La razón por la que no debes tomar decisiones de inversión basadas en el miedo

No hay que dejarse llevar por el miedo para invertir.
Reuters

Rentabilizar el dinero es un concepto que todos los ahorradores quieres conseguir a principios de año. 

Las dudas de cómo se ha de mover es algo que, habitualmente, termina por dejar el capital completamente inmovilizado en la cuenta corriente. Una práctica que hace que se pierda poder adquisitivo debido al efecto de la inflación en el largo plazo. 

Es fundamental invertir parte de tu dinero, según los expertos en gestión patrimonial: dejarse llevar por la incertidumbre hace que pierdas poder adquisitivo. Parte del ahorro acumulado ha de moverse siempre. 

Pese a que sea probable que este año te sientas realmente nervioso con tus inversiones, ya que se observa mucha volatilidad –altas subidas y caídas – en las bolsas, no debes permitir que eso termine afectando a la estrategia de inversión que llevas a cabo con tu dinero. En otras palabras: el miedo no ha de paralizarte.

Los mercados siempre suben y bajan. Es su razón de ser y es ley de vida. 

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Es verdad que el mercado podría desplomarse en cualquier instante. Sin embargo, las fluctuaciones del día a día son habituales y es mejor no preocuparse por ellas. Esto no quiere decir que no haya que prestar atención a su evolución. Al ser inversores hay que estar plenamente informado de lo que sucede. No obstante, también es importante no dejarse llevar por el pánico y por una evolución negativa de tus inversiones.

La traducción de todo esto es clara: es necesario invertir para no perder capital con el transcurso del tiempo y no hay que tomar decisiones empujadas por el miedo. Lastra la planificación financiera que te hayas trazado y puede hacerte perder, a la postre, parte del capital que has empleado. 

Cuidado con los impactos emocionales: hay que ajustarse a un método

Los expertos siempre reconocen que cada vez que veas tu cartera y notes que el valor de los activos por los que has apostado ha cambiado, generará un impacto emocional importante que hay que ser capaz de evitar. 

En ocasiones, porque te puedes sentir emocionado por el estado de su cartera. Por ejemplo, si estás en números verdes con altas rentabilidades puedes caer en el error de querer comprar más, lo cual puede llevarte a entrar en pérdidas en breve. Hay que analizar todo con mesura y no perder la cabeza. 

Lo mismo sucede cuando el entorno se torna adverso. Muchos inversores deciden vender cuando todo está cayendo, lo cual no da ningún tipo de margen a la recuperación. De forma general, esto es una mala práctica: dejarse llevar por los impulsos sin llevar un método concreto puede terminar lastrando tus finanzas personales

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Históricamente, son unos de los errores más importantes que la gente puede cometer. No hay que tomar decisiones de inversión cuando tu cabeza esté nublada por las emociones. Es mejor que tu actuación sea de forma deliberada, en lugar de reaccionar al comportamiento que está teniendo tu cartera. 

Por eso, es fundamental ajustarse a un método de inversiones. Fija un límite de lo que estás dispuesto a perder y síguelo a rajatabla. Con las ganancias, lo mismo. Se trata de evitar que te guíes por impulsos y sí lo hagas por una estrategia analítica y razonable.

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Tampoco es aconsejable que observes el dinero destinado a la inversión del que dispones, a menos que tengas una idea clara de lo que quieres hacer. Decida qué cambios quieres acometer y solo entonces abre tu cartera. No es una buena idea observar cómo cotizan tus posiciones para luego decidir qué se hace. 

Invertir no es más que un juego de largo plazo. Muchas personas tienen metas de inversión para ahorrar para la entrada de un piso, para generar un colchón sólido, o para su jubilación. 

Por tanto, si planeas usar el dinero que has invertido dentro de unos años, los mercados volátiles no deberían tener mucha importancia para esas metas de largo plazo. De ahí a la importancia de “comprar y mantener” para que tu capital siga trabajando y generes rendimientos por el poder el interés compuesto. 

Siguiendo esta dinámica podrás seguir manteniendo tus inversiones a largo plazo, para cumplir tus metas planteadas, sin necesidad de entrar en pánico todos los días ni deprimirse por los inevitables cambios que hace el mercado habitualmente.
 

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