Me despidieron de Amazon y después me pidieron 4 veces que volviese: esta es la razón por la que no lo he hecho

Tim Paradis
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Me despidieron de Amazon y querían que volviese, pero me he negado.

Mark Lennihan/Associated Press

  • Este analista de negocio de Amazon fue despedido el pasado enero en una de las rondas de recorte de plantilla de la empresa. 
  • Aproximadamente un mes después, su jefe le pidió por primera vez que volviese al trabajo: lo intentó hasta 3 veces más. 
  • "No quería volver porque había perdido la confianza en ellos", asegura el trabajador a Business Insider.

Este reportaje se basa en una entrevista con un antiguo analista de negocios de Amazon que fue despedido en enero como parte de los recortes de plantilla que afectaron a 18.000 personas. Aunque el empleado habla desde el anonimato, Business Insider ha verificado su identidad. El siguiente texto se ha editado por razones de extensión y claridad.

Nos habían avisado de que si éramos despedidos recibiríamos un correo electrónico. Yo teletrabajaba y mis compañeros y yo seguíamos organizando reuniones y charlando como si el momento no fuese a llegar.

Pero en realidad, trabajar resultó muy difícil. Solo hablaba con unos cuantos compañeros y no paraba de refrescar obsesionadamente mi bandeja de entrada. El día que me despidieron decidí solicitar algunos trabajos porque tenía la sensación de que algo iba a pasar. 

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Creo que recibí el correo electrónico entre las 11 de la mañana y otro al mediodía. Decía algo así: "Como sabes, estamos llevando a cabo una reorganización y, lamentablemente, tu puesto ha quedado vacante", o algo parecido.

Cuando recibí el correo electrónico, recuerdo que le mandé un mensaje a mi amiga. Luego me llamó y me contó que a su jefe, que estaba intentando salvar a la gente, también le habían despedido. Le pilló por sorpresa. La gente lloraba. 

Fue muy chocante asimilar que un día tienes un trabajo y al otro te avisan de que te pagan los dos próximos meses sin que puedas hacer nada. 

Llevaba en la empresa alrededor de un año y realmente me gustaba lo que hacía. Además, tenía un buen jefe, pero fue su cambio de actitud el que nos alertó de que algo pasaría.

Se convirtió rápidamente en una situación de sálvese quien pueda: había gente que intentaba quedar bien para tener más posibilidades de quedarse y otros que abandonaba el barco antes de que la tragedia se hiciese realidad.

Toda la situación parecía fuera de control

Antes de que empezasen los despidos en mi departamento, hablé con mi jefe y me dijo que no tenía de qué preocuparme: "No hay nadie más en el equipo que haga lo que tú haces. Así que no tienes por qué preocuparte". Pero resulta que no era así. Los jefes directos no cortan ni pinchan en las decisiones sobre los recortes de plantilla. 

Uno o dos meses antes de que llegasen los despidos nos pidieron que rellenáramos un documento en el que teníamos que escribir las cosas en las que estábamos trabajando, las cosas que poseíamos y los proyectos que queríamos realizar el año siguiente. Era un documento compartido, así que todo el mundo podía editarlo. La gente empezó a editar las respuestas de los demás y fue un caos. 

Algunas personas con las que trabajaba estaban poniendo sus nombres en mis piezas técnicas. Así que parecía que yo era un peón más en proyectos que en realidad yo lideraba. Algunas de las personas que lo hicieron vinieron a explicarme que lo habían hecho porque "estábamos colaborando estrechamente", cuando en realidad era una forma de intentar salvarse.

En retrospectiva, pienso que debería haber sido justa y haber quitado sus nombres, pero en aquel momento pensé que sería mezquino y no quise entrar en esas discusiones porque mi nombre seguía figurando. Sentí que toda la situación estaba fuera de control. Y en ese momento, me dije que nos dejaremos llevar por la corriente.

La dirección aseguraba que este documento no era motivo de preocupación. Dijeron que estaban pidiendo la información porque teníamos algunos nuevos líderes que querían obtener una mejor visión de lo que se estaba haciendo en el terreno. Pero, era imposible no estar preocupados. 

De hecho, tuvimos que redactar el documento 2 veces: una antes de la oleada de despidos de noviembre y otra cuando me despidieron.

Cuando se produjo la primera ola de despidos en noviembre, estábamos muy preocupados por la falta de información. Nos preocupaba que nos despidieran mientras estábamos de viaje y que nuestros propios jefes también estuviesen siendo despedidos. Aunque nos daban razones de por qué se iban, básicamente entendíamos lo que estaba pasando.

