de entrar a Love Is Blind. "La gente olvida que su bienestar emocional, mental y físico puede verse interrumpido con cualquier recuerdo de un trauma", comenta.

Pero en lugar de preocuparse por la salud mental de los concursantes, los productores parecían más preocupados por mantenerlos en el reality, incluso cuando las presiones del rodaje eran demasiado. Los contratos estipulan que los miembros del reparto deben pagar 50.000 dólares por daños y perjuicios a Kinetic Content si abandonan el programa antes de tiempo sin la aprobación de los productores, y que las parejas están obligadas a presentarse a su boda aunque no quieran casarse con su pareja, lo que da lugar a dramáticos "sí, quiero". 

Steven Stein, psicólogo que examina a los candidatos para reality shows, dice que la cuantiosa cantidad que deben pagar por abandonar antes de tiempo es "extrema" y perjudicial para la salud mental de los miembros del reparto. "¿Por qué quieres a alguien coaccionado en tu programa? ¿Qué clase de entretenimiento es ese?", se pregunta.

Drouin, de la primera temporada, relata que se angustió y pidió irse a casa cuando los productores se negaron a dejarla llamar a sus hermanos el día de su cumpleaños después de haberlo acordado previamente. La integrante del reparto de la segunda temporada que afirma que la pintaban como una "chica fiestera" pidió dejar el reality después de su compromiso porque sabía que no podría casarse con su prometido, que no era cristiano. En ambos casos, los productores convencieron a las concursantes para que se quedaran, diciéndoles que habían encontrado el amor y que el programa los iba a hacer famosos.

Danielle Ruhl y Nick Thompson querían abandonar el programa después de que Ruhl sufriera un ataque de pánico mientras ambos estaban de vacaciones en México.
Danielle Ruhl y Nick Thompson querían abandonar el programa después de que Ruhl sufriera un ataque de pánico mientras ambos estaban de vacaciones en México.

Netflix

Ruhl y Thompson tuvieron su propio encontronazo con los productores durante un viaje a México tras su compromiso. La primera noche en Cancún, los productores le dijeron a Ruhl que no podía asistir a una fiesta con todas las parejas recién comprometidas porque pensaban que podía tener COVID-19. Se quedó sola en la habitación del hotel y se puso cada vez más nerviosa.

Al quedarse sola en la habitación del hotel, su ansiedad aumentó, pensando en cómo se reflejaría su ausencia en el programa y por qué a su prometido se le permitió asistir (a pesar de haber estado juntos todo el día) y a ella no. También se sintió angustiada tras contarle a Thompson ese mismo día un suceso traumático de su pasado. Tuvo un ataque de pánico y se escondió en el armario para asegurarse de que no la grabaran porque creía que había cámaras ocultas en la habitación. 

Cuando Thompson regresó y se dio cuenta de lo que había pasado, se quitó el micrófono y se lo lanzó a los productores, según relata, anunciando que habían terminado con el programa y que estaban hartos de que los explotaran. Ruhl dijo a los productores que no se sentía lo suficientemente estable mentalmente como para seguir rodando.

"Le dije en múltiples ocasiones que no podía más, y que tenía pensamientos suicidad", afirma.

Pero los productores les convencieron para que se quedaran, asegurándoles que todas las imágenes que se emitirían de ellos serían positivas, y que eran la pareja ideal. Finalmente, Love Is Blind emitió una escena en la que se sugería que Ruhl había sufrido un ataque de pánico porque estaba disgustada porque Thompson había hablado con otra mujer en la fiesta.

Las guerras del streaming han creado una nueva jerarquía de compradores de televisión de Hollywood.

Tras dejar Love is blind, muchos miembros del reparto sufrieron para poder recuperar sus vidas.

Holmes, que no se emparejó con nadie, se sintió desolada al darse cuenta de que casi no había salido en pantalla. "Sentí que todo lo que había pasado había sido en vano ¿No era lo bastante buena para salir más de 30 segundos en el programa? Fue como una bofetada en la cara", afirma.

Una semana después de dejar el reality, Holmes dejó su trabajo como consejera de salud mental, porque sentía que el trabajo le habría recordado constantemente su experiencia negativa en el programa. Cuenta que no volvió a saber nada de Netflix ni de Kinetic hasta que la plataforma de streaming le envió una carta de cese y desistimiento por publicar fotos con otros miembros del reparto antes de que se emitiera la temporada.

