Las reglas no escritas sobre cómo comportarse en un superyate

Madeline Berg
| Traducido por: 
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simonkr/ Getty Images

  • El mundo de los superyates es muy pequeño, con apenas 5.800 embarcaciones de más de 30 metros en el mar.
  • Esa exclusividad ha dado lugar a una conducta específica, que a menudo es difícil de conocer para los de fuera.

Para los propietarios de superyates, la intimidad es a menudo lo más valioso que el dinero puede comprar. Es una de las razones por las que millonarios y multimillonarios pagan ocho o nueve cifras por un palacio en el mar, lejos de las miradas indiscretas de los que viven en tierra.

Incluso los tripulantes más cotillas deben guardar silencio sobre el nombre de un antiguo propietario o cliente de chárter, y muchos agentes se abstienen de responder a preguntas inocentes.

Eso significa que, aparte de las directrices básicas de seguridad, la mayoría de las reglas de la navegación en superyates no están escritas. Los pocos que necesitan conocerlas —solo hay unos 5.800 yates de más de 30 metros en el mar, según SuperYacht Times— ya las conocen.

Pero si por casualidad eres uno de los afortunados invitados a una fiesta en el barco de 500 millones de dólares (465 millones de euros) de un multimillonario o te encuentras incluido en unas vacaciones de un millón de dólares (930.000 euros) a la semana, hay algunas cosas que debes saber.

Tras cuatro días recorriendo superyates que se venden por 75 millones de dólares (70 millones de euros) y charlando con quienes los compran, venden y trabajan en ellos en el Salón Náutico Internacional de Palm Beach, Business Insider ha extraído algunas conclusiones clave. Dada la discreción del sector, casi todas las personas con las que hablamos solicitaron el anonimato para proteger sus relaciones laborales, pero esto es lo que pudieron contar.

Con alfombras blancas y cubiertas resbaladizas, en la mayoría de los superyates no se permite llevar zapatos.
Con alfombras blancas y cubiertas resbaladizas, en la mayoría de los superyates no se permite llevar zapatos.Breed Media/Azimut Benetti

Quítate los zapatos

Aunque es una norma básica para cualquiera que se dedique a la náutica, puede sorprender a un recién llegado que, por muy rico que seas o muy caros que sean tus tacones, en la inmensa mayoría de los casos no puedes llevar zapatos a bordo.

En parte por seguridad (nadie quiere resbalarse en una cubierta mojada) y en parte para mantener limpio el yate. Así que prepárate para ver multimillonarios descalzos y, si se te ha olvidado hacerte la pedicura, llévate un par de zapatos especiales para barcos.

No asumas nada en relación con el dinero, pero reconoce las señales

En el mundo de los superyates, se puede dar por sentado que casi todo el mundo que se conoce es muy, muy rico, y muchos agentes y constructores afirman que no se puede juzgar a un libro por su portada cuando se trata de clientes potenciales.

"No tiene nada que ver con cómo van vestidos", comenta un agente a Business Insider. "Es el mayor error que se puede cometer, porque un hombre o una pareja de aspecto completamente desaliñado podrían ser multimillonarios".

Sin embargo, hay algunas pistas. Los relojes son una; el calzado nuevo es otra.

"Los ricos siempre tienen zapatos nuevos", afirma un experto en superyates. Aunque, como decía antes, este consejo probablemente solo se aplica cuando están en tierra.

La sala de masajes del superyate Victorious. El barco cuesta a partir de 862.900 dólares la semana de alquiler.
La sala de masajes del superyate Victorious. El barco cuesta a partir de 862.900 dólares la semana de alquiler.Courtesy of Fraser Yachts

Reserva tu masaje con antelación

Las zonas de bienestar, incluidas las salas de spa con una o dos camas de masaje y una máquina de cuidados faciales de calidad profesional, se están convirtiendo en elementos imprescindibles en los superyates. La mayoría tienen a disposición un servicio de spa personalizado y un miembro de la tripulación que hace las veces de masajista o esteticista, y suelen estar muy solicitados.

