Desde 2016, el colectivo americano de arte subversivo MSCHF ha sorprendido con multitud de productos surrealistas y alocadas campañas: desde una extensión que permite ver Netflix y parecer que estás en una videoconferencia a encontrar acciones "astrológicamente" alineadas contigo, algoritmos que crean imágenes de pies o collares para perros que sueltan palabrotas.

En el terreno de la moda han sido muy creativos: desde unas zapatillas satánicas por las que Nike los denunció a unos tenis inspirados en Jesucristo y que incluían un crucifijo de acero y "agua bendita" procedente del río Jordán. Su último invento, tan disparatado como cautivador, parece sacado de Cariño, he encogido a los niños: es un bolso Louis Vuitton tan minúsculo como un grano de sal.

He probado una web en la que una IA me emparejaba con alguien basándose en mi "índice de atractivo": ha sido un verdadero desastre

Listo para ser subastado, este lujoso accesorio solamente es visible bajo la lente de un microscopio. Tal y como informa el portal DesignBoom, el minibolso de Louis Vuitton creado por MSCHF está fabricado en resina fotopolímera y envuelto en un estuche de gel. 

JOOPITER, la plataforma de subastas de Pharrell, ha desvelado los detalles de la subasta: las personas interesadas en su adquisición podrán observar esta maravilla en miniatura a través del ocular del microscopio, y la vista también se emitirá en una pantalla digital incorporada. 

Además, el gran público tendrá la oportunidad de ver el Bolso Microscópico en la exposición del número 8 de la avenida Matignon de París, del 20 al 24 de junio de 2023. La puja por este artículo único, disponible en todo el mundo, estará abierta en la plataforma Just Phriends del 19 al 27 de junio.

Salvo que seas un insecto, no podrás disfrutar de llevar este bolso a un evento

La miniatura se ha diseñado a través de un proceso estereolitográfico utilizado habitualmente en la fabricación de diminutas estructuras mecánicas biotecnológicas, y supone un avance en la ciencia y el arte de la miniaturización. 

"A medida que un objeto que antes era funcional, como un bolso, se va haciendo más y más pequeño, su condición de objeto se va abstrayendo cada vez más hasta convertirse en un mero símbolo de marca. Los anteriores bolsos pequeños de piel requerían una mano para llevarlos, se convertían en disfuncionales, en inconvenientes para quien los llevaba", afirma MSCHF.

Llevando la idea a sus últimas consecuencias, el proyecto MSCHF —fundado por el CEO Gabriel Whaley, un ex empleado de BuzzFeed, en 2016— redujo el objeto funcional al ámbito de la joyería, despojándolo de cualquier resto de pragmatismo. La parte práctica y funcional es secundaria en el lujo: en esta miniatura, solamente importa la estética.