No es frecuente que un padre pida un favor como este a su hijo adolescente. Claro, fregar los platos puede estar dentro de las capacidades de un chaval de 17 años, pero ¿qué tal pasa un montón de horas en una clínica de salud donando plasma sanguíneo a tu progenitor para rejuvenecerlo?

El acaudalado empresario tecnológico Bryan Johnson, de 45 años, acaba de reclutar a su hijo Talmage, de 17 años, y a su padre Richard, de 70, para que se unan a él en un intercambio trigeneracional de productos sanguíneos, según informa Bloomberg.

En abril, el trío visitó Resurgence Wellness, un balneario médico de aspecto futurista situado en Arlington (Texas). Al más pequeño de los Johnson le extrajeron un litro entero de sangre (aproximadamente una quinta parte de la disponible en todo su cuerpo) separada en partes, y luego reinfundieron el plasma a su padre.

Por su parte, el mediano de los Johnson donó también un litro de material sanguíneo a su padre, de 70 años, mientras que nadie donó sangre al joven de 17 años. 

Con los datos disponibles, solamente se puede especular sobre cómo Johnson lanzó la idea a sus parientes cercanos, pero tanto su padre como su hijo parecían estar preparados para la tarea en las fotos a las que ha accedido la prensa.

El empresario tecnológico es conocido por su costosa rutina antienvejecimiento 

No es la primera vez que Bryan Johnson salta a los titulares con descabelladas ideas antienvejecimiento —incluyendo su salvaje rutina diaria— aunque por lo que sabemos es la primera vez que mete en sus teorías a su hijo, que no tiene edad ni para comprar un paquete de tabaco.

Johnson hizo fortuna como fundador de la empresa de pagos por Internet y móvil Braintree, que primero adquirió Venmo y luego fue vendida a PayPal. 

Hoy en día es más conocido por gastarse al menos 2 millones de dólares al año persiguiendo la fuente de la juventud eterna.

Según un artículo de Bloomberg Businessweek, la nueva aventura de Johnson, el Proyecto Blueprint, consiste en hacer todo lo posible para invertir el proceso de envejecimiento. 

Esto incluye seguir unas pautas dietéticas estrictas, un horario rígido de sueño y ejercicio, exámenes médicos frecuentes y seguir los consejos de un médico de 29 años que terminó la carrera justo antes de la pandemia. 

Por si fuera poco, parece que su búsqueda de la eterna juventud también incluye infusiones de "sangre joven", una práctica que hasta ahora no se ha demostrado científicamente y que la FDA no recomienda, tal y como explica este reportaje en CNBC.

Algunos estudios en roedores han demostrado que los ratones mayores que comparten sangre y órganos con sus congéneres más jóvenes pueden experimentar un efecto de envejecimiento inverso, aunque también se trata de investigaciones controvertidas. 

Hasta la fecha, no existe evidencia científica que sugiera que este tipo intercambio funcione en humanos, y los investigadores han dicho anteriormente a Business Insider que estas trasfusiones podrían tener efectos secundarios peligrosos, como una fuerte reacción inmunitaria.

Bloomberg informó de que el empresario ya había acudido varias veces a la clínica de Dallas para recibir plasma sanguíneo de un joven donante anónimo cuyos datos de salud habían sido comprobados con antelación, antes de decidirse por la sangre de su hijo.

Normalmente, los donantes de plasma reciben unos míseros 100 dólares en tarjetas regalo por un procedimiento que cuesta unos 5.500 dólares, según revela Bloomberg.

Pero Johnson no puso precio al plasma de su hijo, al menos que se sepa. En este caso, todo lo que Talmage recibió fue amor paternal y un regalo que casi nadie podría superar en el próximo Día del Padre.