La joven explica que se deprimió después de ver su temporada y descubrir que había sido retratada como una villana. La bombardearon con mensajes de odio, acusándola de racista y homófoba. Algunos incluso escribieron a su pastor, criticándole por permitirle entrar en su iglesia cuando, decían, era "malvada" y "el Anticristo".

"Voy a ser muy sincera (suena estúpido porque es un reality), pero mi cuerpo estaba sometido a mucho estrés debido al trastorno de estrés postraumático", señala.

Fue entonces cuando empecé a desmoronarme mentalmente

En diciembre, unos 18 meses después de terminar el rodaje de la segunda temporada y 3 meses después del estreno de uno de los episodios, sufrió un aborto. "Mi cuerpo se estaba aferrando al estrés del programa", explica. Algunos concursantes que se pusieron en contacto con Kinetic para pedir apoyo después del rodaje afirman que se les ignoró o se les trató con agresividad.

Algunos miembros del reparto cuentan que recibieron llamadas esporádicas después del rodaje por parte de un profesional de la salud mental contratado por Kinetic, pero que no fue suficiente. Thompson dice que recibió unas 3 llamadas entre el rodaje y el estreno de la serie, y que cada una duró solo unos minutos. La persona le preguntaba cómo estaba, y cuando respondía "no muy bien" o "mi matrimonio se está desmoronando", le respondían: "Vale, avísanos si necesitas algo".

"Era solo por cumplir", señala. Thompson dice que cuando él y Ruhl empezaron a tener problemas matrimoniales, llamó a algunas personas de Kinetic y pidió ayuda para encontrar un terapeuta de parejas. "Literalmente les supliqué ayuda y no la obtuve", narra el exconcursante.

El protagonista de la segunda temporada, Jeremy Hartwell, dijo que se puso en contacto con Kinetic para hablar de cómo se trataba a los concursantes de 'Love is Blind', pero el abogado de la productora le mandó 'a la mierda'.
El protagonista de la segunda temporada, Jeremy Hartwell, dijo que se puso en contacto con Kinetic para hablar de cómo se trataba a los concursantes de 'Love is Blind', pero el abogado de la productora le mandó 'a la mierda'.

Evan Sheehan para Business Insider

En agosto, Ruhl solicitó el divorcio, y a los pocos días la noticia saltó a TMZ, desatando una nueva oleada de acoso en las redes sociales. Thompson afirma que recibió mensajes llamándole "abusivo". Otros le acusaban de narcisista o especulaban con que era gay. Dice que durante meses le aterrorizaba coger el teléfono. Según cuenta, la única comunicación que recibió de Kinetic en ese momento fue una llamada telefónica asegurándole que no sería demandado por incumplimiento de contrato, a pesar de que el contrato prohibía a las parejas divorciarse hasta después de la emisión de su último episodio.

En febrero de 2022, Hartwell llamó a Erin Page, directora de relaciones públicas de Kinetic, para hablar sobre el trato que recibían los concursantes durante y después del rodaje. Quería que la productora reconociera "el daño causado". Page le dijo a Hartwell que Kinetic se tomaba en serio sus quejas y le prometió que su supervisora se pondría en contacto con él en uno o 2 días, según Hartwell. Cuando pasaron más de 2 semanas sin tener noticias, reiteró sus quejas en un correo electrónico a Page. "Llegados a este punto, solo puedo suponer que me están ignorando/despidiendo", escribió.

Un mes después de la primera conversación de Hartwell con Page, por fin le pusieron en contacto con el asesor jurídico interno de Kinetic, que se identificó como Jay. En una llamada telefónica, Hartwell volvió a explicar que creía que Kinetic maltrataba a los concursantes. Según Hartwell, el abogado desestimó las preocupaciones de Hartwell y terminó la llamada mandándole "a la mierda".

Streamers españoles Twitch

Aunque Love Is Blind sigue siendo enormemente popular, algunos espectadores están empezando a cuestionar la ética del programa.

