La industria del automóvil necesita más "cultura startup" para superar su crisis existencial
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- Los próximos años plantearán retos a la industria del automóvil. Sería de gran ayuda que introdujera estructuras más ágiles.
- Los fabricantes tradicionales están muy lejos de las capacidades de China, y no adaptarse al nuevo mercado puede provocar que se queden atrás.
Las empresas europeas se enfrentan a la competencia china en mercados cada vez más exigentes, tanto a nivel nacional como en terceros países. Las marcas chinas ya representan el 9% del mercado de coches eléctricos en Europa Occidental.
En todo el continente, las nuevas matriculaciones de vehículos de consumo de marcas chinas se duplicaron con creces entre 2022 y 2023. Los analistas suponen que la cuota de mercado mundial de los "viejos" fabricantes de automóviles caerá del 81% actual al 58% en 2030.
Una razón importante de este declive radica en el proceso de producción de automóviles. Al igual que en los años 80, cuando Toyota puso patas arriba el mundo del automóvil con la "producción ajustada", la industria automovilística alemana se enfrenta al problema de que los ciclos de desarrollo son demasiado largos.
A menudo, los modelos existentes siguen basándose en la compleja arquitectura de un motor de combustión. Los fabricantes chinos se centran en las baterías y el software, que tienen ciclos de desarrollo más rápidos y son más fáciles de adaptar a los nuevos retos.
China ofrece muchas ventajas
El traslado de las capacidades de producción a China tampoco ayuda. Al mismo tiempo, sin embargo, existe una gran dependencia del mercado chino. Entre el 30% y el 40% de las ventas totales, especialmente de las marcas alemanas, proceden de China.
Pero todos son coches de combustión. Los modelos eléctricos de los fabricantes premium no van tan bien, ya que los compradores chinos se centran en marcas nacionales como BYD u optan por un Tesla.
Tampoco hay que olvidar que China subvenciona masivamente su industria automovilística. Casi ningún fabricante habría sobrevivido a los últimos años si el gobierno chino no hubiera intervenido. También existe una ventaja de localización debido a los bajos costes de mano de obra y energía.
Según los cálculos, BYD puede producir sus vehículos un 30% más baratos. Aunque los coches importados de China están gravados con aranceles del 10%, esto solo reduce ligeramente el margen.
Un análisis sobrio muestra que los elevados beneficios actuales de los fabricantes alemanes se tambalean y que la situación podría cambiar rápidamente. Pero, ¿cómo se puede contrarrestar una posible crisis?
Poco se puede hacer con los precios de la energía en la UE, ni con los costes laborales.
El plan de BYD para elevar su guerra contra Tesla y otras marcas de coches eléctricos
Las empresas deben ser más ágiles
Lo que las empresas necesitan es más cultura de startup. Esto significa, sobre todo, una racionalización de los mandos intermedios y unas estructuras de toma de decisiones más ágiles. No podrás vencer a la competencia china en precio en los próximos años. Pero tienen una oportunidad si innovan a una velocidad similar o superior.
Los deseos de los clientes están cambiando y el coche se está convirtiendo cada vez más en un smartphone. Y al igual que los clientes sustituyen sus móviles cada uno o dos años, lo mismo ocurrirá con los coches.
Los clientes esperan innovaciones constantes, sobre todo a través de actualizaciones de software. Esto significa que los fabricantes deben ser capaces de ofrecer a los clientes nuevos servicios a intervalos cortos, ya sea a través de proveedores de servicios o de ellos mismos.
Esto incluye también tener el valor de pensar más allá de las cifras trimestrales. El proceso de transformación de la movilidad no requiere pequeños pasos, sino visiones audaces. Para que los fabricantes de automóviles no se conviertan en meros dobladores de chapa que producen coches por encargo de las empresas tecnológicas, deben tener sus propias ideas para la movilidad del futuro.
También, nuevas ideas sobre cómo hacer posible la movilidad sin coches. Por ejemplo, el hecho de que a ningún fabricante se le haya ocurrido todavía la idea de incluir con el coche una tarjeta de viaje anual en transporte público (el Deutschlandticket en Alemania) es tan sorprendente como aterrador.
Por supuesto, no se puede convertir un gran fabricante de automóviles en una empresa con cultura de startup de la noche a la mañana. Sin embargo, las empresas tienen que aislar las áreas digitales en particular e incorporar el concepto de servicio para los clientes desde la fase de planificación del coche. Si siguen aferrándose a modelos rígidos de mantenimiento, no tendrán ninguna oportunidad frente a la competencia china, que se desarrolla rápidamente.
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