China crece al menor ritmo desde 1990: cómo el frenazo del gigante asiático puede afectar a la economía mundial

Una mujer trabaja en una fábrica en Hangzhou (China).
  • El PIB de China ha registrado un crecimiento del 6,6% en 2018, un dato que supone el crecimiento más débil desde 1990. 
  • El gigante asiático es la segunda economía mundial y un menor crecimiento afecta a la evolución global. El FMI acaba de revisar a la baja las previsiones mundiales. 
  • China está viviendo un cambio de modelo económico, lo que se suma a la guerra comercial y pasa factura a su economía. 

Cuando tu negocio está empezando es más sencillo, si las cosas más bien, que el crecimiento sea a doble dígito porque partes de algo pequeño. Una vez que ya está maduro es más difícil que ese crecimiento siga siendo de dos cifras. Algo similar ocurre con los países. En una economía emergente es más habitual ver grandes repuntes, pero una vez que va consolidándose cada es más complicado mantener ese ritmo.

Esto es lo que está pasando en China, que acaba de registrar el dato de crecimiento más débil en tres décadas. El PIB de China repuntó un 6,6% en 2018, una cifra que representa el crecimiento más débil desde 1990. La economía china alcanzó en 2018 un volumen de 90,03 billones de yuanes, lo que se traduce en unos 11,65 billones de euros

Para ponerlo en contexto, el FMI estima que la economía española creció un 2,5% en 2018. Y si nos vamos al dato de la zona del euro, el repunte es aún menor: 1,8%. Así que la economía china todavía crece a ritmos más elevados que el de las economías avanzadas, pero es cierto que su ritmo se ha ralentizado. 

La ralentización de las exportaciones, el cambio de modelo económico y las guerra comercial pasan factura a la economía del país asiático. Las cifras de doble dígito de crecimiento del PIB han dejado de ser la tónica habitual de un mercado que basó su economía en ser la fábrica del mundo y que ahora busca dar un giro hacia los servicios junto con la tecnología. 

El impacto en la economía mundial del menor crecimiento de China

China es un gigante, que se ha convertido en la segunda economía del mundo. Esto hace que cuando el país estornuda, el resfriado enfríe a la economía global. De hecho, las últimas previsiones presentadas por el FMI ya han vivido una revisión a la baja, tal y como recuerda Rafael Pampillón, director del área de Economía del IE Business School, en conversación con Business Insider. 

Las previsiones eran que, efectivamente, el crecimiento del PIB de China se ralentizara y es probable que por ello, los mercados hayan permanecido casi inmutables tras conocerse el dato. La ralentización económica afectará al crecimiento del mundo, pero no parece, por el momento que vaya a ser un gran shock económico, según señalan los expertos consultados. 

Desde hace unos cinco años, China está cambiando su modelo económico viviendo una transformación que quiere poner el foco en el consumo frente a las exportaciones y en los servicios frente a la industria, apunta Pampillón. Un giro que está costándole al país a la hora de llevar a cabo esta transformación, añade. 

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"No es una crisis es una ralentización", señala a Business Insider Paul Moran, profesor del Master in International Finance del IEB, que habla de "aterrizaje suave" al preguntarle por la evolución de la economía china. China ha vivido un cambio de estructura económica pasando de ser un país que basaba su economía en las exportaciones de productos muy baratos y que daban poco margen hacia un modelo orientado más hacia la tecnología, explica el experto. 

En este sentido, señala que las inversiones del Gobierno están dirigiéndose de las infraestructuras hacia los servicios y la tecnología. Algo que va aparejado a un cambio social, donde las nuevas generaciones buscan mejores sueldos y trabajos en las zonas urbanas, apunta. 

Otro de los factores que está afectando a la economía de China, según explica Pampillón, es que existe cada vez una mayor ocupación de trabajadores lo que hace que aumenten los salarios, y por tanto, baje la productividad y sea menos barato producir en China. Esto conlleva a que se haya dado, por un lado, un traslado de la producción a países del entorno como India o Indonesia y que además, se esté produciendo una caída de las importaciones de materias primas

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Pampillón explica que si China compra menos materias primas esto tiene un doble impacto. Por un lado, baja el precio de algunas como es el caso del petróleo —que habría llegado a caer hasta un 30%— y al ser China un motor de la economía mundial se notaría en los países productores de estas materias primas como Rusia, Australia o Noruega. 

Al final, lo que se produce es un efecto dominó en el que China crece menos y por tanto compra menos, esto acaba pasando factura a las exportaciones de otros países y por tanto, a sus economías. 

¿Todo es negativo? No, en este sentido, el profesor del IE Business School apunta que España puede aprovechar esta oportunidad y aumentar la exportaciones de servicios a China, por ejemplo, educativos. 

Por su parte, Moran señala que el efecto del freno de la economía China en España es menor que en otros países de su entorno. Así, apunta que el mayor afectado por el menor crecimiento del gigante asiático sería Estados Unidos, seguido de Alemania, Francia e Italia. Y ya tras este país estaría España. 

La guerra comercial también pasa factura al gigante asiático 

Las exportaciones de China a Estados Unidos suponen un 2% del PIB del país, explica Pampillón, por lo que señala que es normal que la economía del país sufra en un contexto en el que el presidente Donald Trump aboga por frenar el libre comercio.

Incluso desde el propio país reconocen que la guerra comercial ha hecho daño, aunque relativizan el impacto. "La fricción comercial entre Estados Unidos y China ciertamente tiene un impacto en el desempeño económico... pero hemos superado en general el impacto", señalaba Ning Jizhe, director de la oficina estadística de China, en una declaraciones que recogía el FT

La evolución de la economía china en los próximos trimestres marcará, en parte, la evolución de la economía global. Por lo que la guerra comercial entre los dos países puede tener un importante efecto en la economía de todo el mundo. 

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