Internet de las cosas para transformar el futuro de los cuidados: esta startup española quiere usar sensores inteligentes para detectar las caídas de personas mayores que viven solas

Los fundadores de Oriwami, José María Navia-Osorio y Ángel Sánchez
Los fundadores de Oriwami, José María Navia-Osorio y Ángel SánchezOriwami
  • La esperanza de vida en España supera los 80 años tanto para mujeres como para varones, en un país con una población muy envejecida en el que los cuidados son una realidad en casi todas las familias.
  • Oriwami es una startup creada en septiembre de 2020 que ofrece un servicio compuesto por sensores que ayudan a monitorizar a las personas mayores que viven solas y a registrar actividad inusual.
  • Su CEO, Ángel Sánchez, fundó la compañía junto al abogado José María Navia-Osorio con 200.000 euros de recursos propios y quieren evitar la financiación externa.
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España es, por detrás de Japón, el país más longevo del mundo: la esperanza de vida alcanza los 81 para los varones y los 86 para las mujeres, según datos del Banco Mundial. El dato, considerado uno de los mejores para saber el grado de bienestar de un país, esconde las realidades relacionadas con los cuidados, en especial si la persona mayor tiene patologías graves.

En estos casos, el papel de la cuidadora es esencial, forme parte de la familia o sea externa, aunque hay ocasiones en las que se encuentran ciegas, sobre todo si los mayores viven solos. 

Oriwami, una compañía española que trabaja en soluciones IoT (internet de las cosas, por sus siglas en inglés), ha creado una tecnología basada en sensores que se puede colocar en las habitaciones de las casas para poder monitorizar a la gente mayor y avisar a sus cuidadores o seres queridos si hay alguna actividad inusual.

"Hay un patrón que se repite: mayores, viviendo solos, que se valen por sí mismos, pero que a veces tienen alguna incidencia y que muchas veces no tienen ni wifi", señala el CEO y cofundador de Oriwami, Ángel Sánchez, en una entrevista con Business Insider España. Además, explica que tan relevante es el registro de actividad como la falta de esta, que podría indicar una caída, así como otros registros que indican cuándo se abre la nevera o la ventana, para evitar olvidos.

El sistema manda por WhatsApp las alertas, ya que para Sánchez se trata de una "app universal que todos tenemos". "Con casi toda seguridad lo vamos a leer, aunque eso no quiere decir que la plataforma no deje de enviarlo por otro canal", indica el CEO.

Los consumidores no van a necesitar comprar los dispositivos, sino que se le prestarán en régimen de alquiler al contratar el servicio, de la misma manera que una operadora presta el router para dar conexión a internet. El precio final será de un euro al día, que incluye el gateway y 3 sensores para colocar en las habitaciones que el cliente considere, una cantidad que se puede personalizar y ampliar pagando 5 euros más al mes.

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"El usuario cada vez valora más que se le preste un servicio, que se le alquilen esos dispositivos", expone Sánchez. La principal ventaja que ofrece este servicio para el CEO es que no necesita conexión wifi para funcionar correctamente (aunque el gateway se puede conectar con el router si hubiese) ni una app específica, lo que "le hace más adaptable".

Los sensores disponibles son de muchos tipos y abarcan una gran variedad de funcionalidades: desde los que detectan si hay una ventana abierta hasta los de presencia, que descubren si hay alguien en la sala donde los coloques. Asimismo, Sánchez destaca otro tipo: el pulsador, que manda una alerta a la persona cuidadora y que se puede utilizar si hay alguna emergencia y no hay un teléfono cerca.

Todos los pulsadores se comunican con el gateway, que sube el dato directamente a la nube a través de tecnología narrow band. El dispositivo tiene forma de prisma irregular y recuerda a una figura de papel, de origami, práctica a partir de la cual recibe su nombre la compañía.

Gateway de Oriwami
Oriwami

"Lo que hay detrás de lo que nosotros hacemos es muy complejo (...). No obstante, eso se puede abstraer de tal manera que al usuario le llegue algo más sencillo", explica, y añade que es lo mismo que pasa con el origami.

El CEO se considera a sí mismo el target del servicio que ofrece: una persona de mediana edad con padres mayores que se pueden valer por sí mismos, pero de los que le gustaría tener más información por si pasase algo. 

"Mis padres cumplen de libro el perfil. En parte, me he inspirado en ellos y en mis familiares más cercanos", explica. "Padres, que están bien: hacen deporte, caminan, salen, viajan... Pero tienen una edad (...) y sería relevante que yo, como cuidador o hijo, pudiera recibir una alarma cuando ocurre algo no habitual".

La startup prevé lanzar el servicio en el primer trimestre de 2021 y asegura que a nivel técnico está acabado. La estrategia será B2B2C y Sánchez asegura que ya se encuentran en conversaciones con empresas de la rama sociosanitaria que podrían estar interesadas en ofrecer el servicio y tienen ya el canal desarrollado.

