Llevas tiempo haciendo el guarro: cada cuánto hay que lavar el albornoz

Albornoz

Vlada Karpovich/Pexels

  • Muchas personas son escrupulosas a la hora de lavar su ropa interior y sus calcetines, pero no lo son tanto con elementos como el albornoz o las sábanas de la cama. 
  • Tu bata del baño merece especial atención: esta es la frecuencia con la que debes lavar tu albornoz y las consecuencias de no hacerlo lo suficiente.

Salir de la ducha o de la bañera y envolverse en un albornoz mullido y calentito es todo un placer, especialmente en los días oscuros y fríos del invierno. Sin embargo, es probable que no estés lavando esta prenda del baño con la suficiente frecuencia, o que desconozcas qué sucede si no cuidas la higiene de este elemento.

Mientras que la mayor parte de las personas se cambian todos los días de ropa interior o de calcetines, buena parte de la población no reemplaza con la asiduidad deseada las sábanas, las fundas de las almohadas, las toallas o el albornoz. ¿La sorpresa que hay detrás? Alergias, asma e incluso acné, además de un entorno insalubre y poco higiénico, nido de bacterias.

Antes de saber cada cuánto hay que lavar el albornoz, un apunte: no por ponértelo tras la ducha o el baño —momento en el que estás "limpio"— puedes postergar hasta el infinito introducirlo en tu cubo de la ropa sucia. Desde LiveStrong explican que esta prenda acumula suciedad, grasa, residuos de la piel y olores.

 

Piénsatelo dos veces antes de posponer el lavado del albornoz: estos aceites y restos se quedan en la bata y se transfieren de nuevo a tu piel la siguiente vez que lo usas.

Entre las consecuencias de no ser todo lo limpio que deberías con tu albornoz están las irritaciones de la piel, el empeoramiento de problemas como la dermatitis o el eccema o la proliferación de gérmenes: los virus respiratorios pueden durar días en la ropa y los insectos que causan diarrea pueden sobrevivir varias semanas, según microbiólogos ambientales de la Universidad de Arizona.

Además, el baño es un entorno húmedo y caliente, un caldo de cultivo amado por los gérmenes.

¿Cada cuánto lavar el albornoz?

Ahora llega la pregunta del millón: ¿cada cuánto lavar tu albornoz? Pues la frecuencia debe ser la misma que debes cumplir con la toalla. Según el Instituto Americano de Limpieza, debería ir a la lavadora cada tres o cinco usos. Como mucho, los alergólogos recomiendan limitar a siete días su uso.

Si eres una persona muy pulcra y no quieres que haya rastro de olor a humedad, hazlo cada dos o tres días. En el caso de dejártelo puesto para cocinar o comer, deberás ser todavía más puntilloso con la limpieza. Si hay alguien enfermo o lo usas durante un día entero, introdúcelo en la colada.

Desde la web del Canal Isabel II también puntualizan que después de usar esta prenda para secar tu cuerpo, cuelga tu albornoz en un sitio ventila, o mejor todavía, tiéndelo al aire libre. Es fundamental mantenerlo lo más seco posible para impedir que retenga la humedad.

Para prolongar su vida útil, lava tu albornoz en un programa con agua fría, sin lejía ni suavizante, o perderá su maravilloso tacto mullido. 

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