Aprender de los grandes para codearse con ellos: los mentores de Lanzadera explican cómo guían a las startups en su crecimiento dentro de la incubadora

IBM es una gran corporación con 110 años de vida y más de 350.000 trabajadores que a lo largo de su historia ha contado con 5 empleados ganadores del Premio Nobel.

Mikel Diez lleva 11 años en la compañía y es el jefe de innovación de la empresa en España, Portugal, Grecia e Israel, años en los que el vasco ha visto y escuchado todo tipo de  propuestas y proyectos rompedores.

El pasado julio, por ejemplo, IBM dio la bienvenida dentro de su hub de innovación al centro de investigación nuclear europeo (CERN), que se aprovechará de los estudios con computación cuántica para tratar de resolver los misterios cósmicos.

Diez, aun así, confiesa que para él, tener la posibilidad de sentarse con algunos fundadores de startups —que están dando sus primeros pasos en el mundo empresarial— para que le cuenten su idea de negocio "es un tesoro".

El valor intrínseco para una persona inquieta de estar en contacto con nuevas ideas, modelos de negocio y tecnología es obvio, pero además, Diez no esconde la realidad. "Yo también necesito llegar a un cliente como un gran banco y decirle, oye, no solo te traigo ideas de mi división de investigación, sino que también tengo un ecosistema de gente que está 24 horas al día pensando en cosas nuevas".

El jefe de innovación de IBM, no obstante, sostiene que tejer un ecosistema de emprendimiento e innovación "es una tarea compleja que requiere un esfuerzo amplio de monitorización y selección".

Su empresa, asegura, no se dedica a construir ese tejido, pero encuentra acceso al mismo desde Lanzadera, la aceleradora e incubadora de empresas de Juan Roig que aloja a más de 300 startups en Valencia.

Un refugio para grandes y pequeños

La estrategia de acuerdos de Lanzadera con grandes empresas tiene dos vías.

Una son los acuerdos corporate, en los que ayudan a las empresas a "encontrar otros puntos de vista a través de la innovación que ofrecen las startups", explicaba a Business Insider España el pasado mayo el director general de la aceleradora, Javier Jiménez.

Bajo esta premisa, Lanzadera lanzó el pasado abril junto a Ribera Salud el desafío a sus startups de crear un hospital remoto para revolucionar la atención sanitaria. El proyecto busca la monitorización continua de pacientes sin que tengan que moverse de su casa, y las startups seleccionadas han empezado a desarrollar sus soluciones durante el mes de septiembre.

Aquí se fragua el beneficio mencionado por Diez de contar con un hervidero de ideas bajo el que las grandes empresas pueden buscar nuevas soluciones apoyándose en actores más pequeños.Pero para conseguir que estas startups puedan llevar a cabo sus ideas, Lanzadera habilita la otra vía de acuerdos con empresas, la iniciativa space, que sigue el sentido opuesto. 

En este caso es Lanzadera la que busca compañías que aporten su experiencia a las startups que se están formando en sus programas. Dentro del reto planteado por Ribera Salud, por ejemplo, IBM aporta su tecnología, como puede ser su plataforma de IBM Cloud, para que las startups desarrollen sus proyectos en la misma.

IBM forma parte de las 15 empresas que asesoran de forma gratuita a las startups que forman parte de Lanzadera, en un acuerdo bajo el que gigantes como la empresa de Diez facilitan sus herramientas y su conocimiento para ayudarles a impulsar su crecimiento.

Lo interesante para Mikel Diez de este diálogo entre grandes empresas y startups, además, es precisamente el hecho de que se desarrolla no solo de arriba abajo, sino también entre iguales. "Lanzadera tiene un ADN que a mí me gusta, promoción del tejido local, búsqueda de talento en todas sus facetas, y además queriendo de alguna forma jugar a lo que de verdad es un ecosistema", explica.

"Aquí se juega entre todos, porque no es tan fácil poner a empresas que pueden ser rivales de acuerdo [...] pero considero que hay una actitud en la que todos acordamos que lo importante es la startup. Al final si la startup sube, subimos todos", añade.

En ese espíritu, el jefe de innovación de IBM en España, Portugal y Grecia asegura que en las reuniones que mantienen con startups, algunas son colectivas con todos los mentores de Lanzadera. 

Uno de ellos es GeeksHubs, la empresa valenciana que quiere hackear el mercado laboral reconvirtiendo talento. Y si de algo sabe el fundador de la misma, Chaume Sánchez, es de la importancia de contar con un ecosistema de apoyo en tu propia casa para crecer contando con una red de seguridad.