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"Nosotros podríamos prestar ese servicio al consumidor final (...), pero la experiencia nos dice que dirigir un producto o servicio de esta naturaleza al consumidor final requiere de mucho esfuerzo y de muchos recursos", explica Sánchez. "El éxito pasa por (...) aliarse con el líder del mercado en un segmento concreto. El proyecto se puede escalar mucho más rápido".

Sánchez explica que si bien Oriwami necesita a otras empresas para llegar al consumidor, lo que estas necesitan es tecnología: por ejemplo, cuando se hacen visitas a domicilio. El CEO dice que, gracias a los sensores, se podrían evitar visitas innecesarias, aunque destaca que su servicio no es sustitutorio, sino complementario. De esta forma, las empresas de esta rama podrían obtener un ahorro de costes y aumento de eficiencia. Prevén que esta situación se mantenga durante al menos 2 años.

Sánchez y su socio, José María Navia-Osorio, fundaron la compañía en septiembre de 2020 con casi 200.000 euros de recursos propios y, si pueden, intentarán avanzar sin necesidad de recurrir a financiación externa. De momento, el equipo está formado por los 2 cofundadores y otras 2 personas que se acaban de incorporar y que se encargarán del desarrollo técnico. No obstante, Sánchez no descarta que esa cantidad crezca de "manera considerable" dentro de 6 ó 9 meses hasya las 8 ó 12 personas. 

Los retos para 2021 pasan por consolidar el negocio lanzando primer servicio para personas mayores y desplegarlo a través de un comercializador para llegar a los consumidores finales, con un objetivo de alcanzar los 10.000 clientes a finales de año.

Una tecnología adaptable a cada contexto

Tal y como explica su CEO, el servicio que ofrece Oriwami consiste en la instalación de una serie de sensores en ciertos puntos estratégicos que determina el cliente, en este caso para el cuidado de mayores, pero esta no es su única aplicación.

Por ejemplo, Sánchez indica que se puede adaptar a trasteros o segundas residencias (donde tampoco suele haber wifi) para saber si entra alguien a robar, si los sensores se colocan en la puerta, o de saber si te has dejado una ventana abierta, haciéndolo en la ventana. Las posibilidades son infinitas y el servicio es altamente personalizable, según el CEO.

Alertas de Oriwami al Whatsapp
Oriwami

Pese a la gran cantidad de posibilidades, Oriwami ha decidido empezar por el cuidado a las personas mayores porque es más fácil explicar los productos de IoT si se establece una utilidad concreta

"Al consumidor final no le va a llegar el concepto de internet de las cosas porque no pasa de ser un tecnicismo que los de este mundo conocemos y usamos para denominar una tecnología, pero mi padre no sabe lo que es el internet de las cosas. Mi padre va a entender que existe una solución que le monitoriza", incide. "El target lo que conoce es el caso de uso".

Sánchez defiende que las soluciones de IoT deben tener un uso claro, un precio asequible que permita democratizarlas y apoyo por parte de grandes corporaciones, que necesitan a estas empresas, más pequeñas y tecnológicas, para ofrecer una serie de productos o servicios.

El emprendedor incide en que el internet de las cosas es una de las tecnologías que van a cambiar el mundo y añade que, en cierta forma, ya lo está haciendo. "El IoT va a cambiar el mundo porque si conseguimos que las ventanas se cierren solas, las persianas bajen, que se enciendan o se apaguen las luces vamos a ser más eficientes", destaca. 

En cuanto al futuro de los cuidados, Sánchez cree que estarán enfocados a la medicina preventiva, algo "fundamental porque es algo en lo que antes estábamos más ciegos". "La medicina se suele asociar a lo reactivo. Tenemos un problema, vamos al médico y tomamos un medicamento", explica. 

Sánchez cuenta con experiencia previa en el sector 

Sánchez, ingeniero de formación, no es primerizo en el sector IoT. El emprendedor cuenta con experiencia en compañías como Telefónica, Huawei, Blackphone y ZTE, donde ha ocupado puestos relacionados con esta tecnología.

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Tampoco es la primera vez que crea una compañía: Sánchez cofundó Geeksme, una startup de IoT de la que salió en 2020. Algunos de los proyectos más sonados de la compañía son el colchón inteligente de Pikolin, que vendió más de 100.000 colchones, y un reloj que medía, entre otras cosas, el rendimiento sexual. Este último fue el reloj oficial de Gran Hermano en 2017.

Sánchez presume de no haber necesitado financiación ajena en ese proyecto, un logro que intentará alcanzar también en esta nueva etapa. 

No obstante, el CEO de Oriwami también señala errores en el pasado que va a intentar evitar con su nuevo proyecto, como "tener todos los huevos en la misma cesta", aunque señala que en una startup es muy difícil diversificar. "Tienes que focalizar mucho tu energía, trabajando con el equipo en una solución concreta. Pero eso es un punto débil", destaca.

Asimismo, Sánchez indica que esta vez no van a fabricar todo el producto, algo que sí hicieron en Geeksme. "Yo nunca voy a hacer un sensor ni mejor ni más barato que Xiaomi", explica. "No hay que reinventar la rueda".

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