¿Es más sano cocinar con una freidora de aire caliente que en una convencional?

Freidora de aire

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  • Son uno de los electrodomésticos más populares de este 2021, pero son muchas las personas que dudan sobre si las freidoras de aire caliente son verdaderamente saludables. 
  • En comparación con las freidoras convencionales de aceite, ¿qué beneficios aportan los alimentos cocinados en ellas? ¿Y qué ventajas tiene esta modalidad de preparación culinaria?
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Aunque también han despuntado las ollas de cocción lenta y las de cocción rápida, es justo afirmar que en los últimos meses, las freidoras de aire caliente (también conocidas como freidoras sin aceite) se han convertido en el aparato culinario más popular, ligado a una forma más saludable de preparar alimentos otrora fritos como croquetas, patatas o pescado. 

La demanda de este electrodoméstico está intrínsecamente ligada a una mayor preocupación e interés de la sociedad por comer de forma más saludable, evitar los ultraprocesados o reducir la ingesta de comida basura en la dieta. La freidora de aire permite conservar la textura crujiente y dorada de los alimentos sin necesidad de emplear grandes cantidades de aceite. 

¿Es sano cocinar con una freidora de aire?

Según explican desde Computerhoy, resulta esencial evitar en la dieta el exceso de grasa saturada y los alimentos fritos consumidos de forma habitual, por lo que el electrodoméstico supone una gran alternativa para seguir disfrutando de alimentos que te gustan sin las contraindicaciones de la fritura, utilizando aire caliente. 

Para conseguir un buen resultado, la freidora sin aceite utiliza un flujo de aire de alta temperatura que envuelve los ingredientes para cocinarlos, aunque se recomienda emplear una proporción ínfima de grasa. Atendiendo al plato resultante, es mucho más saludable: tiene un contenido calórico mucho más bajo y menor presencia de grasas. 

Expertos en la materia como la nutricionista Bonni London destacan la importancia de diferenciar las grasas malas de las saludables, un macronutriente que debe formar siempre parte de una dieta completa y variada. Como ejemplos de grasas buenas destacan el aceite de oliva, el aguacate, los frutos secos o los pescados azules

La especialista también recomienda seleccionar de forma detallada el aceite empleado en la freidora de aire, que como máximo solamente necesita un par de cucharadas. El más indicado, si se cocina a una temperatura menor de 210 °C es el aceite de oliva virgen extra. Como alternativas ocasionales puedes apostar por el aceite de coco, aguacate o sésamo. 

Para obtener resultados más saludables, la freidora de aire no debe emplearse para cocinar todos los alimentos: las verduras se pueden preparar asadas, al horno, cocidas o al vapor, mientras que las carnes preparadas en la freidora de aire deben hacerse a baja temperatura. 

La clave reside en los alimentos de tu dieta

Recalentar patatas fritas frías

La freidora de aire no obra milagros: si tienes una dieta pobre en verduras, semillas y granos, no incluyes proteína de calidad o abusas de los alimentos como las croquetas, los palitos de pescado, las patatas fritas, las empanadillas o las salsas industriales como acompañamiento, tu organismo sufrirá las consecuencias negativas de la ingesta.

Desde la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) también avisan que aumentar el tiempo de cocción propicia que las acrilamidas, sustancias tóxicas generadas a partir de productos con almidón y formadas con temperatura alta y humedad baja, tienen más papeletas para aparecer. 

Desde la OCU proporcionan pautas para aprovechar mejor las freidoras de aire caliente: escoger la capacidad más adaptada a tus necesidades (no es lo mismo vivir solo que cocinar para una familia numerosa), no sobrecargarla llenándola con demasiada comida, agitar el cesto antes de la fritura para un reparto uniforme, no tocarla durante el funcionamiento y no tostar demasiado las patatas. 

También es esencial limpiar el aparato después de cada uso para prolongar su vida útil, evitar restos nocivos y conseguir que no se queme la comida en el siguiente uso, ya que el principal peligro reside en las acrilamidas, vinculadas problemas en el sistema nervioso y enfermedades como el cáncer.

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