Tesla deja de aceptar bitcoins como medio de pago por motivos medioambientales y la criptomoneda se desploma más del 10% tras el anuncio

Tesla, que en febrero sorprendió comprando 1.500 millones de dólares (1.240 millones de euros) en bitcoins y anunciando que aceptará la criptomoneda como medio de pago, acaba de dar marcha atrás: ya no aceptará bitcoins para pagar sus vehículos. Según Elon Musk, el motivo es la preocupación medioambiental respecto al consumo de energía procedente de combustibles fósiles para el minado y las transacciones de la principal criptomoneda. 

La decisión ha provocado un fuerte golpe a la cotización del bitcoin, que llegó a perder un 15% de su valor, y a las 8.35 de este miércoles acumulaba un descuento del 10,96% en las últimas 24 horas, según Coindesk.

Elon Musk ha anunciado la decisión este miércoles —ya en la madrugada del jueves, hora española— a través de un mensaje en Twitter en el que asegura que en Tesla están "preocupados por el rápido incremento del uso de combustibles fósiles para el minado de bitcoins y las transacciones, especialmente carbón, que tiene las peores emisiones".

"Las criptomonedas son una buena idea en muchos niveles, y creemos que tienen un futuro prometedor, pero no puede venir a cambio de un gran coste al medioambiente", ha añadido el multimillonario fundador de la compañía de coches eléctricos.

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No obstante, Tesla no venderá los 1.500 millones de dólares en bitcoins con los que cuenta, sino que los utilizará en transacciones "conforme el minado haga la transición a una energía más sostenible", añadió Musk, que también ha explicado que pretenden buscar otras criptomonedas que utilicen menos del 1% de la energía que consume bitcoin por cada transacción.

El impacto de la decisión —como el de casi todos los anuncios de Elon Musk, que hace menos de un mes provocó un aumento del 472,5% en la cotización de otra criptomoneda, el dogecoin, solo con un tuit— ha sido inmediato. Llegó a caer un 15% hasta situarse en los 47.000 dólares (38.600 euros), cuando el día anterior había cotizado en el entorno de los 56.000 (46.300 euros), aunque después se recuperó.

La preocupación medioambiental de Musk tiene cierta base. Según un centro especializado en finanzas alternativas de la Universidad de Cambridge (Reino Unido), el consumo energético de la criptomoneda ha aumentado un 80% en el último año, igualando el consumo en teravatios-hora anual de un país como Argentina y alcanzando el 0,59% del consumo energético global. Según la misma fuente, solo un 39% de la energía utilizada por quienes minan criptomonedas procede de fuentes renovables.

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Otro estudio, del Bank of America estadounidense, asegura que el consumo energético del bitcoin es equiparable a las actividades de compañías como la aerolínea American Airlines, o que el impacto agregado de 1,2 millones de coches. Según este trabajo, una compra de bitcoins a un precio de 50.000 dólares puede tener una huella de carbono de 270 toneladas, equivalente a 60 coches con motor de combustión tradicional.

No obstante, la criptomoneda se ha convertido para algunos inversores en un activo refugio contra la deflación y las guerras comerciales Estados Unidos-China, aunque otros, como el banco suizo UBS, han considerado su crecimiento como una burbuja demasiado volátil.

La decisión de Musk es sorprendente, porque él mismo defendió fuertemente las criptomonedas en su aparición el pasado fin de semana en el programa de máxima audiencia Saturday Night Live, hablando en este caso sobre el dogecoin.

La decisión ha provocado reacciones en contra, como la del propietario de los Dallas Mavericks de la NBA, Mark Cuban, otro entusiasta de las criptomonedas, que ha confirmado en respuesta al mensaje de Musk que el equipo de baloncesto seguirá aceptando criptomonedas como medio de pago porque considera que reemplazar al oro como refugio de valor "ayudará al medio ambiente".