¿Es mejor descalzarte antes de entrar en casa? La ciencia tiene algunas respuestas

Zapatos fuera de casa

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Los hogares se dividen en dos: a los que puedes entrar calzado y aquellos cuyos dueños te piden que dejes los zapatos en la puerta. Según la evidencia científica, probablemente los segundos tienen razón. 

En The Conversation un grupo de químicos ambientales explican sus conclusiones tras pasar más de una década examinando los contaminantes a los que las personas están expuestas en el interior de su casa. Sus conclusiones se recogen en el programa DustSafe. 

Aunque para la salud pública el foco se pone en la calidad del aire, los suelos o los riesgos ambientales propios del exterior, lo cierto es que las personas pasan hasta el 90% del tiempo en espacios interiores, por lo que es importante analizar la suciedad, el polvo y las bacterias que penetran en las viviendas. 

Calzarte o descalzarte, esa es la cuestión

Un tercio de la materia acumulada en tu hogar —procedente en parte del polvo y células muertas de las personas, así como del pelo y la piel de las mascotas— proviene del exterior, en gran medida a través de la suela de los zapatos.

Algunas de estas partículas son gérmenes infecciosos causantes de enfermedades, bacterias resistentes a los antibióticos y toxinas cancerígenas procedentes de los residuos de la carretera asfaltada, así como químicos para el césped que alteran el sistema endocrino.

Evaluando la exposición a sustancias nocivas dentro de los hogares, estos expertos han abarcado los químicos desinfectantes, la presencia de microplásticos, los elementos radiactivos los genes resistentes a los medicamentos. 

También los PFAS o "productos químicos para siempre" debido a su tendencia a permanecer en el cuerpo y no descomponerse, comunes en productos industriales, domésticos y de envasado de alimentos.

La resistencia a los antibióticos ya es la tercera causa mundial de muertes: en 2019 mató a más de un millón de personas

Por otro lado, en su trabajo también se incluye la medición de los niveles de metales potencialmente tóxicos, como arsénico, cadmio y plomo, dentro de los hogares en 35 países. Son inodoros e incoloros, lo que dificulta su detección, concluye la investigación

En el caso del plomo, una de las razones probables de la peligrosa neurotoxina es que lo arrastres al interior mediante la suciedad de los zapatos o en las patas de tu perro.

En contrapartida, otros estudios señalan que hay bacterias, como la E. coli, que están por todas partes, por lo que no sería tan malo andar con el calzado habitual dentro del hogar. Además, dejarlos en el felpudo también deja patógenos potencialmente peligrosos en ese lugar, recuerda un artículo en The Wall Street Journal. 

Una solución intermedia sería tener a mano zapatos de interior para usar solamente en casa. También debes tener cuidado con el síndrome de la casa estéril: hogares excesivamente limpios y desinfectados que provocan un sistema inmune débil y mayor presencia de alergias en los niños pequeños. Para ellos, lo mejor es hundir las manos en la tierra y disfrutar al aire libre. 

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