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Sánchez es de Valencia, tiene 35 años, y ha conseguido que GeeksHubs crezca hasta contar con 37 trabajadores y facture entre millón y medio y 2 millones de euros. Lo ha logrado a base de esfuerzo, talento, y también de la creación de una red que en Valencia  en 2014 definitivamente no estaba en la escala en que se mueve ahora.

"La verdad es que ha sido un cambio impresionante. Siempre bromeamos contando que en esa época íbamos con un cuchillo muy grande y taparrabos, no había nada", narra. "Nosotros para poder estar en una aceleradora sudamos lágrimas porque no había todo el ecosistema que se ha generado en España, y particularmente en Valencia".

Sánchez alega que Valencia sigue sin estar al nivel de Madrid o Barcelona, por cuestión demográfica, pero apunta que hay empresas y startups de primer nivel, como puede ser Flywire, la primera startup española que cotiza en el Nasdaq, que es de origen valenciano.

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Para Sánchez, Lanzadera ha tenido mucho que ver en el crecimiento de la región, añadiendo que es un proyecto de sobra consolidado, pese a que al principio produjera que alguna gente levantara las cejas de incredulidad ante el proyecto de Roig.

Por ese motivo, no quiso desaprovechar la oportunidad de aportar su servicio de selección TI para ayudar al crecimiento y consolidación de los proyectos de las startups.

Una cartera más amplia de startups en la capital del Turia, claro, también implica una demanda aun mayor de desarrolladores web como los que forma GeeksHubs, un win-win de manual.

El CEO se muestra humilde ante la idea de estar en un elenco de mentores que incluye a IBM, Facebook o Amazon, pero también muestra el orgullo de poder colaborar en generar un ecosistema que haga que, como le ocurrió a él, al principio tuviera que buscar oportunidades fuera.

"Les ayudamos con nuestra experiencia tecnológica, y también un poco a que no pasen lo que hemos pasado nosotros", ríe. "Paseando por las oficinas de Lanzadera me recuerdo con 22 años, que piensas, ten cuidado chaval que te la vas a pegar, pero mola porque ves que los chavales tienen futuro y no tienen que irse fuera".

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Tanto Diez como Sánchez enumeran distintos errores comunes entre las startups, que ellos tratan de corregir.

Ya sea la tendencia a buscar un enfoque B2C, destinado al cliente, antes que un B2B que busque vender el servicio a grandes corporaciones como las que colaboran con ellos, o la falta de tecnología para desarrollar la propuesta, muchas startups pasan por las mismas fases.

Luis Sebastià, socio del departamento de derecho mercantil de Garrigues, opina que un denominador común al que muchas empresas tienden en sus inicios es a darle menos importancia a los aspectos legales.

"Con pactos de socios, por ejemplo, nos encontramos con perfiles que no ha pensado nada en el aspecto jurídico, pero también con otros que han adaptado modelos de otras empresas que no tienen nada que ver con lo suyo", argumenta el abogado.

Por ese motivo, Sebastià sostiene que inciden mucho con las startups a las que asesoran en perfilar detalles como este, que asume que pueden ser tediosos, pero también vitales, "porque a lo mejor tu negocio es estupendo, pero has montado tal lío que te has quedado con un 3% de la sociedad".

El socio de Garrigues, aun así, explica estas vivencias en su trato con las startups de Lanzadera siendo consciente de que esta pata de un negocio no es la más excitante. "Cuando uno está emprendiendo es más atractivo pensar en cómo va a crecer el negocio que en papeleos y trámites", detalla el abogado.

Para él, la participación como mentores en Lanzadera era una apuesta lógica de Garrigues. El despacho valenciano ha asesorado al entorno de Mercadona en sus distintas vertientes, forma parte del patronato de EDEM, la escuela de negocios de Marina de Empresas, ya contaba con una división pro bono, y "quería sumar a la sociedad valenciana".

Desde que se incorporaron como mentores en Lanzadera el pasado enero, Sebastià afirma que han procesado 105 consultas de distinta profundidad, y destaca lo emocionante que resulta para su equipo "ayudar a sacar adelante nuevas ideas".

Sebastià coincide por tanto, con la alegría de Chaume Sánchez al ver el ecosistema valenciano crecer con su colaboración, pero también con el entusiasmo de Mikel Diez por seguir aprendiendo de jóvenes emprendedores.

Al igual que ocurre con IBM o GeeksHubs, Garrigues puede seguir acompañando a las startups que crezcan y necesiten servicios fuera de los ofrecidos de forma desinteresada dentro de Lanzadera.

Grandes corporaciones, compañías tecnológicas y empresas generalmente concebidas como tradicionales dan así la mano a startups, compartiendo conocimientos y sembrando la semilla de una relación que todas las partes esperan que se prolongue por mucho tiempo.