El aguacate se ha convertido en un símbolo de una dieta saludable, no hay foto de desayuno healthy en Instagram en el que no aparezca esta fruta. 

Sobran las razones para comerlo cuando se trata de salud. Tiene un impacto positivo frente a los factores de riesgo cardiovascular, incluido el colesterol alto. Aporta ácido oleico, un ácido graso omega-9 capaz de desinflamar el cuerpo, al que se suman el potasio, la fibra, la vitamina K o la vitamina E, con propiedades antioxidantes.

Con todas estas bondades no es de extrañar que ahora lo pongas en todo: la tostada de tu desayuno, en mil y una ensaladas, por no hablar del sushi o el guacamole. Si bien hace 10 años pocos eran los que lo conocían ahora se come casi a diario.

Cada año se consumen unos 5.000 kg de aguacate en todo el mundo. Una demanda creciente con serias consecuencias medioambientales, por su producción y exportación masivas. Lo debería llevar a replantearse su consumo.

El coste ambiental del 'oro verde'

"El cultivo del aguacate, una de las 3 exportaciones principales del sector agrícola y agroindustrial, se apoya en prácticas como la tala indiscriminada e ilegal de árboles, daño en el subsuelo y uso excesivo de agua", resume El Nacional.

Para hacerse una idea, solo en Europa se comercializan 700 millones de kilos de este producto. En 2020 se produjeron en España 108.000 toneladas. Se trata de uno de los cultivos tropicales que que gana fuerza en nuestro país. En concreto en la Axarquía, zona malagueña de donde sale el 15% del aguacate de todo el continente, informa El Confidencial.

En una región donde el agua no es un recurso que precisamente sobre, quizá sorprenda saber que por cada aguacate se gasta la cifra de 600 litros de agua. Los cultivos de este alimento se traducen en el 80% de consumo hídrico de Axarquía.

México es, con gran diferencia, el mayor productor de aguacates. Michoacán, cerca de la Ciudad de México, produce la mitad de todos los aguacates del mundo. El cultivo en dicho estado tiene una superficie de producción equivalente a 196.000 campos de fútbol.

 La enorme y desproporcionada demanda de esta fruta está generando un efecto sobre el cambio climático en la zona, enfatizan desde Foro Económico Mundial (WEF por sus siglas en inglés).

Por qué es tan caro el aguacate, un alimento saludable, aunque con efectos negativos sobre el medioambiente

"Se han destruido paisajes forestales con una diversa vida silvestre para producir aguacate, y muchas otras tierras se han quemado intencionadamente para permitir una recalificación de tierras en favor de la agricultura comercial en lugar de los bosques, si se perdían a raíz del incendio".

Entre las prácticas habituales está la tala de arbustos y árboles viejos para que los aguacateros reciban más luz solar, lo que contribuye a la deforestación.  En Michoacán, se han perdido en torno a 14.500 hectáreas de bosque en favor de plantaciones de aguacate.

Según el organismo no gubernamental, diariamente se utilizan en torno a 9.500 millones de litros de agua para producirlos — unas 3.800 piscinas olímpicas—. Lo que supone una extracción masiva de agua de los acuíferos de Michoacán.

Por todo ello es necesario redefinir el consumo de este alimento. Entre las cosas que puedes hacer para reducir el impacto ambiental del aguacate, desde el WEF animan a buscar la certificación de un comercio justo y un cultivo sostenible, además de escoger aquellos más locales.

Reducir el consumo de aguacate por otros alimentos igual de saludables pero con menores consecuencias para el planeta, es otra de las opciones.