¿Te pueden despedir estando de baja médica? Estos son los casos en los que perderías tu empleo

Los trabajadores tienen derecho a estar de baja médica cuando sus condiciones de salud no son las adecuadas para llevar a cabo sus funciones.

La incapacidad temporal por enfermedad común da lugar a una prestación, de modo que el empleado continúa cobrando hasta que se recupera y vuelve a su puesto.

Estando de baja vas a cobrar el 60% de la base reguladora del cuarto al vigésimo día, y a partir de ahí la prestación asciende al 75%. Los 3 primeros días no se cobra.

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Otra cuestión importante es que el empresario ha de mantener tu mismo puesto y condiciones laborales cuando regresas de la baja. Este asunto suele preocupar a muchos trabajadores.

Esto es así porque la incapacidad temporal es una causa de suspensión de contrato que queda reflejada en el artículo 45 del Estatuto de los Trabajadores.

En este sentido, suele aparecer otra pregunta de manera habitual: ¿te pueden despedir estando de baja médica por enfermedad?

A continuación, se detalla lo que establece la ley en este aspecto.

Casos en los que una empresa te puede despedir estando de baja

Si has tenido que acogerte a una baja médica debes saber que tu puesto de trabajo está protegido: no pueden despedirte, al menos por norma general.

Los intereses de la empresa no pueden entrar en conflicto con el derecho del trabajador, tal y como establece la ley.

Sin embargo, existen algunas situaciones en las que la empresa sí que puede expulsar a un trabajador mientras se encuentra de baja por enfermedad.

Estos casos se dan cuando el profesional finge la enfermedad, cuando utiliza la baja para hacer otro trabajo o cuando exagera su estado para que el período de incapacidad se extienda.

La empresa tiene que justificar de manera muy clara los motivos del despido, aportando la documentación que considere oportuna a tal efecto.

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La expulsión del trabajador estando de baja sólo puede suceder cuando hay un incumplimiento grave por parte del empleado, tal y como señala el artículo 54 del Estatuto de los Trabajadores.

Cualquiera de los casos anteriormente citados serán ejemplos de un despido disciplinario, que no da lugar a indemnización.

Si el despido durante la incapacidad temporal no encaja en estos supuestos será considerado improcedente o nulo, por lo que el trabajador acabaría siendo readmitido en su puesto y recibiendo los salarios no percibidos hasta el momento de la sentencia.