Nueva factura de la luz: cómo funciona la propuesta del Gobierno para cambiar la tarifa regulada y en qué te afecta a ti

Una bombilla y unas monedas

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Antes de que el precio de la luz entrara en la actual tendencia alcista —acelerada de manera notable tras la invasión rusa de Ucrania— para el común de los mortales resultaba realmente complicado entender el mercado eléctrico y saber de dónde salían las cifras que se mostraban en su factura de la luz

Ahora, con las continuas modificaciones y medidas adoptadas (tanto a escala estatal como europea), es cuasi imposible. Pero esto no acaba aquí. Ni mucho menos. Quizá el ciudadano ya no pretenda entenderlo. Solo ansía que su recibo eléctrico se abarate.

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Ese es el objetivo de la nueva propuesta de fijación del precio de la luz, que acaba de sacar a participación pública el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, a través de un Proyecto de Real Decreto, acaba de sacar a información pública. 

El objetivo es estabilizar el precio de la electricidad, haciendo que este no dependa únicamente del precio diario del mercado mayorista (ese en el que la tecnología más cara, es decir, el gas, marca el importe de todo), sino que se base también en costes a plazo.

De aprobarse esta nueva factura de la luz, el precio se basaría en el coste diario, mensual, trimestral y anual

Con su configuración actual, el precio de la luz de la tarifa regulada (PVPC) se configura exclusivamente con una media ponderada de los costes del mercado diarios y de los precios de las sesiones intradiarias, lo que provoca una enorme exposición a la variabilidad de dichos mercados. 

Lo que propone ahora el Gobierno de España con este nuevo sistema para calcular el precio de la luz es repartir el peso del coste (además de en el diario) entre uno mensual, trimestral y anual. 

Este reparto entre productos a plazo, explican, permite, por un lado, indexar (al menos parcialmente) el PVPC a señales de precio con un claro componente de largo plazo, y, al mismo tiempo, se introducen productos de más corto plazo que permiten igualmente a las comercializadoras de referencia de la electricidad ajustar con mayor precisión su portfolio de energía a las necesidades de suministro.

La propuesta es que el reparto del peso de los precios a plazo sea de la siguiente manera:

  • Mensual: 10%.
  • Trimestral: 36%.
  • Anual: 54%.

Estos productos a plazo habrán de mezclarse con el precio diario (que seguirá teniendo su peso). Sobre este aspecto, el Real Decreto propone un periodo transitorio por el cual la representatividad de la señal a plazo se incremente de manera gradual para el periodo comprendido entre los años 2023 y 2025.

En concreto, para el primer año, el peso de la señal a plazo de la electricidad supondría un 25%, y esa representatividad se incrementaría un 15% anual, hasta alcanzar un 55% en el año 2025, dejando el 45% restante para la señal diaria e intradiaria.

Con esta fórmula, subrayan, "se logra el doble objetivo de cobertura ante las oscilaciones de los mercados diarios en el largo plazo antes mencionado, al tiempo que se mantiene incólume la señal de precio de corto plazo del mercado diario".

 

Con este nuevo sistema para calcular el precio de la luz podríamos habernos ahorrado 300 millones de euros

Aseguran en la memoria analítica del Proyecto de Real Decreto, que, desde el pasado mes de junio de 2021, y hasta la aprobación (en junio de 2022) del Real Decreto-ley 10/2022, por el que entraba en vigor la excepción ibérica -que ha hecho que el precio de la luz en España sea inferior al del resto de Europa-, el coste de la electricidad en el mercado mayorista se incrementó en un 125%.

Con el nuevo sistema de fijación de precios, estiman que en ese plazo se hubieran ahorrado 297,1 millones de euros. 

No obstante, dejan claro que el impacto en la economía de esta modificación estará al albur, lógicamente, de la evolución de los precios en los diferentes mercados. 

Con esta propuesta, anotan desde el Gobierno de España, "se mantiene el diferencial de precios resultante de la casación del mercado diario, no distorsionando las señales de precios de corto plazo y los incentivos al desplazamiento del consumo a horas de menor coste, lo que fomentará comportamientos de consumo más eficientes".

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