Predicciones sobre el precio de Solana para 2022: los expertos creen que el SOL amenaza seriamente a Ethereum

En su web oficial definen Solana como la cadena de bloques más rápida del mundo y el ecosistema de criptografía de más veloz crecimiento, con miles de proyectos que abarcan DeFi, NFT, Web3 y más.

También se refieren a ella como una blockchain descentralizada “creada para habilitar aplicaciones escalables y fáciles de usar”. 

Su historia comienza en 2017, cuando Anatoly Yakovenko publicó un documento técnico que describía la Prueba de Historia (Proof of History –PoH–). Esto es lo que hace distinta a Solana, puesto que, a diferencia de la Prueba de Trabajo (Proof of Work –PoW–) que utilizan Bitcoin o Ethereum, con PoH se crea un registro con el momento exacto en el que ha sucedido un evento (una transacción). En el caso de la PoW, se agregan sin orden las transacciones. 

Con este control del tiempo, logrado porque cada validador de Solana dispone de su propio reloj, se multiplica la velocidad de las transacciones. 

En el documento primigenio de Yakovenko (que anteriormente había trabajado en Qualcomm, Mesosphere y Dropbox) se dice que Bitcoin y Ethereum luchaban por llegar a las 15 transacciones por segundo, mientras que con su invención esa cifra se multiplicaría por 10.000.

A Yakovenko se unió su excompañero en Qualcomm Greg Fitzgerald y, el 13 de febrero de 2018, este comenzó a elaborar prototipos de la primera implementación de código abierto del documento técnico. El proyecto se publicó en GitHub con el nombre Silk en la organización loomprotocol. 

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El 28 de febrero, Fitzgerald realizó su primer lanzamiento, demostrando que se podían verificar y procesar 10.000 transacciones firmadas en poco más de medio segundo. Yakovenko reclutó a otros 2 amigos y cofundaron Loom

Casi al mismo tiempo, surgió el proyecto Loom Network basado en Ethereum, por lo que decidieron cambiar de nombre y llamarla Solana, un guiño a un pequeño pueblo costero al norte de San Diego donde los amigos vivieron y surfearon durante 3 años cuando trabajaban para Qualcomm. 

En junio de 2018, el equipo amplió la tecnología para que se ejecutara en redes basadas en la nube, y el 19 de julio publicó una red de prueba pública autorizada de 50 nodos que soporta constantemente ráfagas de 250.000 transacciones por segundo. 

En un lanzamiento posterior, en diciembre, llamado v0.10 Pillbox, el equipo publicó una red de prueba autorizada que ejecuta 150 nodos en una red gigabit y demostró pruebas de absorción que procesan un promedio de 20.000 transacciones por segundo con ráfagas de más de 500.000. 

SOL creció un 9.860% en 2021

Y de este ambicioso proyecto también nació SOL, el token nativo de Solana. En 2021 tuvo un impresionante crecimiento, al pasar de valer 1,51 euros el 1 de enero de 2021 (según CoinMarketCap) a 150,41 euros el 31 de diciembre del mismo año. O sea, un aumento del 9.860%.

Todo ello tras haber alcanzado un máximo de 224,16 euros el 6 de noviembre de 2021. Después entró en una tendencia bajista –que le llevo a los 79,74 euros el 27 de enero–, y de la que parece que se está recuperando: en el momento de escribir este artículo su precio es de 97,76 euros.

Desde el 20 de julio de 2021, cuando el precio de la criptomoneda de Solana se situó en 19,92 euros, comenzó un continuo aumento que le llevo al máximo ya comentado de noviembre de 2021.

Solana, una amenaza real para Ethereum

Se lleva ya mucho tiempo hablando de las conocidas como ‘asesinas de Ethereum’, es decir, cadenas de bloques más rápidas y escalables que Ethereum, que están adquiriendo cada vez más cuota de mercado en lo que se refiere, sobre todo, a DeFi, NFT y Web3. Cardano es una de las asesinas de Ethereum con más armas, pero aún mejores son las previsiones de los expertos sobre Solana. 

Ya en agosto de 2021, Matt Hougan, el CIO de Bitwise, un fondo criptográfico que obtuvo un rendimiento del 354% en 2021, comentó en Insider que protocolos hasta ahora secundarios como Solana estaban empezando a ser una alternativa real para Ethereum. De hecho, el inversor se atrevió a pronosticar que “la carrera la acabará perdiendo Ethereum”. 

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También Raoul Pal, CEO de Real Vision y exejecutivo de Goldman Sachs, predijo, en noviembre de 2021, que tanto Solana como Terra superarían durante el próximo ciclo alcista a la, de momento, plataforma principal.

De otra firma con máximo respeto en el mercado, como es JP Morgan, salió un informe (a principios de 2022) en el que señalaban que en 2021 los desarrolladores de NFT que utilizaban Ethereum estaban empezando a migrar hacia Solana debido a su gran escalabilidad y alto rendimiento. 

La alta demanda de DeFi, NFT y metaversos, explicaron, ha hecho que Ethereum (debido a su poca escalabilidad) colapse y sus tarifas de gas se hayan disparado. Lo que, obviamente, favorece a sus rivales más directas, como Solana. 

El SOL seguirá creciendo con su plataforma

Si Solana aumenta cada vez más su trozo de pastel, lo previsible es que su token nativo, SOL, se vea beneficiado. Y pronto. 

Así lo cree una comunidad de CoinMarketCap con una tasa de éxito de 85% que estima que SOL cotizará a 146,34 euros (165 dólares al cambio actual) a finales del actual mes de febrero de 2022. 11.456 miembros de esta comunidad hacen esta apuesta. 

7.388 estiman que tendrá un crecimiento mayor, pero más tarde: 147,22 euros (166 dólares) en marzo de 2022.

En FXStreet, Akash Girimath también es optimista con la tendencia alcista del SOL y argumenta su previsión en varias razones: en primer lugar, por los socios que respaldan el proyecto, y que incluyen a Alameda Research de FTX o CMS Holdings. 

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También porque el SOL ya aparece en las carteras de famosos inversores como Multicoin, Capital o Sino Capital.

El otro de los motivos esgrimidos por este experto, es que, a diferencia de otras ‘asesinas de Ethereum’, Solana sí está siendo capaz de hacer frente a la plataforma creada por Vitalik Buterin y tomar parte de su cuota de mercado. 

Se atreve a dar incluso cifras que sitúan, en el mejor de los escenarios, al SOL en 1.183,85 euros (1.336 dólares) a finales de 2022. Y en la situación menos halagüeña, la criptomoneda de Solana tendría un precio de 639,42 euros (721,6 dólares).