El churrasco ya no es solo para carnívoros: he probado las primeras costillas vegetales del mundo con hueso comestible

En los últimos tiempos, mi casa se ha convertido en un laboratorio culinario y el congelador, en una caja de sorpresas.

Tras las experiencias probando el primer bacon vegano impreso en 3D made in Spain y el originalísimo filet mignon a base de plantas, las siguientes en pasar por los fogones fueron unas inauditas réplicas de carne de cerdo: las primeras costillas vegetales del mundo con hueso comestible incluido. 

Son obra de Juicy Marbles, la startup eslovena cuyo catálogo quiere ofrecer alternativas prémium a la proteína animal valiéndose de una novedosa tecnología de ensamblaje en 3D. Sus autores las han definido como "el epítome de la soul food", comida con alma que se siente "cálida y acogedora, como si lo hubiera hecho alguien que te quiere".

La promesa no es baladí: "Con tanta superficie para caramelizar y rica grasa en todas partes, cada bocado ofrece esa combinación perfecta de corteza crujiente que se derrite en la boca y carne tierna y jugosa", señala la web de la compañía.

Otro de los puntos más peculiares es que los huesos están hechos de proteínas vegetales nutritivas: puedes freírlos, hornearlos o prepararlos en la freidora de aire para obtener un aperitivo más proteico de la cecina. Desde Juicy Marbles también proponen dárselos a tu perro para que los mastique o enterrarlos ritualmente en el sustrato de las hambrientas plantas de tu hogar. 

Para una gallega y vegetariana, poder comer churrasco de nuevo sin sacrificio animal de por medio es toda una alegría. Con la curiosidad encendida, y las tripas rugiendo, me puse manos a la obra con este singular producto. 

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Lo primero, leer las instrucciones y encender el horno: el paquete ya auguraba una experiencia divertida.

Su aspecto llama la atención, especialmente por los logrados huesos vegetales, y su olor me pareció muy similar al de la carne.

Su composición nutricional es saludable exceptuando la alta cantidad de sodio. La ración de 143 gramos tiene 28 gramos de proteína —el 56% de la cantidad diaria recomendada—, 17 gramos de hidratos, 14 gramos de fibra y 15 gramos de grasa, de los que 1,7 son saturadas. Aporta un 80% de la B12 y un tercio del hierro diario.

Preparé un marinado para pintar las costillas con salsa de soja, mostaza, orégano, chile, salsa barbacoa y una cucharadita de miel, para que la carne vegetal se caramelizase ligeramente y se empapase de todo el sabor.

¡Y al horno! Imagino que para quien tenga una barbacoa de piedra o parrilla para el jardín, el resultado será todavía más exquisito, crujiente y braseado.

Lo mejor, por supuesto, fue comerlas: la carne vegetal de Juciy Marbles se siente tiernísima; su sabor es muy potente y similar al churrasco de cerdo, y su textura ligeramente tostada y crujiente por fuera, y jugosa por dentro, es todo un triunfo.

Entre el filet mignon y las costillas vegetales con hueso de Juicy Marbles, me quedo claramente con las segundas. Me parecen un producto más rico, revolucionario y logrado. Lo más destacable, sin lugar a dudas, es la textura.

Creo que el hueso, que puede desagradar por su realismo a una parte del segmento vegano, es un elemento muy interesante para replicar la experiencia de comer un asado con las manos.

Carnes vegetales prémium como estas pueden ser el mejor guilty pleasure —ocasional por su precio— para veganos, vegetarianos y curiosos. Además de un llamativo reclamo, son el anticipo de ese nuevo mundo de productos foodtech que están por llegar para deslumbrarnos.

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