El Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI) es un tributo al gobierno local que se aplica a propiedades como viviendas, locales comerciales, oficinas y terrenos. 

El IBI se calcula sobre el valor catastral del inmueble, que es una valoración administrativa establecida por el municipio y que refleja el valor de mercado del mismo. Cada ayuntamiento tiene la facultad de establecer el tipo impositivo del IBI, que puede variar de unos y otros. El tipo impositivo se aplica sobre el valor catastral y determina la cantidad a pagar.

El importe recaudado se destina a cubrir los gastos municipales, como mantenimiento de infraestructuras, servicios públicos, seguridad, limpieza, entre otros.

Contrato de alquiler

Esta tasa se abona de manera anual y concierne al ayuntamiento exigirla. Una duda muy común es cuestionar a quién corresponde pagar el impuesto en caso de una vivienda de alquiler.

Pues bien, la respuesta no es sencilla ni única, ya que dependerá de lo que se haya firmado y conste en el contrato de alquiler. 

Lo más normal es que sea el propietario del inmueble quien afronte el pago del IBI, pero de nuevo si en el contrato se especifica lo contrario, será el inquilino quien pague.

Por ello, es muy importante fijarse bien en cada punto del documento de arrendamiento antes de firmarlo, para tener claro todos los gastos. 

A la hora de fijar este pago, otra opción es pactar pagar el IBI entre ambos, correspondiendo el 50% a cada parte, caso en el que debe reflejarse así en el contrato.