Los elevados precios del queroseno incrementan el coste de la recuperación del sector aéreo

Las aerolíneas ya han pasado lo peor de la pandemia tras 21 meses de subidas y bajadas de contagios, cierres de fronteras y nuevas variantes que han impactado de lleno en el sector turístico.

Pese a la aparición de la variante ómicron este invierno que ha azotado a todo el continente, los grandes jugadores del sector turístico consideran que esta será sólo un "bache" en el proceso de recuperación que se viene produciendo desde el pasado mes de mayo en el sector y que no les va a devolver a la casilla de salida

Esta lenta pero continua recuperación se ve reflejada también en el consumo de carburante de los aviones: el queroseno se disparó en diciembre un 154% en comparación con el mes de diciembre de 2020 y lo hizo a un coste récord desde 2014.

El queroseno es una mezcla de hidrocarburos que se obtiene de la destilación del petróleo natural y su precio está en parte condicionado por el mercado del crudo. 

Según el avance de consumo publicado por la Corporación de Reservas Estratégicas (Cores) y que recoge La Información, en diciembre se produjo esta gran subida interanual del queroseno frente a otros carburantes como la gasolina (que subió un 17,5%) o el fuelóleo (8,2%). 

Durante todo 2021, el consumo de queroseno creció un 38,8% respecto a 2020 hasta alcanzar los 3,35 millones de toneladas, aunque sigue muy lejos de los niveles prepandémicos cuando era de más del doble. 

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Este repunte del consumo ha ido mano a mano con el aumento en el precio del mismo. 

Según los datos de la Agencia Internacional de la Energía de los que informa el mismo medio, el precio del combustible de la costa del golfo de Estados Unidos se sitúa actualmente en los 2,467 dólares (alrededor de 2,17 euros) por galón (es decir, por cada 3,8 litros). 

Una cantidad altísima (llegó a superar los 2,5 dólares la semana pasada) y que sigue en ascenso, pero que no se registraba desde octubre de 2014. Es más, durante la pandemia había llegado a mínimos (media de 1,099 dólares en 2020) que no se veían desde 2003.

Con esas, las aerolíneas se enfrentan a un gran aumento de sus costes –además de los laborales y las tarifas aeroportuarias– en un momento en el que el tráfico de pasajeros también registra una escalada, aunque no a los niveles de 2019.

En nuestro país, los aeropuertos de la red de Aena cerraron 2021 con un total de 119,95 millones de pasajeros, es decir, un 56,4% menos que el mismo periodo de 2019.