Sam Altman asegura que la investigación sobre su destitución se cerrará "pronto": los empleados de OpenAI se preparan para más sorpresas

Kali Hays
| Traducido por: 
Sam Altman, CEO de OpenAI.
Sam Altman, CEO de OpenAI.

Andrew Caballero-Reynolds/Getty

  • El CEO de OpenAI, Sam Altman, ha sido preguntado acerca de la investigación sobre su repentino despido el pasado mes de noviembre durante una reunión interna.
  • Se trata de una de las diversas investigaciones que actualmente se están llevando a cabo en torno a la empresa de inteligencia artificial. 

Dentro de OpenAI, Sam Altman sigue mostrándose como un CEO accesible y cercano con los trabajadores, aunque muchos de ellos se están dando cuenta de lo poco que saben en realidad sobre el funcionamiento interno de la compañía para la que trabajan.

En una reciente reunión en la que se han dado cita todos los empleados de la desarrolladora de ChatGPT, uno de ellos ha preguntado por la investigación interna sobre Altman que se inició tras su dramática destitución y regreso a finales del año pasado

Según han declarado a Business Insider dos personas que se encontraban presentes en el acto, Altman simplemente respondió que iba a "terminar pronto", pero no entró a dar más detalles al respecto. La previsión interna es que la investigación concluya antes de que termine el primer trimestre, ha añadido otra de las personas que acudió a la reunión interna. 

Medios de comunicación como el Wall Street Journal y el New York Times también han publicado información acerca de que la investigación que se está llevando a cabo internamente está a punto de concluir. En cambio, no se había informado previamente de que Altman hubiese hablado sobre ella con sus trabajadores.

Esta falta de transparencia para con sus empleados es algo nuevo para Altman, ha señalado una de las personas familiarizadas con su gestión. 

Su visibilidad pública ha aumentado desde que el año pasado fue expulsado de la empresa que él mismo cofundó, un periodo al que muchos trabajadores de OpenAI se refieren ahora como "el golpe". Y, aunque Altman todavía está dispuesto a charlar por los pasillos y responde a cualquier empleado en Slack, existen muchos elementos que siguen siendo un misterio para la plantilla.

Elon Musk, cofundador de OpenAI (izquierda), Vinod Khosla, promotor de la desarrolladora de ChatGPT (centro) y Marc Andreessen, inversor de capital riesgo afín a Musk.

Mientras que la mayoría de los trabajadores prefiere agachar la cabeza y seguir trabajando, muchos de ellos haciéndolo activamente en GPT-5 (la próxima versión del modelo de inteligencia artificial generativa de OpenAI, que se lanzará en los próximos meses), una de las personas familiarizadas con la situación ha afirmado que existe "mucha presión" asociada al reconocimiento público de Altman.

Al igual que algunos analistas, muchos empleados están confundidos acerca de la estructura operativa de OpenAI. La startup forma parte de una organización sin ánimo de lucro que controla una filial con ánimo de lucro, que a su vez controla un holding, que a su vez controla otra entidad con ánimo de lucro... y esa entidad es en la que Microsoft está invirtiendo miles de millones de euros.

"No tiene mucho sentido para nadie", ha reconocido una de las fuentes de este medio de comunicación, familiarizada con la estructura de la compañía. Esta persona se preguntaba si las diversas investigaciones en las que se encuentra inmersa OpenAI forzarían algún tipo de cambio de un tiempo a esta parte, tal vez simplificando la estructura operativa.

"Espero algo más de drama, procedente de algún sitio", ha añadido esta persona.

OpenAI no ha respondido a la petición de declaraciones de Business Insider.

 

Otro asunto que genera bastante confusión es la compensación en acciones que reciben los trabajadores en concepto de unidades de participación en beneficios (PPU, por sus siglas en inglés), que constituyen una gran parte de su salario previsto. 

Los empleados siguen sin saber cuántas PPU se incluyen en sus retribuciones, solo se les dice el valor monetario que tienen asignado esas mismas participaciones. Aunque el personal de OpenAI esté bien pagado, a muchos trabajadores les preocupa cada vez más el riesgo que asumen. El despido de Altman les enseñó que la empresa no era tan estable como ellos mismos podían pensar.

Luego está la reciente salida de Andrej Karpathy, otro miembro fundador de OpenAI que se reincorporó a la startup hace apenas un año. A través de un comunicado interno que fue enviado a la plantilla con motivo de su marcha, Karpathy insistía en que no se iba a otro trabajo y que estaba "muy triste" por irse, según ha indicado una persona que pudo leer dicha comunicación. 

Esta persona ha asegurado que Karpathy simplemente no estaba disfrutando del trabajo que se le había encomendado en OpenAI, liderando un equipo de desarrollo de un asistente de IA. Sin embargo, esta persona se preguntaba por qué la compañía no habría querido mantener a alguien de su categoría dentro de la comunidad de inteligencia artificial: "¿Por qué no dejarle hacer lo que quisiera?".

La insatisfactoria salida de Karpathy se suma a la continua invisibilidad de Ilya Sutskever, el respetado cofundador de OpenAI y científico jefe durante muchos años que desempeñó un papel importante en la destitución de Altman. Las dos personas citadas por este medio de comunicación afirman que se mantiene el silencio sobre su continuidad en la organización, si es que esta llega a confirmarse.

La desarrolladora de ChatGPT todavía no se ha pronunciado oficialmente sobre la situación laboral de Sutskever. Aunque ya no forma parte del consejo de OpenAI (como tampoco lo hace Altman), su nombre sigue apareciendo en los sistemas informáticos de la empresa como Slack, según una de las personas familiarizadas. Un abogado de Sutskever no ha respondido a una solicitud de comentarios.

Con más preguntas que respuestas, a la mayoría de los empleados les queda observar y deducir. En cuanto a los resultados de la investigación interna sobre Altman, la plantilla no espera grandes revelaciones, en parte porque el estado de ánimo y la conducta del CEO han mejorado notablemente en las últimas semanas, según ha apuntado una de las fuentes de este medio de comunicación. 

El peso del "golpe" todavía parecía "pesar" sobre Altman a principios de este año, señalaba esta persona. Ahora, en cambio, "parece mucho más feliz".

Con Sutskever apartado de los focos, otros líderes de OpenAI están empezando a aparecer en su lugar. Greg Brockman se dirige ahora con más frecuencia a los trabajadores y responde a sus preguntas, han explicado las dos personas familiarizadas. Lo mismo ocurre con Jakub Pachoki, que dirige la investigación sobre la destitución de Altman.

"Sam sigue adelante", ha valorado una de estas personas. Los demás también lo intentan.

Conoce cómo trabajamos en Business Insider.