Este es el golpe más salvaje en la historia de Silicon Valley

Michael Cogley
| Traducido por: 
Sam Altman, CEO de OpenAI.
Sam Altman, CEO de OpenAI.

Justin Sullivan/Getty

  • El golpe más salvaje de la historia de Silicon Valley acaba de producirse en las últimas 72 horas.
  • OpenAI echó al consejero delegado Sam Altman, estuvo a punto de volver a contratarle y luego optó por otros dos consejeros delegados.
  • Ahora Altman ha sido contratado por Microsoft y OpenAI parece en peligro de desmoronarse.
Análisis Faldón

La empresa más apasionante de la inteligencia artificial acaba de saltar por los aires.

En el transcurso del fin de semana, el consejo de OpenAI despidió a Sam Altman, consejero delegado, nombró a Mira Murati, directora técnica, como jefa interina, reabrió las negociaciones para traer de vuelta a Altman y nombró a otro consejero delegado interino, el cofundador de Twitch Emmett Shear.

Sam Altman ha sido contratado como empleado por Microsoft, el mayor inversor de OpenAI. Varios empleados de OpenAI, incluido su antiguo presidente Greg Brockman, parecen dispuestos a seguirle.

¿Quién da más?

El drama no ha dejado de sucederse desde el viernes. A lo largo del lunes, antiguos y actuales ejecutivos y empleados de OpenAI han publicado su solidaridad con Altman en X, la mayoría con emojis de ❤️, dando a entender una inminente salida masiva de talentos.

Resulta alentador saber que el abanderado de la IA, una tecnología que ya está transformando la sociedad, está siendo tratado con mesura, ¿verdad?

Todavía se especula mucho sobre las verdaderas razones que han llevado a despedir a uno de los directivos tecnológicos más poderosos y con mayor proyección comercial del momento.

El consejo de administración dijo que había echado a Altman porque no había sido "coherentemente sincero en sus comunicaciones con el consejo", pero desde entonces ha permanecido relativamente en silencio.

Silicon Valley y sus allegados han llenado ese silencio.

"Adiós OpenAI", dijo el fundador de AngelList Babak Nivi en un post en X el lunes. "Recomiendo a todos sus empleados que renuncien. Tu junta ha difamado a tu antiguo CEO, te ha mantenido a oscuras todo el fin de semana y ha pasado por dos CEO en unas 48 horas."

Nivi ha añadido que la junta ha sido "incompetente sin medida".

OpenAI ha sido un auténtico cohete desde el lanzamiento de ChatGPT en 2022, cerrando grandes acuerdos corporativos y alcanzando una valoración de 86.000 millones de dólares.

Altman, que no es investigador de IA, demostró recientemente sus dotes comerciales en el primer día para desarrolladores de OpenAI y el lanzamiento de GPT personalizados.

Recientemente se ha codeado con líderes mundiales como el primer ministro británico, Rishi Sunak, la vicepresidenta estadounidense, Kamala Harris, y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, en la Cumbre sobre Seguridad de la IA celebrada en Londres a principios de mes.

Sam Altman se reunió con líderes mundiales, entre ellos el primer ministro británico Rishi Sunak, en Londres a principios de mes.
Sam Altman se reunió con líderes mundiales, entre ellos el primer ministro británico Rishi Sunak, en Londres a principios de mes.

WPA Pool/Alastair Grant

Casi todas las startups se han quedado mirando con envidia.

Sin embargo, todo este drama sólo ha sido posible porque OpenAI no es la típica startup respaldada por una empresa de capital riesgo.

La empresa se creó sin ánimo de lucro en 2015 con el objetivo de construir una inteligencia segura y beneficiosa "en beneficio de la humanidad." Tres años más tarde, creó una empresa de "beneficios limitados" conocida como OpenAI LP, lo que le permitió recaudar enormes cantidades de efectivo para contratar talento y comprar potencia de cálculo.

Pero el propio consejo de administración permanece, inusualmente, libre de la influencia de los inversores y, por tanto, centrado en la misión original de OpenAI.

La estructura de OpenAI no se parece a la de una típica startup respaldada por una entidad de capital riesgo.
La estructura de OpenAI no se parece a la de una típica startup respaldada por una entidad de capital riesgo.

OpenAI

Está formada por el cofundador de OpenAI y supuesto orquestador del golpe, Ilya Sutskever, el consejero delegado de Quora, Adam D'Angelo, la relativamente desconocida empresaria Tasha McCauley y Helen Toner, que ha pasado los últimos cinco años dirigiendo la estrategia del Centro de Seguridad y Tecnologías Emergentes de Georgetown.

Para los que piensan que OpenAI estaba priorizando ganar dinero con ChatGPT y otros productos por encima de la seguridad, la marcha de Altman no ha sido una "cagada" sino más bien un "Ave María".

Gary Marcus, padrino de la IA y antiguo googler, ha afirmado que el trabajo de la junta era velar por la humanidad y no proteger la marca, añadiendo que "debieron ver peligro en algo que Sam estaba haciendo".

El nombramiento del nuevo CEO Shear, que ha expresado anteriormente su preocupación por que la IA pueda destruir toda forma de vida, da peso a esta teoría.

Otro efecto secundario sorprendente de esta asombrosa trama ha sido que Microsoft, que ha respaldado a OpenAI con 13.000 millones de dólares, se ha visto afectada por la noticia.

Pero Satya Nadella, CEO de Microsoft, no ha desaprovechado una buena crisis. A pesar de verse sorprendido por el despido de Altman el viernes, ha contratado tanto a Altman como a Brockman para dirigir un nuevo equipo de investigación de IA avanzada en Microsoft, al tiempo que reafirma su compromiso con OpenAI.

La conclusión clara del caos: Nadella parece haber ganado.

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