Meta está tan desesperada por conseguir datos para entrenar a su IA que podría arriesgarse a ser demandada por derechos de autor

Lakshmi Varanasi
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Una fotografía del logo de Meta en su sede.

Josh Edelson/AFP vía Getty

  • Las grandes tecnológicas han estado tratando de encontrar nuevas fuentes de datos para entrenar a sus potentes modelos de inteligencia artificial.
  • Meta, la matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, habría considerado varias formas de obtener nueva información, entre ellas, la compra de una importante editorial estadounidense como Simon & Schuster.

Los gigantes tecnológicos están intentando encontrar nuevas fuentes de información que alimenten su particular carrera armamentística por la inteligencia artificial.

En el caso de la matriz de Facebook, Instagram y WhatsApp, se habría tratado de un tema tan problemático que los directivos de Meta se habrían reunido prácticamente a diario entre los meses de marzo y abril del año pasado para trazar un plan, según ha publicado este fin de semana el New York Times.

A medida que los sistemas de IA se vuelven más potentes, las empresas tecnológicas se ven obligadas a buscar datos de forma más agresiva, lo que podría exponerlas a posibles violaciones de los derechos de autor. Hay quien sospecha, por ejemplo, que OpenAI utiliza YouTube para entrenar a su generador de vídeos, Sora. La CTO de la desarrolladora de ChatGPT, Mira Murati, ha negado tales acusaciones.

Tal y como ha informado el New York Times, durante las reuniones que mantuvieron los ejecutivos de Meta, algunos participantes plantearon la posibilidad de comprar la editorial estadounidense Simon & Schuster, que la firma de capital riesgo KKR acabó adquiriendo por 1.620 millones de dólares —unos 1.500 millones de euros al tipo de cambio actual— el pasado mes de agosto. 

Otros directivos propusieron pagar 10 dólares por libro para obtener todos los derechos de licencia de los nuevos títulos que publicase la editorial.

Joaquín Almunia, ex vicepresidente de la Comisión Europea.

En el momento en el que se produjeron estas reuniones, la matriz de Facebook ya había recopilado muchos libros, artículos y otros contenidos online. La compañía había subcontratado a profesionales de determinados países africanos para recopilar resúmenes de títulos de ficción y no ficción, algunos de los cuales incluían información protegida por derechos de autor. 

"No tenemos forma de no recopilar eso", habría afirmado un ejecutivo durante una reunión.

Los asistentes a estas juntas habrían debatido acerca de si la empresa de redes sociales podía seguir recopilando datos de fuentes potencialmente protegidas por derechos de autor sin dedicar tiempo y dinero a conseguir acuerdos de licencia. Cuando un abogado señaló los problemas "éticos" que planteaba la apropiación de la propiedad intelectual, se hizo el silencio, según publica el New York Times.

Meta no ha respondido a la solicitud de comentarios de Business Insider.

En última instancia, los directivos de la tecnológica habrían decidido basarse en el precedente establecido en el juicio "Authors Guild vs. Google", un caso judicial de 2015 llevado ante el Tribunal Supremo. 

El tribunal se negó a admitir el caso a trámite, dando por válida una sentencia de un tribunal inferior. Dicho tribunal concluyó que el gigante de las búsquedas online podía recopilar libros para la Búsqueda de libros de Google bajo las directrices del fair use. Los abogados de Meta habrían asegurado que la empresa podía entrenar sus sistemas de IA bajo esas mismas directrices.

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