Por qué algunas personas tienen miedo a la nueva normalidad después del confinamiento: estas son las recomendaciones para enfrentarse estos temores

• El confinamiento parece haber entrado en su recta final en toda España tras más de 60 días de aislamiento social; pero genera miedo e incertidumbre en muchas personas.
• La preocupación se centra en su seguridad física por evitar el contagio y en la incertidumbre respecto a la interacción social y a la situación económica inmediata y futura.
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El confinamiento ha sido un proceso traumático para muchas personas. El aislamiento social, la incertidumbre respecto a su puesto de trabajo o un posible contagio futuro conforman un cóctel perfecto para que la ansiedad y el estrés condicionen su "nueva normalidad".

Al fin y al cabo se trata de recuperar el ritmo de vida anterior a la pandemia de manera paulatina, en la que seguirá siendo necesario tomar medidas de distanciamiento, proteger a la población vulnerable y no relajarse hasta que se encuentre una vacuna.

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Esta "nueva normalidad", que con el tiempo se revertirá a la normalidad, puede que precise un transcurso de hasta 4 años, según investigadores de Harvard y la experiencia de la gripe española de hace un siglo.

De esta manera, y mientras dure el proceso de desescalada, algunos expertos, como la psicoterapeuta Amy Morin, destacan que la sensación de ansiedad y estrés ante este nuevo estadio es algo natural.

Se trata de un miedo que encuentra su origen en 2 de las necesidades básicas del ser humano: la seguridad física y la seguridad económico-laboral. Un punto de vista similar a la teoría que expuso Abraham Maslow con su pirámide a mediados del siglo XX.

Claro que ante un periodo tan extraordinario y que puede extenderse en el tiempo, Morin, al igual que otras voces autorizadas, recomienda elaborar un plan que priorice su salud mental y física para sortear la coyuntura y salir airosos.

¿Cuáles son los principales temores de la población de cara la "nueva normalidad"?

En primer lugar se encuentra la seguridad física. Esta se basa en mantenerse sanos y evitar el contagio por COVID-19.

No solo resulta peligroso para personas mayores, sino para aquellos que padecen enfermedades respiratorias graves o crónicas e incluso para embarazadas.

El tiempo no se detiene, por lo que es posible que las mujeres puedan pasar a fase de gestación o algunas personas sanas contraer una patología antes de contagiarse por coronavirus y mermar sus posibilidades de curación.

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También puede provocar el cierre de su empresa o una baja larga futura motivar un cese laboral. Y es justamente el amplio abanico de posibilidades lo que asusta a muchos ciudadanos.

Otra causa es la ansiedad que se desprende de la "nueva normalidad" y la manera en que cambiará el propio trayecto al trabajo, las reuniones con amigos, una salida a un restaurante o al cine; los desplazamientos largos en medios colectivos y hasta la manera de encontrar un nuevo empleo.

No todos se sienten a gusto entre 4 paredes o con unas vacaciones cerca de casa. Otras personas, sin embargo, temen la "nueva normalidad" debido a que supondrá recuperar el ritmo de vida anterior, ajetreado, con desplazamientos y sin tiempo para todo.

Y es quela opción de teletrabajo es bastante factible para algunos profesionales, ya que a su vez permite disfrutar de más tiempo por parte de los trabajadores para la conciliación, siempre que se haya establecido una rutina adeucada.

¿Cuáles son las recomendaciones de los expertos ante la incertidumbre de la nueva normalidad?

Más allá de las soluciones habituales: seguir una dieta saludable, descansar bien, hacer deporte y disponer una rutina, los expertos recomiendan prestar especial atención a 3 puntos en particular durante esta coyuntura.

En primer lugar, señalan la importancia de establecer prioridades, tanto a la hora de estructurar el trabajo como el ocio. Lo relevante es que todo lo que hagas contribuya a tener un tiempo de calidad.

También es importante fortalecerse mentalmente y desarrollar la resiliencia. La incertidumbre por causas externas impide resolver muchos problemas, por lo que es importante centrarse en los que están al alcance de la mano.

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Para el resto de contratiempos, hay que buscar actividades que ayuden a combatir la ansiedad como la meditación o practicar yoga; socializar y buscar pasatiempos que ayuden a reforzar el autoestima y a combatir el estrés.

En último término, los expertos destacan buscar fuentes alternativas de ingresos en la medida de lo posible.

Es cierto que la nueva normalidad ha generado restricciones a la hora de incorporarse al mercado laboral; pero al igual que durante la crisis de las subprime, que registró un incremento de profesionales autónomos muy alto, se puede replicar dentro del terreno digital.

Nunca antes fue tan fácil iniciar un negocio con menos barreras de entrada o con una inversión tan baja. Incluso sin saber programar es posible crear páginas webs, aunque exige ciertos conocimientos de SEO y encontrar un nicho de mercado adecuado.

Conseguir esos ingresos extra ayuda a sobrellevar mejor la incertidumbre y afianzar la ansiada seguridad financiera, incluso en el supuesto de que la fuente de ingresos principal se vea truncada.