Un capitán asegura que ha puesto en marcha un sistema de reservas para evitar que la gente se pelee por las plazas. Un agente afirma que a veces las masajistas están tan ocupadas que no salen de la pequeña cabina del spa durante horas.

Así que, si quieres asegurarte de que aprovechas al máximo tu tiempo de relax a bordo, reserva tu hueco para mimarte en cuanto te sirvan el cóctel de bienvenida.

Los piratas son más reales de lo que imaginas, y muchos superyates tienen cámaras acorazadas ocultas

Aunque te disfraces de falso pirata para una fiesta temática a bordo, sigue habiendo piratas muy reales —y otros peligros— en alta mar.

En algunas zonas, como el océano Índico y el golfo de Adén, los piratas son motivo de preocupación. En el mar Rojo, los propietarios están preocupados por los hutíes.

Los superyates pueden venir equipados con armamento sónico, sistemas de bloqueo y protección antidrones. Los constructores diseñan incluso cámaras acorazadas, al parecer tan lujosas como el resto del barco.

No te lo estás imaginando: todos se están yendo de vacaciones como si fueran VIP

Cuanto más grande sea el barco, más cerca estará de los 1.000 millones de dólares

Aunque no se puede juzgar a un comprador por sus apariencias, sí se le puede juzgar por la eslora de su barco.

Una regla empírica: si alguien tiene una embarcación nueva de 50 metros, lo más probable es que tenga 1.000 millones de dólares (930 millones de euros) a su nombre. Si mide más de 100 metros, el propietario debe tener al menos 2.000 millones de dólares (1.860 millones de euros). Y para un barco más grande, como el megayate Koru de 127 metros de Jeff Bezos, hacen falta muchos, muchos miles de millones.

El precio del alquiler de Triumph, un superyate de 65 metros, es a partir de 650.000 dólares la semana.
El precio del alquiler de Triumph, un superyate de 65 metros, es a partir de 650.000 dólares la semana.Breed Media/Azimut Benetti

El dinero no puede comprarlo todo

Los yates más grandes y caros del mundo se construyen completamente a medida en astilleros que solo producen un puñado de barcos al año.

Pero por muchas decenas de millones de dólares que se gasten los clientes, sigue habiendo cosas a las que los constructores se niegan a decir que sí.

"Al final, el barco lleva nuestro nombre", explica a Business Insider un ejecutivo de uno de los mayores astilleros del mundo, que recuerda a un cliente que pidió un casco amarillo a juego con su Lamborgini. El astillero se negó y orientó al cliente en otra dirección.

"Si no me gusta, no lo construyo. Cierro dos o tres contratos al año", afirma otro constructor. "Si alguien puede decir que tu barco es feo, mi reputación es mala".

Las tripulaciones de los yates están entrenadas para hacer posible lo imposible. ¿Un huésped pide caviar fresco traído en avión a mitad del Caribe? No hay problema. ¿Flores frescas todos los días en alta mar? Costará, pero se puede hacer.

Pero no pueden viajar en el tiempo, y los capitanes y tripulantes afirman que lo que causa más fricción es cuando un cliente o propietario quiere ir del punto A al punto B, inmediatamente.

"La petición más difícil es cuando quieren el barco en un lugar... ayer", afirma un capitán.

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¿Cuál es la mejor persona a quien conocer? Un amigo con un superyate

Los superyates son caros de construir y de mantener. Según la norma del sector, poseer un superyate costará anualmente el 10% de su precio de nueva construcción. Para un yate de 100 millones de dólares (93 millones de euros), eso supone al menos 10 millones (9,3 millones de euros) anuales en tripulación, mantenimiento regular, seguros, combustible y amarre.

El alquiler también es costoso. Además de la tarifa, que puede ascender a cientos de miles de euros por semana, los clientes deben pagar las provisiones, que ascienden al 35% del precio del alquiler, y se espera que dejen una propina de entre el 10% y el 20%.

Así pues, la regla tácita más importante de la navegación en superyates es que lo único mejor que tener un superyate es conocer a alguien que lo tenga. Y que, por supuesto, te invite.

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