Un artículo de Vox del mes pasado proclamaba que "la cuarta temporada de Love Is Blind es su etapa de villanos". El pasado agosto, un sociólogo escribió un artículo de opinión en el que argumentaba que los 2 divorcios públicos del programa demostraban que su "experimento" se basa en la pseudociencia. Cuando se emitió la tercera temporada el otoño pasado, los fans acusaron a la serie de contratar a hombres "tóxicos".

La productora fue objeto de críticas en particular por dejar entrar en el programa al concursante de la tercera temporada, Brennon Lemieux, a pesar de que había sido acusado de agredir a una mujer con la que salía durante una pelea pocos meses antes del rodaje. Según un informe policial al que ha tenido acceso por Business Insider, Lemieux, uno de los favoritos de los fans por su comportamiento de "buen chico", se enzarzó en una discusión con su exnovia en la madrugada del 27 de enero de 2021. Le pidió que se marchara. En el informe policial, la mujer afirma que, cuando se negó, Lemieux se alteró y lanzó a la joven de 22 años contra una pared, provocándole un "golpe en la cabeza" y dejándola momentáneamente inconsciente. En la denuncia, la mujer acusa a Lemieux de golpearla, empujarla y arañarla con ambas manos. Un gran jurado se negó a acusar a Lemieux por falta de pruebas suficientes. 5 meses después del altercado, Lemieux se casó con Alexa Alfia en el programa.

Los fans criticaron a 'Love is blind' por contratar a Brennon Lemieux, que había sido acusado de agredir a su entonces novia (no aparece en la foto) unos meses antes del rodaje.
Los fans criticaron a 'Love is blind' por contratar a Brennon Lemieux, que había sido acusado de agredir a su entonces novia (no aparece en la foto) unos meses antes del rodaje.

John Salangsang/Variety via Getty Images

La gente arremetió contra Love Is Blind por no haber detectado la denuncia o, peor aún, por haberla ignorado. Lemieux dijo en Instagram que la denuncia era falsa y señaló que había sido desestimada. Stein, la psicóloga, dice que los productores deberían haber descalificado inmediatamente a cualquier miembro del elenco acusado de violencia. "En absoluto vale la pena el riesgo", opina.

Los fans acusaron a otro miembro del reparto de la tercera temporada, Matt Bolton, de comportamiento "abusivo" ante las cámaras con su prometida, Colleen Reed. En un episodio, mientras ambos estaban de vacaciones en Malibú, Bolton montó en cólera después de que Reed le dijera que otro miembro del reparto, Cole Barnett, había ligado con ella. Mientras Reed sollozaba, Bolton gritó y amenazó con dejarla, furioso. En un episodio posterior, volvió a enfurecerse y amenazó con irse cuando Reed llegó tarde a casa después de salir de fiesta con otros miembros del reparto.

Pero parece que algunas personas realmente encontraron el amor en el reality: 4 parejas de las 3 primeras temporadas siguen casadas. Pero para muchos otros, no mereció la pena. "Pensé que podría encontrar marido. No tenía ni idea de que iba a ser una gran guerra emocional", cuenta la concursante que sufrió el aborto. Añade que las marcas a menudo le enviaban mensajes sobre acuerdos de promoción pagados, pero ella no quería aceptarlos por miedo a más mensajes de odio. 

Algunos miembros del reparto que pasaron apuros después de Love is blind se quejan de que el público no era comprensivo porque eran ellos los que habían aceptado participar en un reality show. Pero ninguno de ellos sabía exactamente a lo que se estaba comprometiendo. "No tienes ni idea de lo que es hasta que lo vives", señala Stein. 

Hartwell dice que la industria de la telerrealidad no debería salirse con la suya "explotando y abusando emocional y psicológicamente de seres humanos para lucrarse". Tiene previsto crear un grupo de apoyo sin ánimo de lucro que proporcione recursos a los concursantes para que conozcan mejor sus derechos y eviten ser explotados. 

Muchos de ellos siguen intentando rehacer sus vidas después de la producción. 

"Creo que no me he sentido yo misma desde antes del rodaje", afirma Ruhl, que acudió a terapia para intentar superar el trauma de haber participado en Love is blind.

"Estoy intentando volver a encontrar quién soy porque me jodieron muchísimo".

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