La semana del 17 al 23 de abril ha sido escogida este año por la Semana del Diseño de Milán para celebrar el encuentro en el que se dan cita los principales nombres del sector. Celebrado en la capital italiana de la moda, este evento sirve para dar a conocer cómo serán las tendencias que marcarán el futuro del diseño en los próximos meses (e incluso años).

Milán congrega a numerosos artistas, diseñadores, curiosos y expertos que se reúnen durante una semana para descubrir cuál es la última moda en el diseño de elementos —a priori— tan distintos entre sí como una lámpara de pie y un coche de alta gama. Y es que esta reunión se celebra al mismo tiempo que el Salone del Mobile, la feria de muebles más importante del mundo. 

La ciudad y su gente ponen a disposición de los distintos diseñadores y marcas sus principales espacios con el objetivo de atraer a tantos visitantes como les sea posible. Unos visitantes que pueden verse apelados por los diseños vanguardistas que se exponen en las galerías del evento o por la propia belleza de las calles y las plazas de la ciudad lombarda. 

He tenido la oportunidad de acudir a la Semana del Diseño de Milán 2023 con el propósito de comprender cómo funciona este encuentro desde dentro y qué puede encontrar en él alguien que, como yo, no sea un experto en el mundo del diseño. 

Una de las primeras cosas que notas es que Milán se viste —literalmente— para la ocasión.

Nada más llegar a la ciudad italiana comienzas a ver carteles por todas partes que anuncian que, efectivamente, está teniendo lugar la Semana del Diseño de Milán. La 61ª edición tiene previsto reunir un total de 2.000 expositores de 37 países diferentes, entre los que destacan más de 550 talentos jóvenes de menos de 35 años, según la organización.

La gente, las calles e incluso los hoteles se vuelcan con uno de los acontecimientos más importantes del año para la ciudad. El hotel en el que me alojé sacó unos butacones tan llamativos como este para reivindicar la importancia del diseño.

Ya de por sí el alojamiento contaba con una estética bastante innovadora. Al encontrarse en la misma calle en la que se celebran numerosos eventos de la Semana del Diseño de Milán, algunos espacios estaban decorados con instalaciones artísticas. 

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Esta zona de la ciudad se transforma por completo. 

Las autoridades locales prohíben el estacionamiento de vehículos para facilitar el tránsito de personas que van de un lado para otro y, aun así, se producen colas en las puertas de los principales espacios de exposición.

En algunos de estos espacios confluyen distintas propuestas, todas ellas relacionadas con el diseño. Cualidades como la imaginación, la innovación o la inspiración llevan a artistas y a diseñadores a crear obras de todo tipo. 

A la cita también acuden algunas marcas de renombre.

Es el caso de Lexus, el fabricante automovilístico, que aprovechó el encuentro para presentar la instalación artística Shaped By Air, diseñada por la artista Suchi Reddy, así como a los 4 ganadores de los premios Lexus Design Award, un galardón que reconoce precisamente el "diseño para un futuro mejor".

Los premiados plantearon diseños tan variopintos como una bolsa para la ropa pensada para eliminar los residuos que genera el comercio electrónico (se disuelve en el agua y actúa como detergente para el primer lavado)...

...un puzzle con contornos 3D ideado para personas discapacidad visual...

...un humidificador de arcilla reciclada que no necesita electricidad para funcionar...

...o una chaqueta que se convierte en un hábitat portátil que permite capturar la humedad de la niebla en ambientes áridos y que puede generar hasta 10 litros de agua potable al día.

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Más allá de los innovadores diseños de estos creadores, en la Semana del Diseño de Milán se pueden ver obras de todo tipo. Por ejemplo, y aunque parezca que no, esto son un sillón y 2 mesitas de noche.

Esto sí que se asemeja más a lo que se puede entender como una estantería (aunque habría que tener cuidado con la forma en la que se ponen los libros en ella). 

Y, en el caso de esta mesa, hay que ser especialmente precavidos con que no se derrame ningún vaso a la hora de comer. 

La creatividad de algunos artistas que presentan sus diseños en la feria milanesa no tiene límites. Pudiendo ir desde unas zapatillas con textura de porcelana...

... hasta unas lámparas de pie sacadas de algún sueño surrealista...

... pasando por alguna referencia mundialmente conocida...

... o alguna propuesta especialmente achuchable. 

Este fue uno de los diseños que más me llamó la atención. Lo que se ve en la imagen parece un sofá cubierto de musgo, pero todas esas plantas en realidad están cosidas con algodón.

Algunas de estas creaciones están acompañadas por otro tipo de elementos para disfrutar mejor de ellas. En este caso, el propio estudio de diseño te ofrecía una lupa desechable con la que podías observar en detalle la calidad de las texturas. 

Si uno acaba aturdido frente a la inmensa calidad de los diseños que plantean los artistas siempre puede dar un paseo por Milán, una ciudad en la que —como suele ocurrir en Italia— se puede disfrutar de algunos monumentos realmente impresionantes. 

Es el caso de la catedral de Milán o Duomo di Milano...

...o de la Galería Víctor Manuel II, en la que se pueden comprar algunas de las mejores marcas de ropa italianas. 

Tras un largo día viendo todo lo que tiene que ofrecer, la ciudad también permite disfrutar de su rica gastronomía. 

Una de las principales conclusiones que se pueden sacar de la Semana del Diseño de Milán es que se trata de una ocasión en la que la ciudad lombarda deja ver cómo la innovación y la tradición pueden ir de la mano para ofrecer un diseño innovador.