En España se trabaja más que en Europa, pero ¿se trabaja mejor?: los empleados le echan un 6,6% más de horas, pero la productividad está un 14% por debajo

Ilustración de una empleada entre trabajadores en una oficina

Insider

  • En España cada empleado echa un 6,6% más de horas que sus homólogos europeos. Y, sin embargo, las empresas producen un 13,8% menos que la media de la Unión Europea.
  • No es que los empleados trabajen peor. Es que, en general, la economía es menos productiva: por falta de inversión en I+D, por la calidad de la formación, el tamaño de las empresas o la maraña regulatoria.

Lo peor de trabajar más sin lo mejor de trabajar más. Esa es más o menos la conclusión una vez se miran los resultados del mercado laboral en España: a pesar de que los empleados trabajan más horas, producen menos. Lo cual invita a pensar: ¿es que se trabaja peor?

Si el medidor de lo bien o mal que funciona el mercado de trabajo fuera la productividad (que lo es), la respuesta sería: sí. En España cada empleado echa un 6,6% más de horas que sus homólogos europeos. Y, sin embargo, las empresas producen un 13,8% menos que la media de la Unión Europea.

"La única razón de que la brecha con la UE no haya sido mayor es porque las horas medias por trabajador han sido superiores, aunque prefiriéramos estar por debajo", lamentaba ayer Javier Ferri, catedrático de Análisis Económico de la Universidad de Valencia e investigador asociado de Fedea, en el último encuentro organizado por Fedea y el Consejo General de Economistas (CGE) sobre cuestiones estructurales de la economía española. 

Es el gran problema de la productividad en España, la causa detrás de la mayoría de males de la economía, como que lleve estancada desde 2005 con la misma renta per cápita y vaya camino de dos décadas perdidas.

No es que los empleados trabajen peor. Es que, en general, la economía es menos productiva. Una amalgama en la que entra en juego la formación de los trabajadores, pero también del tejido productivo: el tamaño de las empresas, lo que deciden invertir en innovación o del alto o bajo valor añadido de su producción. Y también del marco regulatorio, que hace que todo lo de antes sea más o menos posible de cumplir.

"El problema de la productividad española es algo ampliamente conocido y estructural a nuestro modelo económico", explica Valentín Pich, presidente del CGE.

Personas trabajando

En España se trabaja más horas que en Europa. Si las empresas españolas son menos productivas, toca echar más horas para competir con otros países. Y si se echan más horas para producir lo mismo, el valor de cada hora trabajada será inferior.

Si midiéramos cuánto vale una hora trabajada en España en función de lo que se produzca en ese tiempo (lo que viene a ser la productividad en términos de PIB por hora trabajada, que es la forma más común de medir la productividad), la diferencia queda patente: en España son 53 dólares por hora, frente a 61 dólares por hora en la Eurozona, según datos de la OCDE. 

En otras palabras: la hora trabajada en España vale 8 dólares menos que en la Eurozona. Básicamente porque la productividad es menor. Y si la productividad no crece, la renta de los trabajadores no aumenta.

Si en 2005 la renta per cápita en España era solamente un 9% inferior al promedio de las economías del euro, ahora es un 17% más baja. Y lo peor es que la cosa no mejora, sino que va a peor. 

"No solo crece muy por debajo de la del resto de países de nuestro entorno, sino que incluso en el último trimestre de 2023 la productividad por hora trabajada ha caído en España un 0,06%, representando la primera caída desde el segundo trimestre de 2022", observa Pich.

Según Pich, no son pocos los factores relacionados con el problema de la productividad: la escasa y poco competitiva inversión en activos intangibles, los claros desajustes existentes entre la oferta y la demanda de trabajo, la aún elevada temporalidad del mismo, o las barreras a la financiación para las empresas pequeñas, especialmente para las tecnológicas, entre otros”.

No es una cuestión de modelo productivo (el clásico: "El problema es que España es un país de turistas" es un mito). Se dice que es un problema del modelo productivo, demasiado basado en la construcción, la hostelería o el turismo. Sin embargo, la composición por sectores es bastante parecida a la de sus socios europeos.

Vista aérea de sombrillas en una playa turismo

"No se trata de un problema de composición sectorial, pues nuestra productividad ha evolucionado peor que la europea en todos los sectores económicos, con la excepción de la agricultura. Tenemos una distribución de empresas por sectores muy similar a la media de Europa. Pero somos menos productivos en casi todos ellos", apunta Ferri.

El discurso de que la economía española sería más productiva sesgando más la producción hacia la industria y menos hacia los servicios no se sostiene a la luz de los datos. Básicamente porque precisamente la productividad de la industria, por ejemplo, está un 20% por debajo de la media europea, y solo la agricultura se salva, al situarse un 14% por encima de la media.

Los problemas tienen que ver con la formación de los empleados: "Nuestra población activa todavía tiene niveles de educación formal inferiores a la media europea y, aunque la tasa de población que termina completando estudios universitarios ha aumentado, las competencias de los estudiantes, medidas por pruebas estandarizadas como las de PISA, han acumulado una sustancial caída respecto a la media de la Eurozona en los últimos 20 años", observa Ferri.

Pero también con la inversión. La inversión de las empresas españolas en I+D, por ejemplo, está un 60% por debajo de lo que invierten en la media europea. "Ni la formación bruta de capital, que se ha desplomado en las últimas dos décadas con respecto a la media europea, ni la tasa de inversión en I+D sobre PIB, muestran signos de poder revertir la situación, sino que probablemente empujen en la dirección contraria", añade Ferri.

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