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Me presenté a cerca de 200 trabajos

Cuando me despidieron, al día siguiente me puse a buscar trabajo. Tenía mi ordenador de Amazon cerrado y esperaba a que me enviaran una caja para devolverlo junto con el resto del equipo.

Me aseguraron que podía buscar oportunidades dentro de Amazon si quería. Pero después de lo vivido, sentía que era lo último que haría.

Me considero una persona de alto rendimiento. Mi jefe y luego su jefe siempre me decían que era alguien a quien querían proteger y que era alguien a quien valoraban mucho. Y al final, los hechos fueron todo lo contrario: me sentí como un número más.

Probablemente, solicité cerca de 200 puestos de trabajo. La competencia estaba siendo muy agresiva por la cantidad de despidos tecnológicos que se estaban produciendo. Así que era muy difícil encontrar algo. Teníamos 2 meses de indemnización y al final de ese tiempo recibíamos un pago que dependía de tu antigüedad en Amazon.

Dado que es un trabajo muy cualificado, tienes que pasar por muchas entrevistas y rellenar muchas fichas. Fue duro, tuve mucha ansiedad.

Después de todas esas solicitudes, entre 10 y 15 se convirtieron en entrevistas, si tenemos en cuenta las pruebas telefónicas.

Pero Amazon volvió a llamarme

Recibí mi primer contacto en LinkedIn de parte de Amazon poco más de un mes después de que me despidiesen. El mensaje era de un reclutador externo con el que trabajaba Amazon. Les dije que no estaba interesado.

Unos 10 días después, mi antiguo jefe, el que se había trasladado a otra división antes de los despidos, se puso en contacto conmigo porque se habría un nuevo puesto en su equipo. "Entiendo perfectamente que hayas terminado con Amazon en este momento. ¿Pero es algo en lo que estarías interesado?, me dijo. Mi respuesta fue rotunda: "No, gracias".

En ese momento seguía sin trabajo, pero me aterraba volver. Sé de otros compañeros que fueron despedidos conmigo y que volvieron a sus puestos, pero algunos de ellos lo hicieron porque no les quedaba otra. Otro volvió durante unos meses para luego notificar a los jefes de que le había salido algo mejor.  

Lo que me molestó fue que echaran a gente que en realidad necesitaban. Ahora estaban contratando a gente para el puesto que yo ostentaba. Amazon debería haber congelado la contratación y haberse reorganizado internamente mucho mejor, porque el mensaje que estaban mandando era: "Tenemos demasiada gente y hemos contratado de más". Pero la realidad es que después siguieron contratando, porque necesitaban otros 3 como yo. 

Más tarde me enteré hablando con la tercera persona que se puso en contacto conmigo —el reclutador— de que algunas empresas les pedían expresamente que fuesen a por gente que ya había trabajado para ellas.

Es como si te cubrieran de hormigas

Me parece que se está jugando con la vida, la salud mental y la seguridad de la gente en aras de un proceso de despido casi arbitrario, para que parezca que se está haciendo algo después del desastre.

Todo me pareció muy artificial y tuve la sensación como si no me pudiese desprender de ellos, como si se me llenase el cuerpo de hormigas y me estuviesen agobiando. Cuando parece que te las estás quitando, siempre aparecen más. Era como, "¿qué estás haciendo?" Si no haces un cambio estructural para abordar el exceso de contratación, entonces va a seguir creciendo como un cáncer.

No quería volver porque había perdido la confianza en ellos. Sabía que lo que había pasado podía volver a ocurrir fácilmente. Cuando me cogieron estaba muy motivada y trabajé duro, pero después, nada de eso les importaba en absoluto.

Despidos

Supongo que para la mayoría de la gente es así: si no ves los frutos de tu trabajo, es un poco desmotivador recibir ese tipo de respuesta. Pero además, el factor confianza era enorme. Sentía que no podía hacer nada que me diera seguridad. Sobre todo porque no entendía por qué hacían lo que hacían.

Entonces, el mes pasado, recibí otro correo electrónico acerca de los perfiles boomeranger de Amazon, a la que puedes volver sin necesidad de completar todo el proceso de entrevistas. Era la cuarta vez que me preguntaban si quería volver.

La primera vez que me contactaron sentí presión por volver. Pero la respuesta visceral fue tan intensa que pensé: "No puedo hacerlo".

August Aldebot-Green, portavoz de Amazon, ha asegurado lo siguiente a Business Insider por correo electrónico: "Agradecemos la oportunidad de contratar a antiguos empleados que tuvieron éxito en sus funciones aquí. Sabemos que suben el listón para los clientes, así que cuando es apropiado y posible, hemos priorizado activamente colocarlos en puestos disponibles."

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