OpenAI responde a la demanda de Elon Musk: quería que la startup se fusionase con Tesla y en realidad solo aportó 41 millones de euros

De un tiempo a esta parte, Elon Musk se ha dedicado a criticar públicamente a OpenAI, la compañía de inteligencia artificial que él mismo ayudó a fundar. 

El multimillonario empresario ha asegurado que le ofrecieron acciones de OpenAI, pero que no las aceptó porque "no parecía ético"; ha señalado que la desarrolladora de ChatGPT podría haber descubierto un "elemento peligroso" de la IA y que esta habría sido la razón del repentino despido de Sam Altman; y ha afirmado que "OpenAI se creó como una empresa de código abierto", pero que ahora se ha convertido en algo totalmente distinto: "No es en absoluto lo que yo pretendía".

La semana pasada, Musk decidió pasar de las palabras a los hechos y presentó una demanda judicial contra la startup de inteligencia artificial. En la denuncia, el CEO de Tesla acusa a OpenAI de haber traicionado su propósito fundacional de beneficiar a toda la humanidad al haber dejado de ser una organización sin ánimo de lucro y de código abierto para asociarse con un gigante como Microsoft.

Algunos analistas del sector tecnológico ya han calificado esta batalla judicial como una guerra por la moralidad de Silicon Valley, en la que algunos reconocidos inversores de capital riesgo —como Vinod Khosla, de Khosla Ventures, o Marc Andreessen, de Andreessen Horowitz— han comenzado a escoger bando. 

Sin embargo, la desarrolladora de ChatGPT ha decidido no quedarse de brazos cruzados. Tal y como han publicado medios de comunicación como TechCrunch, OpenAI ha anunciado este miércoles que tiene la intención de desestimar todas las reclamaciones hechas por Elon Musk. 

La inteligencia artificial está desatando una guerra moral en Silicon Valley: ¿quién ganará?

La compañía ha realizado este anuncio a través de una publicación en su página web oficial en la que aparecen como autores las principales cabezas pensantes de la organización: Greg Brockman, Ilya Sutskever, John Schulman, Sam Altman, Wojciech Zaremba y la propia OpenAI. 

En este artículo, la startup ha revelado que, desde su fundación en 2015, ha recibido menos de 45 millones de dólares —unos 41 millones de euros— por parte de Musk, a pesar de que este se habría comprometido inicialmente a proporcionar una financiación de hasta 1.000 millones de dólares (unos 920 millones de euros). En su defecto, OpenAI consiguió recaudar otros 90 millones por parte de otros donantes para financiar sus esfuerzos en materia de investigación.

Según ha recogido TechCrunch, la desarrolladora de IA ha abordado directamente la principal acusación de Musk de haber dejado de ser una organización sin ánimo de lucro para convertirse en una empresa privada.

OpenAI ha asegurado que, al reconocer los vastos recursos computacionales necesarios para desarrollar la inteligencia artificial general (AGI, por sus siglas en inglés), un sistema de IA con una inteligencia igual o superior a la de un ser humano, se hizo evidente que los costes anuales ascenderían a miles de millones de euros. 

Al parecer, esta constatación llevó a entender que la transición a una estructura con ánimo de lucro era esencial para garantizar la financiación y los recursos necesarios, y fue entonces cuando Musk empezó a mostrar disconformidad con la dirección que estaba tomando la compañía que él mismo había ayudado a fundar.

"Mientras discutíamos una estructura con ánimo de lucro para impulsar la misión, Elon quería que nos fusionáramos con Tesla o quería el control total. Elon abandonó OpenAI, diciendo que tenía que haber un competidor relevante para Google/DeepMind y que iba a hacerlo él mismo. Dijo que nos apoyaría para encontrar nuestro propio camino", ha afirmado OpenAI, que ha publicado en su artículo cinco intercambios de correos electrónicos entre Musk y varios directivos de la startup de IA.

"A principios de febrero de 2018, Elon nos reenvió un correo electrónico sugiriendo que OpenAI debería 'adjuntar a Tesla como su vaca lechera', comentando que era 'exactamente lo correcto (...) Tesla es el único camino para llegarle siquiera a la suela del zapato a Google'".

Aun así, OpenAI ha desvelado que el CEO de Tesla comprendió la necesidad de la desarrolladora de ChatGPT de alejarse eventualmente de la transparencia, especialmente en lo relativo a la AGI. 

"Elon comprendió que la misión no implicaba abrir la AGI. Como Ilya le dijo a Elon: 'A medida que nos acerquemos a la construcción de la inteligencia artificial, tendrá sentido empezar a ser menos abiertos. Lo abierto significa que todo el mundo debería beneficiarse de los frutos de la IA una vez construida, pero está totalmente bien no compartir la ciencia...', a lo que Elon respondió: 'Sip'".