He pasado una noche en un superyate y ahora sé por qué les gustan tanto a los superricos

Sam Tabahriti
| Traducido por: 
'Business Insider' ha pasado la noche en Ohana en Croacia.
'Business Insider' ha pasado la noche en Ohana en Croacia.

Sam Tabahriti/Insider

  • He pasado una noche en un superyate croata con capacidad para 30 personas.
  • Mi estancia en el Ohana me ha hecho sentir especial: el camarero incluso me preparó mi propia bebida secreta. 

Poseer un yate se ha convertido en el símbolo de estatus social definitivo para famosos y empresarios de todo el mundo, y especialmente para los oligarcas rusos

Para entender mejor por qué algunas personas están dispuestas a gastarse cientos de millones de euros en su propia embarcación, me he ido a Croacia, uno de los puntos calientes de Europa para los superyates.

He pasado una noche a bordo de un superyate de casi 50 metros de eslora con capacidad para 30 invitados que puede alquilarse por entre 55.200 y 82.800 euros a la semana, según la temporada. 

Miha Menegalija, de la empresa de alquiler Goolets, afirma que poseer un superyate es una forma de exhibir tu riqueza. El problema es que comprarlo no es el único gasto. El propietario también debe tener en cuenta el coste de la tripulación y los gastos de mantenimiento, que pueden equivaler a una décima parte del precio de compra cada año.

Nada de esto parece disuadir a los superricos de hacerse con uno. Pero, ¿por qué les gustan tanto los superyates?

Es relajante

La cabina en la que se alojó 'Business Insider' tiene 2 camas individuales.
La cabina en la que se alojó 'Business Insider' tiene 2 camas individuales.

Goolets

Antes de embarcar en el Ohana, nunca había estado en un barco, y mucho menos en un superyate. Me llevaron a mi camarote en el que había 2 camas individuales, un baño estilo suite sorprendentemente espacioso y un armario lo bastante grande como para guardar la ropa de 2 personas durante una semana.

El Ohana se terminó de construir en 2020, justo cuando estalló la pandemia. A pesar de ser tan nuevo, su propietario –que también es el capitán– asegura que el yate se reformará por completo el próximo verano, con el fin de atender a una clientela más exigente.

Temía marearme, pero resulta que apenas percibí el balanceo del barco.  

Tiene buena comida

Un risotto de tinta de calamar fue uno de mis entrantes.
Un risotto de tinta de calamar fue uno de mis entrantes.

Sam Tabahriti/Insider

El desayuno buffet tenía todo lo que puedes desear: fruta, embutidos, huevos, tostadas de queso y jamón, batidos, y también se podían hacer peticiones específicas.

El almuerzo constaba de 2 platos y la cena de un entrante, un plato principal y un postre.

Para mí, el plato estrella fue el potaje de brócoli, que repetí 3 veces y del que pedí la receta al chef para prepararlo yo mismo en casa. 

Echa un vistazo a este superyate con alma española que rinde homenaje al yin y al yang y que tiene hasta una sala para catar vinos

En el comedor había 2 camareras, Valentina y Tea, que se encargaron de que mi vaso estuviera siempre lleno y de abastecerme de Coca-Cola light durante todo el día.  

Sientes libertad

Despertarse en el yate en medio del mar es una experiencia maravillosa.
Despertarse en el yate en medio del mar es una experiencia maravillosa.

Goolets

Hablando con la mano derecha del capitán, Zoran Vidović, de 39 años, me di cuenta de que no encontraba la palabra adecuada para expresar lo que sentía mientras tomaba mi café matutino en cubierta. De repente, apareció: era libertad. 

Era algo que no había experimentado antes: despertarme en el mar Adriático (parte del Mediterráneo) cada mañana me ofrecía una paz que no había experimentado antes en tierra.

Los demás tripulantes con los que hablé me dijeron que no cambiarían su trabajo por nada del mundo.

Personalmente, no podría trabajar estando todo el día a disposición de los clientes y ocupándome del mantenimiento del yate antes de irme a dormir en un camarote estrecho, para volver a hacerlo todo al día siguiente.

Así es ser la chef de un superyate al servicio de los más ricos del mundo: de jornadas de 18 horas a clientes que piden "calentar el Adriático"

Es una experiencia especial

El Ohana tiene 524 metros de largo.
El Ohana tiene 524 metros de largo.

Sam Tabahriti/Business Insider

Cena de lujo, moto acuática, paddle surf, kayak... la lista de cosas que hacer es interminable. 

Poseer un yate es la última muestra de riqueza porque es un agujero de dinero sin fondo. A menos que el propietario permita a otros alquilar su barco, no puede esperar ningún tipo de rendimiento de su inversión. Aunque eso, por supuesto, no los hace menos atractivos para los ricos.

Mi estancia en el Ohana me hizo sentir especial: el camarero incluso me preparó mi propia bebida secreta. 

Puede que no sea una gran sorpresa, pero desde luego podría acostumbrarme a pasar mucho tiempo en un superyate. Me pillarías tomando un cóctel en el jacuzzi.

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